Capítulo XI
Pasos importantes
Cuando David entró a la cocina, encontró a Kira engullendo un emparedado y revisando detalladamente al pequeño robot que siempre lo acompañaba. Al no haberse percatarse de la presencia del recién llegado, Kira parecía hablar con toda la confianza del mundo a aquel aparato.
David, silente, observó al chico. Los pocos días que había pasado con él, le fueron suficientes para entender que se encontraba frente a un alma, que no había sido corrompida por el mundo. Su inocencia, amabilidad y entusiasmo por las cosas nuevas, habían dejado una grata impresión en David. Era también muy obvio, que no había tenido muchos amigos en su vida. Parecía eternamente agradecido de que una persona le diera los buenos días y que le preguntara con honesto interés, cómo se encontraba, y si había pasado una buena noche. Era agradable tener por lo menos a un compañero con una actitud positiva. Eso, según David, era un alivio.
-Buenos días, David –saludó, cuando por fin lo notó Kira-. Lo lamento, no te escuché llegar.
-No tengo mucho aquí ¿qué haces?
-Limpio a Pi. No está hecho para ambientes así, y todas sus partes comienzan a llenarse de arena.
-Pi ¿eh? ¿Cómo es que lo conseguiste?
-Lo construí yo cuando tenía ocho años, es mi mejor… -se detuvo, quizá pensando que era triste decirlo en voz alta.
-¿Ocho años? –preguntó David, pretendiendo que no había escuchado nada más- Eso es… impresionante.
-Gracias. Supongo que es para lo que fui creado, así que, si lo piensas… no… no lo es tanto
-¿Creado? –cuestionó confundido, David.
-Soy, una persona… in Vitro. Es decir, alguien se tomó la molestia de juntar un óvulo y un espermatozoide que tuvieran características adecuadas para el trabajo que se supone, debía realizar cuando alcanzara la edad correcta. También manipularon mi ADN para asegurarse de que así fuera. Una inversión segura… Así que, si lo piensas, no es tan impresionante… -explicó con cierto recelo.
-Pues a mí me lo parece –aseguró David, mientras se preparaba su propio emparedado, restándole importancia a aquella situación de ser “creado”, ya que presentía, molestaba a Kira. Éste último pareció agradecer el gesto-. A mí me cuesta trabajo hacer simple una llamada. ¿Por qué tantos botones? De verdad, pienso que la tecnología debería hacer más fácil la vida de una persona y no darle una úlcera crítica.
En ese momento, Pi volvió a la vida, mostrando en su pantalla lo que asemejaba a un rostro feliz. Tomó el sándwich de Kira, un cuchillo de la mesa y cortó a la mitad el emparedado, para después eliminar las cortezas del pan.
-Bueno, parece funcionar para ti –sentenció David al ver al robot en acción.
Mientras ambos desayunaban, David pudo notar cierta tensión en el rostro de su acompañante. Aunque trataba de disimularlo, era obvio que sus años de nula interacción social, le habían marginado de ciertas habilidades. Como por ejemplo, la sutileza.
-Sabes que todos estamos avergonzados de lo que sucedió ayer ¿cierto? No es como si hubiéramos hecho algo especialmente impresionante. Ninguno de nosotros. -explicó David
-Pero, lo intentaron. Es decir, hicieron frente a la situación y se defendieron… yo… yo en cambio, no…
-¿Frente a la situación? Kira, éramos dos gatos panza arriba. Ni siquiera sabíamos lo que hacíamos… Escucha, estamos aquí porque no tenemos ni idea de quienes somos o cómo pelear; nuestra defensa se basa en voltear hacia atrás y tirar golpes al aire.
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Focus Lumen 1: Factor Cero
Fantasy"Voy a encontrarte" Son las palabras que encierran la más épica de las batallas, esa que definirá el resto de la existencia humana. Después de un evento catastrófico que merma la vida en la tierra, bautizado como: "El colapso", la humanidad trata de...