XII: El inicio de la tormenta

354 86 19
                                    

La competencia había llegado a su final al instante en que Yoonsuk terminó de rapear, y todos los presentes ovacionaron al azabache que simplemente se bajó de la tarima, sin dar algún saludo o gesto en específico.

—Es típico de él, nunca saluda o se reverencia ante el público. –Explicó Hyesuk sin yo siquiera haberlo pedido.

Me encogí de honbros, mirando al castaño de soslayo.— Siendo sincera, me hubiera sorprendido que lo hiciera.

Y una risita se escapó de entre sus labios, negando con levedad su cabeza.

—Me gusta tu humor, Kaya-sshi.

—Al menos dices que lo tengo. –Volví a hablar, esta vez con un gesto torcido en una sonrisa. Otra carcajada corta salió de su boca.

¿Se reía por cualquier tontería, acaso?

Y cuando iba a preguntárselo sin pena alguna, la voz del presentador del lugar se colocó sobre la tarima, captando la atención de todos a través del micrófono.

—¡Ha sido increíble esta noche! ¿No lo creen? –Todos gritaron eufóricos, respondiendo afirmativamente a su pregunta. Sonrió complacido ante eso, y prosiguió con su discurso.– excelente, porque ya es hora... ¡de anunciar al ganador!

Más y más gritos alocados resonaron en todo el lugar, y Hyesuk me miró emocionado como si ya supiera perfectamente los resultados finales de la competencia.— Hyung va a ganar.

—¿Lo aseguras aún sin oír los resultados? –Inquirí alzando una ceja, comenzando a sentir calor bajo el hoodie que cubría mi torso con la blusa fucsia sin mangas.

Él asintió sin tener alguna duda reflejada en su rostro, a lo que hice un simple mohín con los labios y seguí mirando a aquel hombre sobre la tarima. Y con toda razón, el presentador anunció que el ganador de los 240000 wons era nada más y nada menos, que Lee Yoonsuk.

El aludido subió a la tarima a recibir el premio, con su expresión neutral y de pocos amigos a la vista, y creo que el ganar le pareció meramente igual; nos dirigió una mirada a Hyesuk y a mí al distinguirnos en la barra, e hizo un gesto con la cabeza para avisarnos que era hora de irnos.

Con mucho gusto, obedecería.

El prodigio de la danza, Hyesuk por si no captaron mis palabras, dijo que fuéramos a un lugar muy concurrido a comer algo antes de regresar a casa, y en cierto modo le agradecía el haber tenido esa idea porque, aún no me apetecía llegar a casa y s...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El prodigio de la danza, Hyesuk por si no captaron mis palabras, dijo que fuéramos a un lugar muy concurrido a comer algo antes de regresar a casa, y en cierto modo le agradecía el haber tenido esa idea porque, aún no me apetecía llegar a casa y sufrir otra paliza de parte de Pierce.

—Vamos, Kaya, ¿un poco de Soju? Debes probarlo. –El aegyo empleado por Hyesuk comenzaba a asustarme, y en serio me estaba convenciendo.

«Ah, a la mierda...»

—Dame eso. –Espeté arrebantado el pequeño vaso de cristal de su mano, tomando de un solo trago el contenido caliente de este.

Fue extraño, pero no sentí que fuese amargo al paladar, sino que dejaba una sensación agridulce algo pasable. Por lo que pedí que me sirviera otro vaso, y Yoonsuk solo me veía beber y beber junto a un Hyesuk ya ebrio de por sí.

𝖘𝖙𝖔𝖓𝖊 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙 💙 novela cristianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora