La dulce Haeri, quien nunca mostraba tristeza o dolor hacia su alrededor, se sentía devastada por la forma en que Kaya se había expresado ése día; la impotencia de no poder hacer nada la embargaba, o quizá el hecho de que se sentía impotente por darle alternativas y que ella no quisiera tomarlas.
Eso, en definitiva, era lo que la tenía desanimada durante toda la tarde. Seokjung la observaba en silencio, como si contemplara una obra de arte que no podía descifrar su significado. Saber que su otra mitad se hallaba tan triste lo hacía sentirse devastado, primera de Corintios trece era una realidad absoluta.
En el amor todo se sufre, y si ella sufría él también lo haría.
—Jagi... ¿qué puedo hacer para que te sientas mejor? –Preguntó con voz dulce, tomando su mano que portaba el hermoso anillo de plata en su dedo anular.
La joven de cabellos castaños, giró su cabeza en dirección a su lindo prometido, y afianzó aún más el agarre en su mano.— Solo quiero ver a Kaya feliz y libre... ¿por qué tiene que ser así?
Y lágrimas volvieron a caer del borde de sus párpados, hasta el límite de su mentón y mejillas, el mayor no dudó en abrazarla contra su pecho para infundirle calor y cariño, porque sabía que eso era lo que necesitaba. Los padres de Haeri observaban la escena en silencio desde la cocina, sonriendo complacidos al ver que su pequeña fue bendecida con un buen muchacho.
—Escucha, jagi, no puedes convencer a alguien cuando ése no es tu trabajo. El trabajo lo hace el Espíritu Santo, y nosotros solo debemos seguir orando para que lo haga, ¿de acuerdo, señorita? –Sentenció un poco serio, pero sin perder el dulce tono con el que le hablaba al inicio.
—Lo sé, oppa... pero es tan duro, y para colmo la escritora de «Dos Vidas, Un Propósito» no ha subido un capítulo nuevo y amo esa historia, y leer me ayuda a pasar el mal rato... claro que primero leo la Biblia, pero quiero seguir leyendo cuando me siento mal y... –Un beso en su frente le hizo callar aquel vómito verbal que estaba soltando. Seokjung soltó una pequeña risita.
—Eres adorable, y realmente admiro la bondad de tu corazón por preocuparte tanto por tu amiga, pero quiero también verte relajada y actuando con fe, ¿sí? Todo estará bien, Dios actuará a Su tiempo en Kaya. –Aseguró sonriendo hacia su prometida, acariciando sus cabellos oscuros.
Haeri respiró profundo, asintiendo con la cabeza.— Está bien, lo intentaré en el nombre de Jesús.
—Esa es mi princesa. –Aduló él con cierta satisfacción, ella era el mejor regalo que el Padre pudo darle.– oh, señores Park, ¿les parece si llevo a esta encantadora doncella a comer algo?
El señor Haejoo sonrió de lado ante la petición de su futuro yerno.— No hay problema, eso sí, temprano por favor y mucho cuidado.
Haeri sonrió levantándose del sofá junto a su prometido, y tomados de las manos se despidieron de los padres de la menor para luego salir de la casa.
La joven pareja caminaba por el barrio de Hongdae, tomados de la mano mientras veían a artistas callejeros hacer presentaciones, Haeri sonrió reclinando su cabeza en el hombro de su chico, el cual estaba más que feliz al ver que había logrado despejar la mente de su amada pareja.
—Jagi, ¿nos sentamos un rato? –Sugirió señalando los bancos que se encontraban rodeando una enorme fuente con hermosas luces.
Ella asintió en acuerdo, y se dirigieron hasta una de las bancas desocupadas para sentarse y mirar la bella fuente de la plaza. El ambiente no estaba tan concurrido, los domingos por la tarde no había tanto movimiento a excepción de Hongdae.
Era un ambiente agradable.
—¿Recuerdas la enseñanza de la predestinación? Basada en Efesios cuatro. –Comentó ella abrazándose al torso de su prometido.
Seokjung asintió vehemente, había sido una lección interesante que enseñaron el domingo anterior.— Por supuesto, fue interesante.
Haeri sonrió más ampliamente al ver que lo recordaba.
—Creo que aparte de predestinarnos Dios a nosotros en Sus caminos, hizo también lo mismo en los matrimonios. –Susurró cerrando sus ojos.– Dios nos predestinó a ti y a mí para estar juntos y servirle como un matrimonio sujeto a sus estatutos.
Que ella le dijera eso, solo ocasionaba el aleteo incontrolable de su corazón, ella no sabía la magnitud con la que la amaba.
—Tienes razón, y no puedo estar más que agradecido con el Señor por eso.
Juntos de la mano y con Dios de guía, alumbrando el sendero que encaminaba el propósito de ambos. Juntos por y para Dios.
Quise endulzar un poco esta historia 🙈 que les parece la SeokHaeri couple? 😍 oh! Y toomuchxx tuve que hacerlo 🙊🙈 amé esa historia 😂💖 comenten y voten! 🙏
Jagi = cariño.
¡Dios les bendiga!
ESTÁS LEYENDO
𝖘𝖙𝖔𝖓𝖊 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙 💙 novela cristiana
EspiritualY les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne. -Ezequiel 11:19 Kaya es como una piedra con flores, pero dichas flores tenían dolorosas espina...