ADVERTENCIA: Esta historia contendrá escenas fuertes de violencia doméstica, también palabras que suenan mal más no serán malas palabras, no me atrevo a escribirlas, pero sí habrán referencias algo fuertes.
Miedo.
Aquella horrible sensación recorría todo mi cuerpo como río, su mirada llena de ira sobre mí era enfermiza y escalofriante.
Tragué saliva, cerrando la puerta detrás mío.
—Lamento... el retraso... –Murmuré mirando el suelo, porque me negaba a ver esos ojos.
Que solo reflejaban odio puro.
¿Por qué me odiaba? Quizá porque veía la imagen de mi madre en mí, y quizás él deseaba terminar conmigo como lo hizo con ella.
Oh, sí.
Él la mató a golpes hace unos años, y por ello estamos en Corea del Sur. Porque estaba huyendo de la ley, de su pecado.
De haberme arrebatado lo que más amaba.
—¿Ah, sí? ¿Con ése chico te retrasaste? De seguro le estabas haciendo un buen revolcón. –Y se burló de mí tras decir aquella asquerosidad.
Así era él, me llamaba zorra o perra, incluso comehombres en el sentido sexual.
Y era asqueroso, él era un repugnante.
Apreté los puños, mirando nuevamente el suelo.— No, es solo un compañero de clases que me trajo hasta aquí... ¿contento?
«No... no debí decir eso, rayos...»
El sarcasmo salió de mi boca con esa última palabra, debí de haberme controlado pero estaba harta de que me dijese mujerzuela sin fundamento alguno.
Oí sus pesados pasos acercarse a mí rápidamente.
Y el fuerte golpe llegó a mi rostro.
Mi cabeza se giró con el golpe, como si de un muñeco se tratase, oír su risa cínica y enfermiza solamente me causó más asco y repulsión hacia él.
—Maldita zorrita altanera, no te hagas la altiva conmigo, ¡¿oíste?!
Slap.
Otro golpe a mi rostro llegó en cuestión de segundos, ya yo me encontraba tirada en el suelo por este último; mi respiración estaba entrecortada, mi mano se mantenía sobre mi mejilla recientemente golpeada.
Ardía horriblemente, demasiado.
Lo miré, con las lágrimas saliendo de mis ojos, lágrimas de profunda ira y odio a ese ser que supuestamente de hacía llamar mi padre. Pero no lo era y nunca lo sería para mí.
Solo era una bestia.
—Vete a cambiar, zorrita, hace falta dinero y comida en esta casa así que muévete a tu condenado trabajo. –Masculló yéndose a su habitación, fue ahí que pude respirar tranquilamente.
Sí, esta era la otra cara de la moneda.
La que nadie más sabía, a excepción de Haeri.
Y siempre tenía que ocultarla, con esa faceta inexpresiva que forjé por años desde que ocurrió la muerte de mi madre, hacerme la fuerte y la sin sentimientos frente a todos.
Incluso Haeri jamás me había visto llorar.
Solo ése bastardo de mi progenitor era quien me veía y disfrutaba con ello.
7:00PM
Tal vez ir en aquel estado era una insensatez, pero realmente no podía permitirme otra golpiza por no haber ido a trabajar y darle el jodido dinero a mi progenitor.
Mi trabajo era simple: atender mesas en el restaurante Flavor & Jomilyo.
La dueña era una humilde señora de sesenta años, quien no dudó en darme el trabajo cuando le conté mi situación, no quería dar lástima a nadie pero creo que esa fue la única manera de tener un trabajo.
A pesar de lo agotador que era.
Llegué y saludé a la señora Woo apenas entré, con la típica reverencia de noventa grados formal hacia los mayores.
—Omo, Kaya-sshi... ¿qué le pasó a tu pómulo izquierdo? –Preguntó con la estupefacción dibujando sus arrugadas facciones.
Toqué inconscientemente mi mejilla, y efectivamente estaba inflamada.
Genial.
—Oh... solo tuve un golpe accidental y me di en la mejilla. –Respondí arreglando los detalles de mi uniforme.
La señora Woo asintió, no muy convencida pero sin decirme más nada al respecto.
—Está bien. Si te sientes indispuesta o algo similar, puedes irte a descansar. –Sonrió con total calidez antes de meterse a la cocina.
Suspiré esbozando una pequeña mueca, sí estaba cansada pero no físicamente.
Emocional y mentalmente era la expresión correcta.
Até mi cabello en una alta cola de caballo y tomé mi libreta y lapicero para tomar las órdenes de los clientes que llegaran, lo bueno del local era que no se abarrotaba de gente como en otras franquicias.
Sí se llenaba, pero no al punto de hacerme correr de un lado a otro con los comensales.
Me apoyé de la barra del mostrador, con la vista clavada en el techo mientras pensaba en la posible canción que Yoonsuk y yo haríamos.
Y como si mi mente lo hubiese invocado, él apareció en el restaurante, junto a Go Hyesuk.
Increíble, ¿acaso ahora lo vería más seguido?
Pobre Kaya 😖 vive una muy dura realidad 😞 que creen que pase? 👀 comenten y voten! 🙏
Pd: Gracias por sus oraciones por mi país, Dios hará el milagro 💖🙏
¡Dios les bendiga!
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𝖘𝖙𝖔𝖓𝖊 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙 💙 novela cristiana
SpiritualY les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne. -Ezequiel 11:19 Kaya es como una piedra con flores, pero dichas flores tenían dolorosas espina...