33. Perdidos en el laberinto

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— UN DOCTOR! —Ímogen abrió la puerta del hospital de un portazo, arrastrando a Hoseok con un brazo bajo sus hombros. — Por favor, le dispararon!

En poco tiempo estuvo rodeada de paramédicos, que montaron a Hoseok en una camilla y lo llevaron por los pasillos, cruzando puertas y puertas y confundiendo mas y mas a Confirmación en ese laberinto de hospital.

— Despejen el quirófano!

— Anestesia local!

— Local no, idiota! —un enfermero miró a la doctora que lo regañaba con pánico, Confirmación tomó al jóven del hombro y le impidió entrar al quirófano con los demás.

— Tú no le pondrás un dedo encima.—murmuró empujándolo por el pasillo.

Luego se sentó en frente de la puerta, y consideró rezar para que Hoseok no se muriera.
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Jimin miró a su alrededor, todo era confuso pero sabía que estaba escondiéndose de MClean. Oyó pasos a su izquierda, decidió correr hacia la derecha.

Adrenalina, necesitaba moverse y quitar el sedante de su sistema.

Corre.

— Park!

— Suga! —gritó intentando dejar atrás la voz de su cazadora.

Suga no iba a responder, no sabía porqué pero estaba seguro. También sabía que V estaba con él, pero tampoco sabía porqué.

También sabía que alguien había muerto. Jungkook se lo había dicho.

Dónde estaba Jungkook? El chico debía estar huyendo también.

— Boo. —Marcella apareció delante de él, Jimin trastabillo y cayó al suelo de espaldas.

— N-no! —exclamó retrocediendo y levantándose torpemente para correr hacia otro lado.

Marcella lo seguía a paso firme y lento, caminando detrás de él como quien pasea un perro, el pelirosa cerró los ojos intentando pensar con claridad.

— SeokJin. —mascullo.

— Pronto lo verás. —dijo tomándolo del cabello y arrastrándolo con ella.

Jimin lloriqueo, pero prefirió eso a que Marcella se centrara en Suga.
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TaeHyung forcejeaba con el intrincado cableado de la bomba que rodeaba a Yoongi como una telaraña, seguro de sus capacidades, había decidido desmontarla sin su equipo.

— Necesito comprobar la polaridad.—mascullo mirando el cable verdoso.— Joder, cómo mierda haré eso sin un buscapolos?

— Veintiuno cero siete! —la voz de Jungkook casi logra que Tae arranque un cable del susto.— El código es veintiuno cero siete!

El moreno apartó a TaeHyung de un empujón e ingresó los dígitos wn el receptor inalámbrico. La caja de explosivos dejó de parpadear, y se quedó muerta. Los dos jóvenes se dejaron caer en el suelo.

Tae miró ahora el enrejado de cables, y se dió cuenta del miedo y el alivio que tenía. Min YoonGi pudo haber muerto hacia segundos. Todos pudieron haber muerto.

Se incorporó para desenredar a su hyung, sintiendo como sus músculos se destensaban. Solo en ese momento pudo ver a Jungkook.

— Kookie, porqué lloras? —Jungkook estaba hipando descontroladamente, se llevo una mano a la cara manchada de lágrimas y luego miró a su hyung.

— Todo esto se nos fue de las manos. —susurró mientras se incorporaba.— Hay que irnos ahora.

— Q-que?

— Quiero... Quiero irme de aquí, hyung. Porfavor. —dijo con desesperación.

V miró a su maknae y supo al instante que le estaba ocultando algo. Se levantó tomando su automática.

— Encárgate de Suga hyung y salgan de aquí, iré tras Jimin hyung. —el menor suspiró con cierto alivio y comenzó a tironear de los cables.

V trotó intentando seguir los sonidos de los gritos de Jimin y NamJoon, encontrándose al último primero.

— Hyung!

— V! Dónde está SeokJin? —soltó el estratega. Tae no supo responderle.

— Estaba buscándote la última vez que lo vi, dónde esta Hoseokie?

— Uh... Con Imogen. —soltó NamJoon apartando la vista. — Hay que encontrar a JiMin.

— Ve por la derecha, yo iré por allí.

Ambos se separaron, rodeando los contenedores.
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— Estoy despierto.

— Mierda! —Jungkook pegó un salto lejos de Suga, el mas pálido se llevó una mano a la frente mientras se incorporaba y casi tropezaba con los cables en el suelo.

— Qué es todo esto?

— Jin hyung está muerto. —mascullo Jungkook. Suga lo miró con seriedad.

— Qué?

— Marcella le disparó. —el rostro de Jungkook estaba tenso en una expresión desconsolada. El mayor no sabía cómo sentirse.

A su parecer, una gran sensación de incomodidad y desconfort lo habia atacado de la nada. No podía imaginarse a Jin muerto, era simplemente incoherente.

— D-donde está JiMin? —soltó desviando la vista. No quería pensar en nada.

— N-no lo sé... Yo... —Suga tomó la metralla de Jungkook entre sus manos sin dejarle hablar.

— Jungkook, sal de este lugar. —soltó mientras miraba a su alrededor. — Ya has ayudado lo suficiente, quédate afuera.

— No. —susurró levantándose. — No le voy a dejar solo, hyung.

— Entonces levántate.—declaró tendiendole la palma de su mano.

Jungkook se incorporó sin mucha convicción, de la nada, tenía miedo de morir. Tenía miedo de que Marcella apareciera a su espalda y le disparara.

Sentía arder su nuca, como si la bala le hubiera allegado también a él. No dejaba de voltear una y otra vez hacia atrás, no dejaba de ver la sangre espareciendose por las mejillas de SeokJin una y otra vez.

— Jungkook, desespabilate, no es tiempo de que te desconcentres ahora. —lo retó Suga.

El castaño asintió, siguiendo a su mayor a travez del laberinto de contenedores, hasta que llegaron.

La escena dejó errático a Jungkook, Kim Taehyung apuntaba a Marcella con su milimétrica, al tiempo que esta encajaba un cuchillo bajo la barbilla de JiMin.

— Te voy a asesinar, y vas a morir solo. — pronunció esas palabras como si fueran un testamento, al tiempo que hacía presión sobre el cuello del pelirosa.

— No está solo. — un disparo se oyó, y Marcella soltó un alarido al tiempo que soltaba a Jimin y se tomaba el brazo.

El cañon a manos de Suga soltaba humo, Jimin se incorporó casi con desespero para abalanzarse hasta él, sin embargo, Suga lo esquivó y descargó toda su munición sobre MClean.

Uno, dos, tres ráfagas de balas agujerearon el pecho y el rostro de la coronela, y su cuerpo se dejó en el suelo como si se le hubiera acabado la batería. Suga disparó cuatro veces mas, y al fin, se volteó a ver a JiMin.

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