Capítulo XIII: Objetivos.

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Capitulo XIII

Objetivos.

 

         Joel examinaba las pantallas con los resultados de los últimos experimentos. Mordía su labio inferior, una manía que había adquirido desde sus días de estudiante y que repetía cuando las cosas no salían como las había planeado. Estaba parado en los laboratorios centrales de su base subterránea, justo abajo del imponente edificio principal de Focus Lumen que había construido junto a su imperio.

         Dos hombres de edad avanzada ataviados con batas, esperaban nerviosos la resolución de su jefe. Habían fallado nuevamente. Las pantallas mostraban la anatomía de tres personas diferentes, dos mujeres y un hombre, cada uno rodeado de datos desglosados acerca de su código genético y respuestas bio-eléctricas. Los resultados exponían una completa incomunicación entre el cerebro y sus canales nerviosos; las personas se encontraban en estado vegetal y habían perdido la capacidad de respuestas básicas como: dolor, hambre y sueño. La columna vertebral de cada espécimen, había sido invadida por las ramas nerviosas sintéticas, creadas por los implantes artificiales que se instalaron para tratar de darle un control consciente del Lumen a los tres sujetos. Los implantes habían actuado de manera imprevista. Pasando de simples parásitos invasores, a un cerebro alterno, tomando completo control del sistema nervioso del huésped.

-¿Cuál fue el problema esta vez? –preguntó Joel.

-Señor Nichols. El mismo problema de siempre; no hay forma de hacer que ambos sistemas trabajen en conjunto. Uno siempre termina eliminando al otro. Sin el código genético exacto, el parásito y el humano no pueden ser compatibles.

-¿Y la respuesta del Lumen?

-Fue positiva esta vez –respondió el otro científico, aliviado de poder dar alguna buena noticia-. El implante muestra señales de una comunicación directa con la energía, es decir…

-Es decir, que de no haber pasado a una inconsciencia permanente, el sujeto habría sido capaz de manipular el Lumen –completó Joel la frase.

-Sí… sí, señor.

         Pero para Joel, no era nada parecido a una noticia. Él sabía que los implantes iban a realizar las funciones para las que habían sido creadas; obedecían los mismos principios del núcleo condensador que su abuelo había creado hace ya tantos años, y que permitían a los aparatos funcionar con la energía vital. Él sabía, que por sí sólo, el parásito podía manipular Lumen; pero como parásito, su segunda función era instalarse de forma discreta en el cuerpo humano. Apoderarse del sujeto y quitarle la consciencia en su totalidad, dificultaban un poco que la persona tuviera control total sobre la energía.

         Una pantalla ubicada en el extremo contrario de la habitación, emitió un ligero silbido. Joel se dirigió al aparato y tocó su superficie. Una mujer joven y ataviada con un uniforme blanco, le informó que su cita había llegado.

-Bien –respondió Joel y se volvió a los científicos- Seguiremos después, pueden retirarse –dicho esto, abandonó la habitación y recorrió un iluminado pasillo, hasta llegar a las puertas de metal pesado del elevador.

         Dio un código de acceso y las puertas se abrieron de par en par; Joel entró y el aparato comenzó su ascenso de inmediato. La ansiedad se apoderó del hombre, y eso era algo que no sucedía muy a menudo.

Y no era por el experimento fallido, era de esperar que el resultado fuese negativo; hacía ya mucho tiempo que se había convencido de que el cuerpo humano no podía ser manipulado de tal manera. Ni siquiera era por el hecho de haberles costado la vida a tres personas más. No era de su interés, pues él perseguía algo más grande que una tripleta de existencias menores. Sacrificios tenían que hacerse para llegar al objetivo primario.

Focus Lumen 1: Factor CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora