Capítulo 21: Dante, Dante, Dante...

5.6K 487 182
                                    

Chester

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Chester.

Mi historia con Dante es simple.

No nos llevamos de la mejor manera y solo nos apoyamos verdaderamente en las malas situaciones.

Sé que en el fondo (muy en el fondo), nos queremos incondicionalmente.

Y aunque nos tratábamos mal un poco en broma, su tono de voz de recién había sonado más serio, nunca me hablaba así. Excepto cuando me metía en líos. Por eso camino un poco dudoso hacia la puerta entreabierta de su cuarto.

¿Hablar conmigo? ¿Qué había hecho?

¿Sería porque estaba todo el día acostado mirando el teléfono por si Max me contestaba?

Golpeo la puerta y la empujo para observar a mi hermano.

Está sentado en la cama, con la vista fija en el suelo. Tiene sus manos entrelazadas encima de sus piernas y una expresión inescrutable.

Me subo a la cama. Me siento despacio sin dejar de mirarlo.

-¿Qué sucede?

Dante solo me tiende su móvil.

No entiendo nada hasta que veo las imágenes reproduciéndose en la pantalla.

Siento que me baja la presión. Oh, no.

El vídeo termina y yo me quedo callado, aun con su móvil entre mis dedos.

-¿Quién más lo ha visto? -digo con un hilo de voz.

Fuimos tan imprudentes.

-No lo niegas. Genial. -su voz transmite rabia.

¿Cómo iba a negarlo? El vídeo estaba tan claro, era irrefutable.

-El pelirrojo lo ha visto. -agrega. Y si creía que antes me faltaba el aire, ahora estaba peor. No me digas que...-. Le he dicho que te deje en paz.

Mis ganas de matar a Dante eran tan grandes como el alivio que me recorrió el cuerpo.

No me abandonó. No me usó y se fue. Dante lo obligó.

-¡¿Por qué te metes en mi vida?! -exclamo furioso, parándome y enfrentándolo.

Él se altera también. Nunca le ha gustado que le griten.

-¡Me preocupo por ti, idiota!

Sus manos van hacia mis hombros y yo lo empujo.

-¡Sé cuidarme! No te necesito, Dante. Aunque no lo creas no todo el mundo te necesita.

-¡¿Me estás jodiendo, imbécil?! -la vena en su frente hace presencia y sé que esta tan cabreado como yo- ¿Un Dark Shadow? ¿Te has vuelto loco?

-¡Tú te has vuelto loco al meterte en mis relaciones!

A este paso los dos ya estábamos gritando. Solo esperaba que papá no esté en casa.

Red. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora