Un silencio abrumador habitaba en las calles frías de Seúl. Oscuridad reinaba únicamente. Ninguna señal de ser vivo había por los alrededores del perímetro, un lugar muy bueno para el asesinato del siglo.
Con velocidad y habilidad extraordinaria sobrepasa las rejas negras y altas con filosos adornos que separaban a su objetivo de el. Ágilmente saca las armas que estaban en su espalda sostenidas por sus fundas correspondientes y disparada a los guardias de la zona que protegían la entrada.
Tomando impulso al correr hace un salto en la que patea con su pierna derecha el picaporte de la entrada de dos puertas que rompiendo el seguro se abren estrepitosamente causando más bullicio al chocar con la pared.
De su bota izquierda saca un dardo y lo lanza incrustrandolo en la mano del oficial antes de que este avise sobre su presencia a los demás de sus compañeros. A pasos lentos y seguros sube la escalera sin dejar de tener la guardia a defensiva. Dos puertas son las que hay en el pasillo e ingresa en la más cercana siendo recibido por un amplio cuarto que contenía una cama y al lado de ella su objetivo arrodillado .
Saca el puñal que escondió en su mangas del traje que tenía, se acerca al cuerpo en el suelo, lo toma del pelo jalando de su cuello llendo atrás y coloca el objeto filoso en la garganta.
–Dame una buena razón para no matarte —Susurra el asesino mandando un escalofrío inquietante en el hombre.
–P-por favor,—Ruega el señor Kim— h-hablemos co-cordial mente.
Pensándolo por unos instantes, se levanta y deja al hombre libre. Este acomoda su espalda en el borde de la cama y mira al asesino posado en frente de él que cubría su identidad con una máscara tétrica de conejito.
–Te propongo un trato —dice sin titubear está vez.
–¿Cuál?.
–¿Ves está cama?, Pues aquí duerme mi hijo menor, un Omega, a cambio de que me dejes vivir te lo doy. Pero apenas tiene 14 años. Te pido regreses cuando ya cumpla 18, por favor.
Bloody Buuny pasa la vista por aquel adolescente. El tenía 16 años verdaderamente, pero aquella información era confidencial.
Al verlo dormir tan inocentemente, le dio lastima y pena el que su propio padre lo estuviese vendiendo para salvar su pellejo. Después vería que hacer con aquella situación y se encargaría de evaluar si era como el pensaba.
—Acepto.
Dice mientras agarra sus cosas y se va como si nada hubiese pasado en aquel lugar. Una camioneta negra se estaciona en frente de la casa y el sube en ella. Ya dentro se saca su máscara y se dirije a hablar con su mayor, el jefe «“Small Great Danger”».
Tal vez y si valga la pena esperar cuatro años más.
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Drabbles≈ └KookV┘
FanfictionHistorias que están en borradores, ideas que surgen e historias que tienen nueva posibilidad de poder ser leídas. Todo eso puesto aquí.