Drabbles≈ └KookV┘

└Cuerpo de Mujer┘

Su cabello largo y castaño se balanceaba de un lado a otro mientras sus caderas se movían al caminar, por la superficie parecía que estaba calmada y neutra aquella chica que se dirigía a la oficina del encargado de aquella universidad paralizando inconscientemente a todos los muchachos que la veían admirando su belleza.

Pero en el fondo, ella estaba desesperada, angustiada y no porque tuviese que ver al director para que le permitiese estudiar ahí. Sino que le incómoda el tener que estar en el mismo lugar que aquella persona que arruinó su vida.

Toca la puerta obteniendo el permiso de pasar y la cierra detrás de sí llendo a sentarse en aquella silla enfrente del escritorio.

–Es un gusto tenerte aquí, TaeHyung.—

—Creame que el gusto no es mutuo– responde con una grave pero suave voz a la persona enfrente de ella. Su mirada decía más que mil palabras, tenía ganas de matarlo en ese preciso instante pero se abstenía a ello, él era su solución a todos sus problemas.

–Y dígame... ¿Que le trae aquí jovencita Kim?— pregunta inocentemente con un toque de burla en su voz, casi colmando la voz de aquella mujer que estaba a punto de estallar.

—¡Tú sabes para qué vine!, Deja de hacerte el idiota.–

–Tienes razón, lo sé. Pero quiero oirlo de tus labios, Tae.—

—Vine para que arregles lo que haz echo, quiero lo que me sacaste, exigó el que lo hagas.–

–Sabes... Te contaré una historia.—

—Otra vez con esa mierda.–

–Hace cien años atrás existió un joven chico, hermoso; precioso, encantador en cada una de sus facciones superficiales. En ese momento poseía diecinueve años, era alguien joven. En su corazón no albergaba nadie, solo eran cosas pasajeras, un polvo y ya. E inclusive no conocía el que le rechazacen y rompieran su corazón a las semana siguiente cuando se cansaban de él. En algún momento se metió con un brujo único en su existencia y al ver los actos tan malvados que había cometido, lo transformó en aquello que los hombres como el deseaban, la mujer perfecta. Teniendo que ser dejada una semana siguiente luego de empezar 'algo', experimentado el dolor del rechazo, así pasaron años. Porque aparte de cambiarla le dio vida eterna hasta conseguir la definición de amor verdadero y duradero. Buscando al culpable de su desgracia. Llegando aquí, TaeHyung. Tú, un hombre, encerrado en un Cuerpo de Mujer hasta que consigas lo que te dije en aquel momento.—

—No me vengas con esa porquería, Kim, tú sabes que cada vez que empiezo a salir con alguien esté me deja por aburrirse cuando claramente es por el estupido echizo inculcado en mí. No se puede tener una pareja "Verdadera y duradera", porque nadie ama de verdad. Solo regresame mí cuerpo.–

–Las cosas no son siempre como uno quiere, Tae... Por ello, todo a su tiempo. Tienes permitido ingresar en mí universidad. Te veo luego para arreglar horarios, gracias por su visita, jovencita Kim TaeHyung.—

Recogiendo sus pertenencias se retira de la oficina enojada. ¿Tan difícil era tener que devolverle su cuerpo y ya?. Un echizo por aquí y por allá y listo. Nada difícil para alguien como el maldito de ese director.

Debido a su distracción es que ni se percata cuando choca con alguien cayéndose esperando el impacto. Pero lo único que obtiene son unos cálidos brazos alrededor de su cintura sosteniéndola para ni caer.

—Yo... eh... Lo siento– habla avergonzada TaeHyung antes de salir corriendo por la vergüenza que empezaba a teñir sus mejillas.

El chico, al no saber qué hacer simplemente sigue su camino. Teniendo también un notorio color rosa en sus mejillas y un corazón palpitando rápidamente.