III: Neutralidad y... ¿te acompaño a casa?

496 112 20
                                    

No me creía que iba a estar de pareja con Lee Yoonsuk, y comprobé que no era un sueño cuando vi todas las malas caras de las féminas sobre mí, deseando aniquilarme con la mirada.

Pero apenas les dirigí una gélida mirada, dejaron de observarme. Eso era lo bueno de ser inexpresiva.

Era un simple trabajo, no era que iba a enamorarme de ése chico ni mucho menos, pero así eran las sasaengs de Lee Yoonsuk.

Se creían con el derecho de dominarlo.

—Bueno, esa ha sido toda la clase de hoy, pueden retirarse. –Avisó el profesor dando por terminada la lección de ése día.

Guardé mis pertenencias dentro de mi mochila de cuero blanco, esperé a Haeri que guardara sus cosas y ambas procedimos a salir del aula, para irnos a la cafetería.

—Kaya... en serio me preocupa lo que está haciendo tu padre, ¿no crees que sería mejor denunciarlo a la policía? –Sabía que ella no dejaría el tema, por su tono preocupado no lo haría.

Ah, aquí vamos otra vez...

La miré con obvio cansancio a sus palabras.— Haeri-yah...

—No, ningún «Haeri-yah», hablo en serio. –Declaró con total seriedad en su rostro, cosa que me sorprendió bastante.

Era la primera vez que la veía tan molesta por algo.

Chasqueó su lengua, llena de frustración por mi indiferencia ante la situación que sabía que era grave.

Pero como dije, no tenía más opciones.

—¡Temo por tu vida, Kaya! Aigo... –Resopló pasando las manos por su cabello, seguido aclaró su garganta y enderezó su postura.– olvídalo... vamos a comer.

No objeté ni concordé con ella en más nada, el tema quedó zanjado allí en esos instantes. Cosa que agradecí en mis pensamientos.

Me fijé en que mi nuevo compañero de proyecto había salido de último, y fue inevitable el cruzar miradas por el pasillo.

—¡Hyung! –Oímos Haeri y yo a unos metros de nosotras.

Go Hyesuk se acercó en trote hacia el pelinegro, el cual hizo un asentimiento de cabeza a modo de saludo y ambos se fueron a la cafetería.

Bien, Yoonsuk estaba olvidando que teníamos que ponernos de acuerdo para la canción del proyecto, pero no iba a ir tras él por algo que también era su responsabilidad.

—Vamos. –Alenté a Haeri a caminar hacia la cafetería, de seguro Seokjung nos estaría esperando.

Luego pensé en mi padre, o es así como se supone que debería llamarlo si fuera normal.

Pero estaba más que claro que mi supuesto progenitor era cualquier cosa menos eso.

Un padre.

Un padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝖘𝖙𝖔𝖓𝖊 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙 💙 novela cristianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora