Capítulo XXI
Una bestia dormida, un alma perdida.
La explosión tomó por sorpresa a los sellos, los cuales apenas se hacían una imagen mental de lo que los rodeaba: selva profunda y espesa. La humedad del aire era sofocante y la tierra estaba lodosa por el pequeño chispeo de gotas de lluvia que refrescaban un poco el caluroso ambiente. Árboles frondosos les impedían ver la mitad de lo que sucedía.
Monstruosas criaturas atacaban algo que se escondía tras gruesos arbustos, a unos cien metros de su posición. Disparos pronto dejaron en claro que se trataba de un grupo de humanos batallando por su vida. Los seres, (de piel escamosa con aspecto de petróleo apenas sólido) que los agredían, recibían un impacto de Lumen tras otro, y aunque claramente sí los lastimaba, era obvio que se necesitaría mucho más que eso para hacerlos retroceder.
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¿Qué son esas cosas? –cuestionó Kira embelesado por la escena
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Parac-tos –respondió Equímides- en su verdadera forma.
Explosiones de mayor potencia, dejaron en claro que los humanos decidieron atacar con armas de mayor calibre, algunos de los parac-tos salían despedidos y chillaban como perros atropellados. Los humanos comenzaron a avanzar en su ataque y pronto quedaron fuera del cobijo de los arbustos. Tessa y Kira los reconocieron al instante.
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¡Son soldados del sector armado de Oppidum Lux! –aclaró sorprendida Tessa.
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Ustedes humanos sí que no aprenden –se sonrió Gabriel- ¿Y qué demonios te figuras que hacen aquí?
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¡¿Y cómo rayos voy a saberlo?!
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Bueno yo… ¡Cuidado! –advirtió Gabriel.
Un descendente impacto no alcanzó más que a destrozar el suelo donde hacía apenas unos segundos, Gabriel y Tessa discutían. El obelisco había hecho a un lado a la chica, para después saltar por su cuenta. Un sujeto cubierto de pies a cabeza con la ya tradicional bata marrón, se incorporaba después de haber caído con tremenda fuerza. Se descubrió el rostro y dejó ver sus oscuras facciones, adornadas con una sádica sonrisa.
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Bienvenidos –saludó con espectral gruesa voz-. Los estábamos esperando.
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Pero veo que han empezado el baile sin nosotros – respondió Gabriel.
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En toda fiesta hay indeseados. No se preocupan, pronto se irán.
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Yo no estaría tan seguro –dijo Gabriel-. Tus mascotas parecen no estar a la altura.
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¡¿Dónde está David?! –gritó Tessa.
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¿Por qué no te acercas? Quizá te lo diga al oído –ironizó Baltasar.
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Será por las malas entonces –sentenció Gabriel con una sonrisa.
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Focus Lumen 1: Factor Cero
Fantasy"Voy a encontrarte" Son las palabras que encierran la más épica de las batallas, esa que definirá el resto de la existencia humana. Después de un evento catastrófico que merma la vida en la tierra, bautizado como: "El colapso", la humanidad trata de...