6. Secuelas

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— Dónde está mi puto celular? —soltó Suga.

— Le dejaste en tu casa, no recuerdas? —se limitó a aclarar Jin.

— Lo lanzó contra la pared. —rió Ímogen. Al parecer, los efectos del gas la habían dejado un poco... Idiotizada.

— Qué? Te parece gracioso? —se puso él a la defensiva.

— Sí. —soltó mordiéndose la lengua, luego soltó una carcajada, Jungkook la abrazó mas a su pecho con recelo.

— La única razón por la que te la dejo pasar es porque así eres menos irritante. —se cruzó de brazos Suga.

— Valientes palabras para alguien que el noventa porciento de las veces está discutiendo. — murmuró Jin.

— Y TaeHyung? — cambió de tema Jungkook mientras le quitaba a du novia el cabello del pelo. — Amor, deja de soplarme la cara...

Ímogen soltó otra carcajada, y Kook debió abrazarla para que no cayera al suelo.

— Marcella le esta dando la charla. —dijo Jin.

— La charla? Pero si él y Hoseok deben estar más que informados sobre...

— No esa charla, Suga! Están hablando sobre el... Empleo, la vacante, como le quieras decir.

— Ah, ya. —asintió el peliverde. — Yo no sé ustedes, pero tengo sueño, me voy a hechar una siestita de unas... Doce o trece horas. Si hay alguna emergencia... No se molesten en despertarme.

Y dicho eso, Suga se acostó en el suelo y se durmió. Jungkook bajó la mirada a su novia temporalmente boba, quien le sonreía de la manera mas genuina posible.

Yoon se veía tan... Tan feliz en ese estado. Jungkook se preguntó si sería mejor que se quedara así. La chica que él conocía jamás hubiera sonreído así, dudaba que siquiera hubiera tenido las razones para hacerlo.

— Porqué estás tan feliz? —le susurró mientras acariciaba su mejilla, ella cerró los ojos dejándose hacer. Soltó una risa tonta antes de responder.

— Porqué estás aquí conmigo. Y ella está lejos lejos lejos... —canturreo estirando sus brazos.

— Quién está lejos? —frunció el seño. Yoon abrió sus ojos como platos.

— No está lejos. —dijo con seriedad.

— Qué?

— Qué? —frunció ella el seño. Luego volvió a sonreir como tonta.— Estas aquí?

— Yo? —soltó confundido.

— Es que, ella esta lejos y estaba allí, y tú estabas allí, y yo estaba allí y... Alto, estoy lejos? Jungkook, dónde estoy? —se incorporó de golpe. — Dónde estamos?!

— Ímogen, te quieres calmar? —Jin la volvió a sentar. — Caray, cuándo se le irá el efecto?

Jungkook volvió a arrullarla como a un bebé mientras ella miraba mal a Jin. Justo en ese momento salió TaeHyung, con una mochila en mano y una expresión conforme.

— Y?

— Estoy dentro... —sonrió acercándose a la puerta trasera del camión. — Y estoy fuera.

Dicho esto, abrió la puerta y saltó del camión, y repito, saltó del camión en movimiento, aterrizando en una perfecta segunda posición vertical de ballet, y volteandose a tiempo para darles un saludo militar antes de que el camión lo dejara atrás.

Jin se precipitó hacia la puerta, y llegó a gritarle unos cuantos insultos de vieja.

— ...ERES UN IMBÉCIL DESCUIDADO, PERO QUÉ CARAJO CREÍAS QUE HACÍAS?! —soltó con furia cerrando de un portazo, se giró hacia una coronel que lo observaba cruzada de brazos. — Porqué mierda le permitió hacer eso?

— Porque si, TaeHyung trabajará desde su base, así no correré el riesgo de quedarme sin coartada. —respondió ella.

— Con eso se refiere a que se asegura de que uno quede vivo. —le susurró Yoon a Jungkook, mirando con recelo a Marcella.

— Y porqué le dejó saltar del puto camión en movimiento? Pudo haber muerto! —insistió mamá Jin.

— Tranquilizate mujer, como máximo de hubiera roto una pierna. —lo calló Suga lanzándole un zapato.

Jin lo atrapó en el aire y se lo devolvió dándole directo en la nuca, el incendiario soltó un quejido pero no se levantó para seguir la riña.

— Su cabello es horrible. —soltó Yoon al tiempo que observaba a Marcella.

— Te puedo oír, niña. —murmuró Marcella antes de volver al frente del camión.

— Estás tentando la suerte, Ímogen. —advirtió Jin.

— Cállese viejo. —mascullo ella volteandose. Ambos suspiraron cansados.
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TaeHyung volvió a su casa rápidamente, sacó todo el equipo que Marcella gustosamente le había proporcionado y lo desplegó por su lado de la habitación. Una sonrisa ansiosa se deslizó por sus labios.

Algo que encontraba beneficioso es que TaeHyung jamás encontraría un trabajo aburrido, cada hackeo, cada plan tenía su chispa de adrenalina, si te atrapan, ese era el detonador de diversión para él; correr el riesgo de ser atrapado, estar en una constante carrera contra el enemigo.

La coronel había sido clara; habría una junta con varios espías enemigos, su objetivo era ver dónde, cuando y cómo, y tenía veinticuatro horas.

El peligris tronó los dedos de sus manos y se puso a trabajar. Todo el lugar estaba en completo silencio, si alguien hubiera entrado a la habitación en ese momento, dudosamente hubiera distinguido al chico allí, el único movimiento visible era el teclear de sus delicados dedos sobre el viejo pero poderoso teclado que tenía.

Buscar informacin siempre le había resultado fácil, pero borrar sus huellas? Eso era lo complicado; era como caminar sobre una telaraña, un mal paso y quedas pegado al hilo, sin otra opción que esperar la llegada de la araña.

— Alexa, pon a sonar 'Saturday Night'.

Tae sonrió al tiempo que la canción comenzaba, y se relajó mientras se levantaba a prepararse un café, le esperaba una larga noche.

La segunda noche sin Hoseok.

— El está bien, deja de pensar así.—se reprendió a si mismo mientras esperaba la cafetera.

No volveré, estoy muerto. — una pintada de dolor se disparó en su cabeza, se tomó la frente y negó mientras dejaba el café en la mesada.

— Mejor me tomaré un analgésico.—murmuró sacudiendo la cabeza, intentando quitarse esa sensación de malestar de encima.— Me cago en el puto gas alucinógeno.

Buscó la pastilla en el botiquín del baño y se la tragó junto con un vaso de agua. Miró con recelo su café, ahora no podría tomarlo hasta pasadas unas horas.

Suspiró, caminando de vuelta hacia su computadora. Lost On You estaba sonando ahora, y no ayudaba con la situación.

Esta sería una larga noche.

La primera noche sin Hoseok.

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