MI ÚNICO AMOR

Su primera vez

(PC)

Desperté con una enorme sonrisa en el rostro. Abrí los ojos lentamente y contemplé a la hermosa mujer que aún dormía a mi costado, confirmando que no había sido un sueño... ¡Habíamos hecho el amor!

Es imposible explicar con palabras todo lo que Alex me hizo sentir la noche anterior. Fue tan tierna, delicada, amorosa... me hizo sentir segura y amada. Cuando estoy con ella todo lo demás desaparece, y los miedos dejan de existir cuando me pierdo en su mirada.

El pasado ya no me atormenta. Por fin he logrado dejarlo como un mal recuerdo de algo que, por alguna razón, tuve que vivir. Y a pesar de lo traumático que fue, trajo a mi vida a una pequeña que se ha convertido en el motor que me impulsa a seguir adelante.

Lo único que me importa ahora es disfrutar del presente y construir un hermoso futuro al lado de mi familia. ¡Mi familia! Que increíble suena, es algo que me había resignado a no poder construir jamás, y hoy es una realidad. Y por supuesto, con la única persona con la que podría haberla formado es con Alex, mi único amor.

Aunque suene muy tonto, ya que la tengo literalmente aquí, abrazada como si fuese a irse a algún lugar... sentía ganas de despertar a Alex porque la extrañaba. Quería ver sus hermosos ojos, su enorme sonrisa, escuchar su ronca voz.

A pesar de lo egoísta de mi idea, comencé a dejar besitos en el rostro de Alex. Cuando vi la sonrisa dibujarse en su rostro supe que estaba despertando, y dejé un beso en sus labios.

- Buenos días mi amor - dije al cortar el beso.

- Buenos días mi vida - dijo abriendo sus hermosos ojos verdes - ¿llevas mucho rato despierta? - preguntó acariciando mi mejilla.

- Creo que no - respondí. La verdad es que no tenía idea de cuánto tiempo había pasado - Perdón por despertarte, pero ya necesitaba mi beso de buenos días - dije mirándola embobada, y dejando otro besito en sus labios.

- No te disculpes, créeme que no hay mejor forma de despertar que con tus besos. De hecho, así es como quiero despertar todos los días de mi vida - dijo volviendo a besarme.

- ¿Así? - pregunté con una sonrisa pícara, señalando nuestros cuerpos que seguían desnudos... excepto por la parte inferior de la ropa interior de Alex que seguía en su lugar.

- Si, justo así - respondió aprovechando para recorrerme con su mirada.

Contrario a lo que pensé en algún momento, no me incomodaba en lo absoluto estar así con ella. No me avergonzaba ni sentía la necesidad de cubrirme. Ella me hace sentir especial y me da toda la confianza que necesito para mostrarme tal cual soy, tanto de forma física como emocional.

- Jamás me cansaré de repetirte lo preciosa que eres - dijo volviendo a mirarme a los ojos - En absolutamente todo sentido mi amor, eres perfecta para mí, y estar a tu lado me hace inmensamente feliz.

- Yo soy la afortunada de tenerte a mi lado mi amor. En el fondo entiendo a todas esas tipas que no dejan de buscarte, pero que pena por ellas porque tú eres sólo mía - le dije antes de unir mis labios a los suyos nuevamente.

El beso era suave y tierno, y mi mano acariciaba el abdomen de Alex. De forma inconsciente me fui acomodando cada vez más sobre ella, y poco a poco el beso fue subiendo el ritmo.