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Max.
Oh, no.
¿Cuánto había escuchado?
—No queremos problemas, Reineck. —dice Brett, quitándose con asco el brazo de Dante de alrededor de sus hombros.
Se da vuelta y lo enfrenta con la mirada.
—¿Ya te recuperaste del balazo? —digo, sorprendido de verlo en un club y no haciendo reposo en una cama.
La mirada de Dante se oscurece.
—¿Qué te importa a ti? —se acerca varios centímetros y me observa desde arriba queriéndome ahorcar con sus propias manos.
Brett se levanta y se pone entre Dante y yo.
Quiero ignorarlo sino tendría que romperle la nariz, y no quería que me prohíban la entraba al club.
—Vete a molestar a otros. —dice Brett amenazante.
Dante resopla.
—Ni te creas que va a quedar así, casi me matas Milton. Al final eres igual a tu padre.
Lo último hace que Brett apriete sus puños. Incluso yo sentí su furia.
Sin embargo, el de cabellos verdes no le dice nada. Se limita a asesinarlo con los ojos.
Dante, tras dedicarme una mirada de desprecio, se da vuelta y se va por donde vino.
Yo suelto el aire contenido, rezando porque no haya oído nada de mi charla con Brett.
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Jackson.
Mis pasos se mueven al compás de la música.
Las manos de Brett se encuentran en mi cintura.
Sus labios rozan la comisura de mi boca de vez en cuando. Como si fuera un movimiento involuntario e inocente.
Pero, incluso en mi estado de embriaguez, sé que nuestras intenciones no son nada inocentes.
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Red.
Romance¿Y si te enamorases sin querer del chico del bando enemigo? ¿Qué harías? Porque Max Gallant no tiene la más mínima idea. 《4to libro de la saga Rainbow》
