Brett.
Doy vueltas y vueltas por el cuarto.
Me froto la cara y me despeino intentando quitarme los nervios y el estrés.
—¡Nadie te pidió que lo investigaras! —exclama Jackson, desde nuestra cama.
Llevamos varios minutos discutiendo. Y ahora estoy esperando que Max me pase las fotos que tomo en el departamento de Asher.
—Como tu novio, es mi trabajo preocuparme por ti, bebé.
Las fotos de Max me llegan y le paso mi móvil a Jackson.
Él no lo toma, ni siquiera lo mira. Se cruza de brazos y se voltea.
—No me interesa, es la privacidad de él y ustedes la han violado.
Abro los ojos como platos, incrédulo.
—Jacky, bebé, te estoy diciendo que este sujeto es peligroso. No quiero que te pase nada.
Él duda y finalmente me corresponde la mirada. Veo un poco de miedo. Me mira a los ojos y luego los baja al móvil.
—Sé cuidarme solo... —murmura, pero toma mi móvil y observa las imágenes.
Analizo su expresión mientras va deslizando el dedo y mirando todas las fotos.
Se pone pálido, se queda mirando un punto fijo cuando termina y me devuelve el teléfono.
—Mira, lo siento, no quería entrometerme en tu vida o...
—Tú eres parte de mi vida, Brett.
Sonrío pero continúo mi explicación.
—Simplemente lo hice porque me daba mala espina.
—Gracias... —murmura, con la cabeza gacha. Quiero saber lo que está pensando. No quiero que esté asustado de este sujeto, no quiero que se preocupe.
Yo lo abrazo contra mi pecho. Lo siento sollozar y mis ganas de matar al doctorcito aumentan.
Sé que le hizo algo esa noche que lo fui a buscar al departamento, y aunque Jackson no me lo haya contado, todavía piensa en ello.
—Te prometo que no se te acercará, Jackson. Primero tendrá que matarme.
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Red.
Romansa¿Y si te enamorases sin querer del chico del bando enemigo? ¿Qué harías? Porque Max Gallant no tiene la más mínima idea. 《4to libro de la saga Rainbow》