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32. Palabras de sangre

- Puedes parar, por el amor de dios?! -Jin se alejó de su maknae con asco.

Los tres estaban parados debajo de lo que esperaban fuera la rejilla que conducía al sótano del almacén. La alcantarilla los estaba deprimiento, puesto que las paredes estaban llenas de moho y agua estancada que amenazaba con dejarles el olfato jodido con cara respiración.

JungKook estaba de cuclillas, lanzando piedritas contra los sapos que chapoteaban en el agua podrida, salpicando de vez en cuando a sus hyungs.

- Jungkook! Jin hyung tiene razón, ya deja a los sapos en paz! -chilló TaeHyung.

- No son sapos, son escuerzos. -murmuró el menor mientras miraba fijamente a las criaturas que se agitaban entre el agua podrida. Les sacó la lengua al tiempo que recogía otra piedra.

- Cuál es la diferencia? Si los dos son asquerosos. -murmuró Jin.

- Los escuerzos son mas grandes y pueden asesinarte por la noche. -dijo Jungkook, Tae miró al mayor de ellos consternado.

- Qué? -en ese momento, Jungkook lanzó la piedra, golpeando a uno de los bichos en la cabeza.

- Deja de tirarles piedras! -chilló Jin.

En respuesta, su maknae le salpicó un poco de agua tóxica en los zapatos, cuasando que Jin chillara y le diera una patada en la espalda que lo lanzó al agua.

- QUE ASCO HYUNG! -gritó JungKook manoteando a los sapos lejos e intentando levantarse.

- ME ESTÁS SALPICANDO JEONGGUK! -gritó TaeHyung mientras Jungkook resbalaba en el alcantarillado.

- SÁCAME DE AQUÍ!

- CÁLLENSE LA B...! -el grito de Jin fue interrumpido por un estruendo colosal, logrando que los tres se quedaran estáticos.

- Esa fue la explosión, tenemos que subir. -soltó Tae mientras levantaba la rejilla, JungKook se agarró del pantalón de Jin para subir, y los tres salieron de ese horrible conducto de desagüe.

- Aire fresco... -suspiró JungKook.

- Noona no te besara ni de casualidad. -rió V.

- Shh! -Jin puso el dedo anular sobre sus labios.

Los tres caminaron agachados por entre los contenedores, oyendo tiroteos alejados y un peculiar grito de
Hoseok.

- Busquen a Jimmine, yo iré a reforzar con Joonie.- dijo Jin, ambos chicos asintieron.

Los dos jovenes se separaron, rodeando el almacén y rebuscando entre las distintas cajas y demás.

- V, creo que están por aquí. -Kook le hizo señas apuntando a un grupo de contenedores que se cerraban en fila, formando una pared.

En efecto, detras de las inmensas cajas de chapa, JiMin estaba atado a una de las vigas, con pinta de estar en el quinto sueño.

- Sigue buscando a Suga hyung, yo me encargo de JiMin. -dijo JungKook al tiempo que dejaba su arma y se ponía a desenredar a su hyung de entre las cadenas.

- Yoongi... -susurró este.

- V lo está buscando, no te preocupes. -Jimin parpadeó varias veces con los ojos bizcos mientras movía la cabeza de un lado al otro.

A Jungkook le dió risa, le hubiera gustado sacarle una foto a su hyung en ese momento, pero luego se recordó que no era tiempo para juegos.

- No, no... No lo toquen... -murmuró Jimin. Luego agarró de las mejillas a a Jungkook y lo acercó hasta pegar sus narices. - Boom.

- Q-qué? -susurró intentando alejarse, pero las manos del pelirosa se clavaban en los costados de su cabeza. Jimin abrió mucho los ojos, gesticulando con lentitud.

- Boom... Bom... Ba... Suga... -JungKook asintió alejándose de él.

JiMin le estaba advirtiendo sobre la bomba en el cuerpo de su novio, una bomba que podría explotar en cualquier instante.

- V! No toques a Suga hyung! -exclamó al aire, confiando en que el eco hiciera que sus palabras le llegaran.

- Copiado! -oyó su respuesta. Jimin volvió a tirar de él.

- Tss, tss... -susurró tocando su muñeca, finjiendo una inyección.

- Si, hyung, estás drogado. -coincidió Jungkook, de cuclillas frente a él.

Jimin asintió suspirando. El menor sabía que su hyung intentaba decirle algo, sin embargo, sus sentidos no le dejaban articular palabra alguna con coherencia.

- Qué? Qué sucede? -murmuró mirándolo a los ojos. Jimin boqueó como si quisiera hablar pero no pudiera. - Hyung, qué pasa?

- Co... Cod... -agitó sus manos al tiempo que balbuceaba.

- Cod... O? Codo? Colador? Cocodrilo? Comando... ?- Jimin abrió la boca ante eso. - Comando? -negó. - Comando, comando... Código!

Ante eso, el mayor asintió, luego tomó a Jungkook del codo mirándolo seriamente. Mostró dos dedos en su mano derecha, luego uno, luego su puño cerrado y luego titubeó al alzar ambas manos y mostrar siete dedos.

- Veintiuno cero siete? -JiMin asintió. - Qué es, para qué es el codigo, hyung?

JiMin volvió a balbucear mientras simulaba una explosión entre sus manos.

- Suga... -sus ojos se llenaron de lágrimas. - Salvalo, p-por... Por favor.

- Lo haremos, JiMin hyung, te prometo que Suga hyung estará bien.- murmuró intentando ayudarlo a incorporarse.

Debía dejar a JiMin en un lugar seguro, e ir a evitar que Suga explotara junto con todos ellos en ese almacén.

Caminaron un par de metros, el mayor sentía que caminaba sobre gelatina y respiraba formol de lo drogado que estaba, pero aún así, a Jungkook le conmovió el hecho de que su primer pensamiento era sobre Yoongi.

Durante un milisegundo, fantaseo con que JeolMang se preocupó igual por él durante el tiempo que estuvo desaparecido.

Entonces, JiMin se detuvo, estático, mirando un punto fijo y perdió el equilibrio cayendo al suelo.

- Qué pasa, hyung? -soltó Jungkook intentando levantarlo una vez mas.

El pelirosa alzó su brazo, con los ojos abiertos como platos, apuntando algo por encima de los hombros del menor. JungKook siguió la dirección de sus ojos hasta toparse con Jin.

- Hyung! - exclamó levantándose, Jin alzó una mano hacia él y estuvo a punto de decir algo.

Justo en el momento en que sus labios se abrían para formular las palabras, un balazo sonó y el menor pudo ver con claridad como sus labios se desbordaban de sangre al mismo tiempo que perdía las fuerzas y su cuerpo caía al suelo.

No tuvo tiempo a nada, puesto que Marcella estaba parada justo detrás de él, y Jungkook no pudo mas que esconderse detrás de un contenedor.

- No te escaparás tan rápido de mi, maldito!