¿Celosa?

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(AV)

Hoy iniciamos 4to de secundaria, aún no puedo creer lo rápido que se están pasando los años. Ya debemos comenzar a pensar en qué carrera estudiaremos y a qué universidad iremos.

Piper y yo estamos cumpliendo nuestra promesa, estos años nos han ayudado a fortalecer mucho nuestra amistad. Ni siquiera dejamos de vernos durante las vacaciones, ya que nuestras mamás también se han vuelto amigas y eso ayuda a que nos juntemos con bastante frecuencia. Y si algún día nos es imposible vernos en persona, estamos en constante comunicación por el celular. Desde que la conozco he aprendido a apreciar mucho más ese pequeño aparato que me permite estar siempre en contacto con ella.

Luego de mucha insistencia, por fin logramos convencer a la mamá de Piper de que la deje ir sola al colegio, o mejor dicho que la deje ir conmigo. Quedamos en que yo pasaría por ella para poder irnos juntas. Lo sé, no tiene mucha lógica ya que yo vivo una cuadra más cerca del colegio y al ir por ella me alejo, haría más sentido que ella pase por mí, pero no puedo dejar que eso pase. Le dije a su mamá que yo la cuidaría, y eso incluye recogerla en la puerta de su casa.

- Mamá ya me voy, iré a buscar a Piper a su casa - le dije a mi mamá abriendo la puerta de la casa.

- Está bien hija, vayan con cuidado - dijo acercándose a mí para dejar un beso en mi mejilla.

- Si mamá, nos vemos más tarde - le dije con una sonrisa y salí en dirección a casa de Piper.

- Hola Al - dijo Piper al abrir la puerta con un vaso de jugo en su mano - Sólo dame un minuto que me termino esto - dijo haciéndome una seña para que pase.

- Hola Pipes, sospeché que aún no estarías lista - le dije con una sonrisa burlona mientras tomaba asiento en el mueble. En algún momento comenzamos a llamarnos "Al" y "Pipes" de cariño, la verdad ya no recuerdo ni de dónde salieron los apodos, pero eran algo sólo nuestro, sólo nosotras nos llamábamos así. Vi a Piper correr de un lado a otro de su casa para terminar de alistarse, porque no, no sólo le faltaba tomar el jugo.

- Ya estoy lista - dijo al rato parándose frente a mí con su mochila en el hombro.

- ¿Segura que no te dirán nada por ir en pantuflas? - le dije soltando una carcajada. Automáticamente bajó su mirada a sus pies.

- ¡Rayos! No te burles - dijo frunciendo el ceño, según ella molesta pero en verdad se veía muy tierna. Ya la conocía lo suficiente como para saber cuándo estaba enojada de verdad. Dejó su mochila y se fue corriendo a ponerse las zapatillas. Minutos después volvió - ¡Ahora sí! - dijo orgullosa.

Nos fuimos todo el camino conversando, era increíble que después de tres años de amistad siempre tuviéramos algo de que hablar, siempre la pasábamos genial, no importaba lo que estuviéramos haciendo.

Llegamos al colegio justo cuando estaba sonando el timbre, por lo que tuvimos que ir directo al salón. No pudimos hablar con nadie, y es que gracias a Piper me había hecho amiga de varias personas, en especial de Nicky que me terminó cayendo muy bien.

- Buenas tardes chicos - entró saludando la profesora seguida de dos personas más - Quiero presentarles a sus nuevos compañeros, Larry y Sylvie Bloom se incorporarán a esta clase a partir de hoy - Por alguna extraña razón, tuve un mal presentimiento con la entrada de ese par. Las clases siguieron su curso y por fin fue hora del recreo.

- Iré buscando una banca libre Al - me dijo Piper saliendo del aula, yo aún seguía guardando mis cosas. Minutos después salí a buscarla, y la escena que encontré me hizo sentir algo completamente desconocido para mí. El nuevo, cuyo nombre ya me había olvidado, estaba sentado al costado de Piper, no sé por qué pero no me gustaba la forma en que la miraba. Yo estaba... ¿molesta? ¿triste?... no sabía cómo describir lo que me pasaba. Sacudí mi cabeza y decidí acercarme hacia donde estaban.

MI ÚNICO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora