Max.
Era chocante la imagen de Dante Reineck en un lugar que yo consideraba como no segunda casa.
Como si no fuera lógico no atacarlo, echarlo, reclamar el lugar seguro como nuestro. Una base donde no se permitían intrusos.
Pero nadie parecía siquiera molesto por la presencia de Dante.
Supongo que ahora tendría que llamarlo cuñado.
Yo me acerco a la mesa, Chester tarda unos segundos más en sumarse a mí. Sin ser capaz de salir del trance.
—¿Qué está pasando aquí? —pregunto en tono autoritario ganándome las miradas de todos los integrantes. Mi mirada choca con la de Dante, y como es costumbre, las chispas vuelan entre nosotros.
La realidad es que Brett no me había explicado mucho por teléfono. Lo único que sabía es que un Reineck estaba en El Galpón solicitando una reunión con los Dark Shadows. Y eso era lo suficientemente raro como para que estemos todos presentes.
Dante intenta suavizar la mirada. Abandona mis ojos y se dedica a observar a su hermano, aunque me esté hablando a mí.
—Sé que puede resultar raro que yo venga a decir esto, pero quiero advertirles.
—¿Qué haces aquí? —dice Chester a mi lado, en un hilo de voz. Claramente perdido en sus pensamientos.
Dante no le contesta y sigue hablando, esta vez pasando la mirada por todos los presentes.
—Mi padre vendrá a atacarlos aquí mismo. Quiere llegar de sorpresa y ha preparado a todo su grupo.
El silencio es corto cuando todos estallamos en exclamaciones y gritos.
—¡¿Cómo sabemos que tú no eres la trampa?!
—¡Deberíamos matarlo ya!
—¡Nos reuniste aquí para que tu padre pueda matarnos a todos juntos!
Y mil cosas más.
Es Brett quien lo hace callar. Mira fijamente a Dante, quien no se había inmutado por los chillidos de los Dark Shadows.
—¿Por qué nos estás diciendo esto? Estoy totalmente seguro de que nos odias y nos quieres ver muertos. Ya has intentado matarnos de hecho...
Los ojos de Dante van directamente a Chester.
—Por algún motivo le caen bien a mi hermanito, y él es más importante para mí que todo el maldito negocio familiar.
Sonaba tan sincero que no pude evitar sentir cierta simpatía con Dante Reineck.
—Cuéntanos con detalles los planes de tu padre, Dante. —George toma asiento.
—¡¿Vamos a creerle a este desgraciado?! —James está casi rojo de furia—. ¿Acaso han olvidado que quiso matar a Max?
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Red.
Romance¿Y si te enamorases sin querer del chico del bando enemigo? ¿Qué harías? Porque Max Gallant no tiene la más mínima idea. 《4to libro de la saga Rainbow》