05·•Rebelaciones•·

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Estaba tan malditamente equivocada sobre él.

•••

Les otorgo otra sonrisa genuina forzada (aún cuando sentí mis labios temblar) antes de salirme y cerrar detrás mío, dejando salir de golpe todo el aire que sin saber muy bien porque, estaba conteniendo, era como sí, mis nerviosismos me atacaran de pronto, tan aterradores que me hacen temblar tal como si mi cuerpo hubiera sido golpeado por aire gélido.

Una parte de mí quería creer que HeeSun no sospechaba nada, que se mantenía en la ignorancia de las miradas furtivas que nos dábamos Taehyung y yo, de las caricias inconscientes que solemos darnos cuando está lo suficientemente lejos, de las sonrisas arrogantes del moreno.  Pero la mirada dura y fría con la que me miro antes de salir de la casa me hacía perder las esperanzas que surcaba mi interior, fue como ver a otra persona, ver la parte oscura de alguien que finge ser bueno, el escalofrío que causó aquello fue sorprendente, quiero llenarme de optimismo y pensar que todo aquello lo estoy imaginando, no quería meterme en problemas y menos con ella, sé demasiado bien, que las personas buenas suelen ser las peores cuando sienten que tienen que serlo.

Respiro con profundidad cuando cierro con fuerza los ojos, maldiciendo por lo bajo me obligo a abrirlos y buscar por las calles solitarias. Una sensación de anticipación se instaló en mi pecho cuando en efectivo, pude ver a poca distancia a Jungkook caminar con aquel pasó despreocupado y perezoso. Acomodo mi bolso sobre mi hombro, no dispuesta a que este se cayera cuando corriera.
Suelto una pequeña sonrisa antes de correr lo más rápido que puedo con los zapatos algo altos que traigo puestos, era absurdamente mala idea que fuera hacia él. No lo conocía en absoluto, salvo que tiene una extraña fascinación por cortarse, podía ser una perra pero ciertamente Jungkook me causaba curiosidad, pues para ser verdad ahora viéndolo mejor sin ninguna capucha de por medio, no se veía como esa clase de persona que les gusta hacerse daño, y era exactamente por esa razón por la que quería saber qué es lo que pasaba con él.

Incluso antes de estar a su lado soy capaz de escuchar un bufido exasperado e irritado, mete ambas manos sobre los bolsillos del pantalón de su uniforme, decir que era ridículo era decir poco, muchos odiaban trabajar en pizzerías pues era compartido el pensamiento que era algo humillante encontrarte con alumnos del mismo instituto. Suelto una sonrisa divertida al mirarlo caminar más rápido, en un tonto intento de que tal vez ya no lo persiguiera.

—Joder, ¿podrías dejar de seguirme?—brama colérico, se detiene gusto antes de dar la vuelta en la esquina, girando para mirarme de manera molesta, su frente arrugada y sus labios fruncidos me dejan claro que no está para juegos, que no piensa tolerarme más de la cuenta.

Chasqueo la lengua mientras niego con lentitud.

—Voy por el mismo camino—informo con suspicacia, muerdo mi labio inferior para evitar reírme cuando evidentemente sus facciones toman formas apenadas y sus mejillas se sonrojan de manera leve. Alza su brazo para rascar con nerviosismo su nuca, era tierno sin siquiera proponérselo—, ¿por qué crees que te seguiría Jungkook?

Mi pregunta lo saca de balance por unos segundos, era como si no se creyera que recordará su nombre; una sonrisa ladina surca mis labios, tan ligera y natural. Deja caer su mano a su lado, bajando la mirada se encoge de hombros en un aire arrogante.

—No sé, dimelo tú Nahee—me reta, levanta levemente su cabeza, mirándome duramente y con una sonrisa cargada de burles, su voz suena ronca y baja tal como si acabara de despertarse de una larga siesta, todas sus extremidades parecen sin tensión alguna, perezosas en todos los actos.

No mentiré, es sorprendente la manera en la que sus facciones cambian, pareciera ser que tiene momento volubles, en los que sin darse cuenta deja que sus emociones se hagan cargo de su cuerpo. Una parte de mi chillaba de la emoción, puesto que Jungkook estaba resultando ser más fascinante a lo que yo me imaginé, sin embargo la otra parte se mantenía alerta, haciendome sentir indecisa y dubitativa.

Arqueo ambas cejas en su dirección, la sorpresa pintada en mis ojos. Obligándome a mostrarme segura de mis acciones, me acerco lo suficiente a él quedando tan sólo unos pocos pasos de distancia, situación que provocó que mi corazón latiera desboconado, retumbando con fuerza que podía escucharlo en la parte baja de mis orejas. Remojo mis labios con mi lengua, dispuesta verme incrédula.

—Lamento lastimar tus sentimientos cariño, pero no estaba siguiendote—aclaro con altanería, suelta una risa amarga y seca, medio ronca, y de pronto soy consciente de sus acciones, del como acorta la distancia, mirándome furioso.

—No, yo lamento lastimar los tuyos—quiero el preguntar el porque pero mi respiración se acorta al sentir su rostro tan cerca del mío, su boca quedando justo alado de mi rostro—, te dejaré esto claro, si quieres una buena follada, ¿por qué no le dices a tu amigo?—cada palabra suena amarga, asqueada, con entonación tan grave y baja que me eriza los vellos de mi nuca, trago con dificultad, era como si de pronto, mi garganta se encontrará seca—, después de todo, no son del todo discretos al tener sexo en la escuela—suelta con brusquedad, se separa poco de mí para verme directamente a los ojos y sé que me acabo de meter a la boca del lobo.

No tenía idea del como sabía de mis encuentros con Taehyung, ni mucho menos de nuestra relación, estaba segura que noto la tensión en mi cuerpo puesto que no dudo en mostrarme una sonrisa con suficiencia, abro la boca decidida a replicar pero la cierro al darme cuenta que no tengo nada bueno para dejarlo con la boca callada justo como el acaba de hacer conmigo. Como si supiera que acaba de ganar nuestro pequeño encuentro se aleja de mí tan rápido  a modo que me deja en claro que no me quería cerca de ninguna forma.

Suelto una pequeña carcajada, llena de cinismo aún cuando por dentro estaba muriendo de los nervios, con la duda de mis acciones me tomo la libertad de poner mis manos sobre el cuello de su camisa, jalando con fuerza hasta que nuevamente quedamos prácticamente pegados, su torso tocando el mío y su nariz rozando la mía, lo miro directamente a los ojos.

—Lo peor de todo es que crees que te busco por sexo—hago un pequeño sonido con mi boca a modo de negación, pasó una de mis manos por su nuca, acariciando su corto cabello que se encuentra en aquella zona, acción que provoca que contraiga sus músculos y su respiración se vuelva pesada—, pero, ¿no es que eres virgen?—la pregunta sale dispara de mis labios con la burles en cada entonación, la manera en la que tensa su mandíbula me hace saber que he dado justo en el clavo, dejo un pequeño beso en la comisura de sus labios, sonrío cuando suelta de golpe el aire que seguramente estaba conteniendo por la cercanía—, te gusta observar, ¿cierto? Esa es la razón por la que no estabas sorprendido la primera vez que me viste, ya sabías quién era, ¿o me equivoco?

Se queda callado, ahora yo soy la que sonríe con arrogancia, lo suelto de golpe causando que trastabille uno cuantos pasos atrás.

—Pero tienes razón, sí quiero una buena follada se la tendré que pedir a Taehyung, después de todo alguien como tú no sabría que hacer.

Dicho esto, me alejo de él, sintiendo mi corazón en la garganta y los nervios a flor de piel, estaba equivocada de él.

Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora