Adiós libertad

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- ¡oh, pobre de ti Sue! Debes de estar aburrida como una ostra todo el día. ¿Te duele?

Hoy era el primer día de escuela y era la hora de la comida. Emma y yo nos encontrábamos caminando, bueno yo cojeando, hacia una de las mesas desocupadas de la esquina.

La voltee a ver, segura de que el sarcasmo se reflejaba en mi rostro y comente:

- no se ¿quieres probar que se siente?

Ella volteo a verme, irritada.

- mira, yo no tengo la culpa de tu mal humor. A ti siempre te gusta el inicio a clases, y hoy parece que de momento a otro te convertirás en Hulk.- Emma siguió indagando sobre lo que podía estar provocando mi mal humor, pero deje de esforzarme para prestar atención y comencé a jugar con los espaguetis, que no parecían nada apetecibles, y le di unos cuantos tragos a el cubito de leche que le había pedido a la cocinera.

Emma carraspeo y yo levanté la cabeza de golpe.

- perdón ¿que?

Emma puso los ojos en blanco y repitió lentamente.

- qué si necesitas una pastilla.

- ¿para qué?

- te pregunte si la causa era Juan el que viene cada mes, y que sí tenías cólico. Vamos, que no te de pena. Puedes decírmelo.

No recordaba que hubiera dicho eso, pero de todas maneras segui actuando y fingiendo que tenía un cólico matador,ahorrándome una bronca con Emma por no prestarle atención.

Pero esa no era la razón por la que me encontraba de mal humor. La razón era que hoy nos habían presentado a todos los alumnos nuevos, pero el chico de mis sueños no era uno de ellos. Comencé a pensar que estaba loca y el chico era una mera alucinación, y luego trate de convencerme de que había faltado a clases.

Vamos, la mayoría de los alumnos hace eso el primer día de escuela. Pero eso no evito que sintiera una extraña sensación le vacío en mi interior. Me había imaginado toda esa semana el momento en que lo vería frente a frente. ¿Qué pensaría el? ¿Comentaría algo del accidente, me preguntaría como me encontraba? ¿O tal vez comentaría el incidente en mi casa? Todas esas preguntas daban vueltas en mi cabeza y me era imposible dejar de pensar de el. Mi estómago parecía una reserva de mariposas cada vez que recordaba el tono de su voz, y estoy segura que sufro orgasmos mentales cada vez que recuerdo su cálido aliento en mi oreja. Lo que me faltaba.

Me encontraba sentada en una incómoda silla de plástico rosa mientras mis compañeros y compañeras de clase daban vueltas a la pista. Me encontraba totalmente agotada a la séptima hora y le di gracias a dios de haberme lastimado el pie y así ahorrarme el trabajo físico por hoy.

- ¡todavía te faltan tres vueltas!- ya que la maestra me había dejado a cargo ya que ella tenía "asuntos" que resolver, me estaba dando el lujo de comer, unas fantásticas galletas que la mama de Emma hizo para mi, y molestar a Emma, que iba en último lugar rezagada por dos vueltas.

Emma y yo nos habíamos conocido en la sala de espera del hospital, donde mi padre y yo esperábamos a que las enfermeras nos relatarán del estado de Viola y mi madre se encontraba junto a ella en la unidad de cuidados intensivos. Emma se encontraba junto a la puerta que daba a la calle juntó a su madre, que resulto ser una ex novia de mi padre, su madre se acercó para saludar y mientras nuestros padres comentaban lo pequeño que era el mundo que facilitaba este tipo de coincidencias, yo me acerque a hablar con ella ya que el aburrimiento me estaba consumiendo y comenzaba a temer en que lo único que pudiera hacer para divertirme sería picar mis ojos repetidas veces.

Resulto que Emma y yo teníamos mucho en común, como el amor al pan tostado con catsup, que la mayoría de la gente considera una cochinada de mal gusto. Pronto nos volvimos inseparables y casi todos los fines de semana hacíamos piyamas y maratones de películas de miedo. Ella también me ha ayudado muchísimo con el tema de lo femenino y gracias a ella comencé a poner rímel a mis pestaña, lo cual ayuda mucho ya que las mías son pelirrojas y me hacían parecer que no tenía pestañas. Y eso no me quedaba tan bien. Y me ha enseñado a usar tacones, algo que mi madre nunca se a dignado de hacer, y gracias a ello no parezco mosco cuando los uso.

Después de qué terminara la clase nos dirigimos hacia los casilleros. Por ser el primer día confiaba en que no nos dejarían deberes, pero no tuve suerte. Así qué me dirigí cargada como burro hasta mi casa. Emma se había ofrecido para darme aventón, pero yo me negué ya que su madre siempre se pone histórica cuando llega tarde. Nos despedimos y yo segui con mi lastimera caminata y tuve que soportar el dolor de mi tobillo.

Tendría que pedirle a mi madre que me recoja los días siguientes, ya que sí seguía así, me encontrarían muerta tirada en la acera.
Con tan sólo pensar en todas las tareas que tendría que hacer hoy me daba pereza mental y también ganas de que me arrollara un coche para no tener que hacer tareas nunca más.

Bueno, adiós libertad.

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Hola!!

Bueno primero quiero darle las gracias a todas las que le den la posibilidad a mi novela. Enserió no saben cuánto les agradezco.

Quiero dale las gracias a xxx_sky_in_winterxxx que fue tan amable de promocionas mi novela.

GRACIAS!!!

También quería pedirles que sí tienen alguna crítica me lo digan, se los agradecería mucho.

BYE!

Good DemonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora