Capítulo 25.

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Maratón 2/5 POV Dylan

Isabell, ya me había preocupado, no entendía porque estaba llorando, y yo porque me estaba preocupando, solo sé, que tal vez necesite ayuda y yo se la daré, como ella me ayudo a mí. Tome la loca decisión de ir a su casa y buscarla. Salí detrás de ella, y sin pensarlo la perseguí. Luego de unas horas, de verla sola sentada leyendo un libro, me encantaba como leía sus libros, ella me tenía extraño, no sé si sea adecuado lo que vaya a decir, pero Isabell me está haciendo sentir cosas, que con ninguna persona ni con Arianna, había sentido. Ella se levanto y camino directo a su casa, menos mal y no se dio cuenta. La vi entrar a su casa. Escuché gritos adentro y me dio curiosidad, pero obviamente no iba a tocar el timbre, busque una manera de entrar y vi un balcón. Subí por un árbol que daba directamente hacía esa habitación, y pude ver como entraba y cerraba la puerta con seguro.

Vi como lloraba y se me partió el corazón, ¿Por qué me pasaba esto?, era muy extraño de la manera en como lo sentía. Camino hacía el balcón, me escondí, y tenía la vista en ella, lloraba como nunca. Sin pensarlo dos veces salí, me pare detrás de ella, y me acerque un poco más hasta llegar a su oído. Cuando estuve ahí, le susurre:

—¿Me negaras que ahora si estas llorando?—vi como sonrió lo que me hizo sonreír a mí.

—Eres un idiota—rodee los ojos sonriendo—, Solo eres mi imaginación, no estas aquí. 

—Abre los ojos y confirmalo—dije con seguridad, los abrió y se giro lentamente, me miro y yo a ella.

—No estas.  

—¿Quieres comprobarlo?—la tome de la cintura, y la bese, quería hacerlo, desde ese momento en el parque, lo quería hacer...

POV Isabell

El me había besado, un beso super especial, lento, suave, hermoso... No tenía palabras. Lentamente los dos nos separamos y nos quedamos viendo por unos segundos.

—¿Qué haces aquí? 

—Tenía que buscarte.

—No debes estar aquí—dije nerviosa.

—Calma, no te preocupes por eso princesa, todo esta bien—toco mi mejilla suavemente.

—¿Y qué pasa con eso?—cerré los ojos y respire profundo, sonreí y riendo nerviosamente.

—No quiero que te hagan daño—él me mira confundido—, No quiero, así que mejor vete.

—Ok, pero si me voy, te vienes conmigo—sonreí de medio lado.

—Si que gracioso, buen chiste.

—No es chiste, ¿Qué pasaría si quisiera robarte por una noche?—lo mire sonriente.

—No me lograras convencer.

—¿En serio?—me miro retándome— Vendrás conmigo quieras o no—fue hacía el árbol—, ¿Bajas primero?

—¿Si me caigo quien me atajara?

—Perfecto, bajo yo primer—dijo riendo. Cuando bajo, decidí bajar también—, Ya vez no te caíste—dijo cuando ya estaba en el piso.

—¿A donde me llevarás?—sonrío mirándome, y tomándome de la mano, caminamos hasta un carro—¿De donde se supone que sacaste ese carro?

—¿Importa en este momento?—negué subiéndome al carro, luego el se subió y arranco.

—¿Sabes que me matarán?—me miro con sus lindos ojos azules.

—Te cuidaré hasta que no pueda—sonreí.

Mi Infierno Mi Perdición...(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora