Drabbles≈ └KookV┘

└La curiosidad mato al Príncipe ⟨3⟩╮

¿Es posible olvidarse y acordarse en último momento que olvidaste los más importante de tu vida?. Bueno, en caso de que seas TaeHyung, sí. Es posible.

Pero la pregunta es ,¡¿Como puso olvidarse de su bebé YeonTan?!.

Apenas dejo sus cosas a un lado de la puerta y se puso a ver si todo su equipaje estaba completo se dio cuenta de su pequeño error. Su bebé no estaba.

Y aunque no fuera un bebé, porque ya era adulto, lo seguía tratando con un cachorro de tigre que era cuando se lo dieron. Negándose a dejar de tratarlo como su pequeño cachorro.

Mientras pensaba en un plan para decirle a sus padres que traigan a su compañero, los prometidos empezaban a ordenarse para presentarse cordialmente al que sería su futura pareja si es que este los elegía a uno de ellos.

La noticia de que tenía que arreglarse formalmente para conocerlos fue dada al príncipe que ya había tomado una ducha supuesto a dormir.

Arreglo un poco más su traje mientras se dirigía a lo que sería la puerta principal, puesto que solo se presentarían y bla bla bla... A TaeHyung ni le importa quienes eran. Lo que si sabía era que lo habían obligado vil mente a asistir a eso, no tenía a su bebé y quería dormir, y sin esas cosas se volvía muy berrinchudo.

Primero se presentó Jennie bla bla bla... BoGum bla bla bla... MinGyu etc etc etc... ChanYeol etc etc etc... Y cuando llegó Jeon JungKook, de verdad que se puso atento a escuchar todo lo que diría, en cambio solo dijo de que reino venía y su nombre; provocando que un adorable puchero adornara sus labios y que los presentes en aquel castillo no se resistieron a quedarse viendole.

Un silencio incómodo se estableció en aquel lugar y cuando ChanYeol abrió la boca para tratar de romperlo un feroz rugido hiso presencia asustando a todos los presentes, bueno, solo a cuatro de ellos.

Un tigre de bengala adulto apareció por las puertas y tratando de 'salvar' a todos de la peligrosa bestia, BoGum los pone detrás de sí para protegerlos.

El príncipe rueda los ojos por tal acción y zafandose del agarre impuesto para que la feroz bestia no lo mate, va hacia su pequeño bebé para darle las bienvenidas ignorando los ojos de miedo que estaban fijos hacia sí.

— ¡Bebé!, ¿Como éstas hermoso?, ¿Quien es el más bello?, Perdoname por olvidarme de traerte, seguro la maldita de tu tía por tener miedo a que debiera a tus abuelos te echo a conmigo—
Decía melosamente mientras rascaba el estómago de su gran bebé gigante en modo de cariño.

Todos en la habitación, excepto cierto pelinegro, lo miraban sorprendidos. Sin importarle al príncipe se sube al lomo de su trigésimo y le guía a su cierto donde dormiría con el, en su cama.

No es porque odiase a los humanos en sí, pero prefirió más los animales, estos para él son más fiables, leales y gente, porque si, Gente con la que se puede confiar. Y ese pensamiento nunca se lo sacarían de la cabeza.