MI ÚNICO AMOR

Hay alguien más

(AV)

Ha pasado ya un año desde que contraté aquel investigador, no había ningún rastro de Piper en institutos o universidades, ningún rastro de que esté trabajando en alguna empresa, ningún rastro en ninguna red social.

Yo acababa de culminar mis estudios hace poco, quedé en primer puesto y me hicieron un reconocimiento por ser la emprendedora joven con mejores resultados.

Estaba por desistir de mi búsqueda, cuando llegó aquella llamada del investigador.

- Señorita Vause, le llamo para informarle que he encontrado a la persona que busca. Hace una semana comenzó a trabajar como mesera en un restaurante. Le pasaré la dirección a su celular en unos minutos - me quedé paralizada con lo que me decía. Era una muy extraña mezcla de emoción con miedo. ¡Por fin la había encontrado! Pero, no sabía con lo que me iba a encontrar.

- Muchas gracias, espero la información - fue lo único que logré decir mientras tomaba asiento en el mueble de mi casa.

- Hija, ¿qué te pasa? Parece que hubieras visto un fantasma - mi mamá me sacó del transe.

- La encontré mamá, la encontré - era lo único que repetía una y otra vez.

- ¿Y por qué no te veo saltando en un pie de felicidad?

- Estoy feliz, pero tengo miedo. ¿Y si simplemente no quiere saber nada de mí?

- No lo sabrás mientras no la busques hija.

- Si, claro que voy a buscarla, pero eso no quita que tenga mucho miedo.

- Tranquila hija, va a pasar lo que tiene que pasar. Y sabes que cuentas conmigo para lo que necesites.

- Gracias mamá, mañana mismo iré a buscarla - le dije mientras veía la dirección que me acababa de enviar el investigador.

Decidí ir en mi auto, la ciudad en la que estaba se encontraba a unas 8 horas de camino. Mientras más me acercaba al destino, mis nervios incrementaban. ¡La iba a ver después de cinco años!

Llegué al restaurante que me indicó el investigador, tomé asiento en una de las mesas, y comencé a observar a quienes atendían. Ninguna de las personas uniformadas era ella, comencé a sentir una gran decepción al pensar que podría haberse tratado de un error.

Estaba por pararme a preguntar por ella al administrador del lugar, con la esperanza de que quizá estuviera en otro turno, cuando de repente vi aquella inconfundible cabellera rubia caminando hacia la puerta de salida. No tenía uniforme puesto y llevaba una mochila, al parecer su turno ya había terminado.

Me paré de la forma más rápida que pude, por la prisa casi me caigo, o quizá eran los nervios que no me dejaban coordinar bien mis movimientos. Salí del restaurante y la vi a una media cuadra alejándose. Fui tras ella y la tomé suavemente del brazo para que volteara a verme.

Debo confesar que me sorprendió su estado, estaba algo ojerosa, más delgada de lo que la recuerdo, y sus ojos no tenían el brillo de siempre. Sin embargo, juro que para mí estaba igual o más hermosa que antes.

Al verme sus ojos se abrieron enormes por la sorpresa, ninguna de las dos sabía cómo actuar en ese momento.

- A... A... Alex - logró pronunciar por fin. Por un momento pensé que se desmayaría.

- Pipes - logré decir de forma casi inaudible.

- ¿Qué...? ¿Cómo...? - no podía terminar de formular ninguna pregunta.

- Creo que tenemos una conversación pendiente desde hace mucho tiempo - le dije tratando de recuperar la compostura. Ella dirigió su mirada al suelo sin decir nada - ¿Por qué te fuiste así Piper? ¿Por qué ni siquiera me escuchaste? ¿Tan poco valió todo para ti que decidiste borrarme de tu vida?

- Alex, a estas alturas el motivo por el que me fui ya no tiene importancia - dijo con la voz a punto de quebrarse.

- ¿Cómo no va a tener importancia? Claro que importa, me conoces perfectamente bien Piper, sabes que jamás te hubiera engañado y menos con ella.

- Alex, me tengo que ir. Espero algún día puedas perdonarme por haber desaparecido así. Hice lo que creí mejor, y viendo la mujer en la que te has convertido creo que fue la mejor decisión - intentó volver a girar para irse, pero la volví a tomar del brazo para que no se fuera.

- No te puedes volver a ir sin que hablemos - le dije frustrada porque sus palabras no absolvían ninguna de las infinitas dudas que había tenido todo este tiempo.

- Alex, hay alguien más en mi vida en este momento, y ella es mi prioridad - dijo con la vista en el suelo nuevamente, tratando de zafarse del agarre que tenía sobre su brazo.

Sus palabras me desgarraron por dentro. Sé que era muy hipócrita de mi parte, pero imaginarla con alguien más en ese momento me llenó de una cólera desmedida. Mi cerebro se desconectó por unos momentos de mi cuerpo, y en un maldito impulsó la jalé del brazo y la besé.

El beso fue agresivo, tosco, lleno del rencor que me habían ocasionado sus palabras. La besé como queriendo demostrar algo, de forma muy diferente a como solía hacerlo cuando estábamos juntas. Sus labios seguían a los míos, pero podía percibir su confusión.

Al separarnos pude ver el dolor en su rostro por lo que acababa de pasar. Jamás la había tratado así, pude ver sus ojitos llenarse de lágrimas.

- Piper yo... - no pude terminar la frase cuando alguien me interrumpió.

- Piper, ¿está todo bien? - preguntó una tipa que no sé de dónde salió.

- Si Stella, está todo bien. Yo ya me iba - respondió Piper haciendo un esfuerzo sobrehumano por evitar que sus lágrimas terminaran de salir.

- Piper no... - quise detenerla, pero la tipa se volvió a meter, esta vez parándose en medio de las dos.

- Dijo que ya se retiraba - pronunció encarándome.

- Alex, por favor, deja que me vaya - pidió Piper casi como una súplica, para luego darse la vuelta y comenzar a alejarse.

Fui una completa imbécil, y lo sabía.

Mientras se alejaba no pude evitar notar algo que me dio una luz de esperanza. Ella aún usaba aquel anillo que le regalé, el mismo que jamás abandonó mi mano. Y así como alimentó mi esperanza, también incrementó mis dudas de forma exponencial.

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¡Les dejo un nuevo capítulo!

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-Vonny-