Elevados

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Tonterías. Todo lo que me habían contado eran tonterías.

Después de haber encontrado a Emma en la casa que resulto ser de Aimer me quede totalmente confundida. La primer opción lógica era que se estuvieran enrollando al momento de mi llegada. Emma me invito a pasar y me negué rotundamente pidiéndole una explicación, estaba segura que en ese instante parecía una histérica loca, pero no me importo.

Emma estaba callada y su mirada era fría como un témpano de hielo.

Pocos minutos después escuche unas pisadas graves que procedían de las escaleras que se encontraba detrás de Emma no tardo mucho en aparecer una figura alta que yo tanto conocía.

- esto es incómodo

Su voz ronca penetro en mi cabeza como un taladro y me saco de mi ensoñacion. me dieron ganas de acurrucarme en su pechos oír su corazón latir y dejar que el calor de su cuerpo me empapara totalmente... No, estaba pasando, otra vez.

Me había quedado sin habla, no podía parar de observar esos carnosos y rosados labios ¿que se sentiría ser acariciada por ello? Comenzó a llover, despegue mis ojos de los suyos para observar el cielo. El control regreso a mi cuerpo y sentí labia web ir dentro de mi.

- ¡¿qué me estas haciendo?!

Había atravesado el portal de la puerta en segundos y ahora me encontraba golpeando el duro y marcado pecho de Aimer. No importa que tan duro lo golpeara, él no había retrocedido ni un milímetro. Su cara estaba totalmente en blanco y eso me enfureció más.

- ¡deja de hacerlo! ¡No puedes controlarme sin mi permiso!

No importa cuantas estupideces dijera, su cara seguía impasible. después de unos cuantos segundos más me tomo por las muñecas. yo trataba de darme con todas mis fuerzas y aunque el no utilizaba mucha fuerza ni me lastimaba, sus brazos eran de hierro y los míos de algodón. Pronto me sentí exhausta y me rendí.

- Sue, no se que piensas pero, te aseguro que no es eso. Te podemos explicar pero tienes que calmarte. ¿Entiendes?

Era la primera vez que Emma hablaba desde que yo había entrado. su voz era calmada, casi como una canción de cuna. Voló ligera hasta mis oídos y penetro en lo más hondo de mi ser. Deje que mis rodillas se doblarán de cansancio y me hubiera estrellado contra el suelo si los brazos de A no me hubieran sostenido contra su cuerpo.

- esta bien. - susurre aquellas palabras con poca convicción.

A me arrastro a una habitación en la planta baja y Emma le pisaba los talones, las piernas ardían por el esfuerzo que había echo pedaleando como una máquina hasta acá.

Me deje caer en el primer sillón que encontré y observe a Emma y a, esperando respuestas.

- no se sí puedas creernos o si vas a pensar que estamos locos. solo trata de escuchar la historia entera y después saca tus conclusiones. ¿Ok?

No dije nada, sólo espere. A y Emma intercambiaron una dudosa mierda y soltaron al unísono:

- somos demonios elevados y estamos aquí para protegerte a ti y a tu familia.

No tenía que sacar conclusiones, estaban locos.

Good DemonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora