𝖘𝖙𝖔𝖓𝖊 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙 💙 novela cristiana

Outtake

Rojo. Odio el color rojo.

Afirman que es un color vivo, cálido y brillante que alegra los escenarios creados por la vida misma, escenarios que, al igual que todos, tienen detrás de escenas muy crudas y reales. El color rojo solo me recuerda dolor, muerte, oscuridad, profundas naúseas en mi aparato digestivo. Incontrolable odio al mismo.

Inhalo, exhalo. Dolor, sufrimiento, desistir de la vida..

Desde muy pequeña, la pesadilla había cobrado vida, para atormentar mi realidad como si la inocencia fuese una fachada de mi ser, y tal pesadilla se la llevó por completo; golpes secos y violentos, primero a mi madre y luego a mí, no conforme con ello comenzó a abusar de ella incluso sin importarle que yo escuchara los desgarradores gritos provenientes de la garganta de mi madre.

Oh, amaba hacernos sufrir, y mi madre se hartó de ello un día. Iba a escondidas a una iglesia sin decirme, y un hombre de la misma se enamoró de ella y viceversa; prometió que nos ayudaría a salir ilesas de ahí al saber de nuestra condición, que haría encarcelar a Pierce Benson y anularía el matrimonio de mi madre y él, solo teníamos que esperar a que mi padre no estuviera un día en casa.

Y cuando creímos que seríamos libres, que podríamos vivir tranquilas sin dolor, sin oscuridad, sin sufrimiento, él apareció.

—¡Maldita zorra! ¡Ni tú ni la zorrita de tu hija se irán de aquí!

Yo llegaba de la preparatoria, dispuesta a ayudar a mamá a irnos de aquel infierno, pero no, el muy desgraciado apareció y joder… ¿por qué hacernos esto?

La sangre comenzó a formar un oscuro y carmesí charco sobre el piso de mármol de la casa, mamá sostenía fuertemente la Biblia en su mano derecha con la vista perdida y carente de brillo en la puerta principal, puerta que ya se encontraba cerrada a mis espaldas. Entonces, la bestia me miró, y sonrió de manera cínica a mi dirección, dejando caer al suelo la botella rota de vino el cual su líquido se entremezclaba con la sangre de mamá. Mi mente y todo acto de poder generar un pensamiento fue apagado, solamente podía mirar el cuerpo inerte y ensangrentado con moretones y puñaladas adornando la tez bronceada de mamá.

—Tu madre fue una perra, y ahora tú y yo nos vamos lejos, querida. –Avisó empujándome con fuerza hasta las escaleras de roble de la casa.— muévete, no tenemos que perder jodidamente más tiempo.

Y sí, él huyó llevándome con él, con el cuerpo de mamá deshaciéndose en sangre sobre el piso de nuestra sala.

Kaya Benson murió ese día, junto a sus emociones, su capacidad de sentir empatía, de sonreír. Murieron ahí junto con mi madre.

Dios, ella creyó en Él, pero… no la salvó.

No lo hizo.

Fuera de escena de lo que pasó con la madre de Kaya, qué piensan? Comente y voten! 🙏

¡Dios les bendiga!