MI ÚNICO AMOR

¿Interrumpo?

(AV)

Estuvimos en el mueble, con Piper sentada en mi regazo y abrazada a mí, mientras yo acariciaba su rubia cabellera, hasta que en algún momento el sueño me venció.

Desperté por la luz que entraba de afuera, un poco desorientada. Una sonrisa tonta se dibujó en mi rostro al ver que habíamos pasado la noche juntas en el mueble. No sé cómo ni en qué momento, pero me había echado en el mueble y Piper se había acomodado con casi todo su cuerpo sobre el mío. Se sentía maravilloso tenerla ahí entre mis brazos.

Me quedé contemplándola y dejando besitos en su cabeza, hasta que sentí que comenzó a moverse ligeramente y supe que estaba despertando. Alzó un poco su rostro mientras abría sus hermosos ojos azules para observarme, y una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro. Acaricié su mejilla y dejé un besito en sus labios, que no pude extender porque una vocecita llamó mi atención.

- ¿Por qué están echadas ahí? - preguntó mientras nos observaba a unos pasos y fruncía el ceño. Por un momento temí que hubiéramos excedido su capacidad de comprensión - ¿No es más cómoda la cama? - volvió a preguntar inclinando ligeramente su cabecita hacia un costado.

- Nos quedamos dormidas sin darnos cuenta cariño - respondió Piper algo sonrojada e intentando pararse, pero al ver que Emma no había tenido problemas con vernos ahí la abracé para que no pueda irse.

- ¿Y no te despertaste en toda la noche mami? - preguntó de nuevo Emma dirigiéndose sólo a Piper esta vez. Piper pareció quedarse pensando por unos segundos en su pregunta, hasta que por fin respondió.

- No hija, no me desperté en toda la noche - le respondió, y una sonrisa se formó en el rostro de la pequeña.

- Yo también quiero dormir con ustedes - dijo corriendo hacia nosotras y acomodándose como pudo. No sé qué malabares hicimos pero logramos echarnos las tres en el mueble. Estuvimos ahí por un rato, hasta que fue hora de que comiencen a alistarse para ir a la escuela y a trabajar.

Cuando estuvieron listas me ofrecí a llevarlas. Primero fuimos a dejar a Emma en su escuela. Piper la había inscrito en una en la que el horario era hasta lo más tarde posible, de forma que a ella le diera tiempo de ir a trabajar y volver para recogerla. Su trabajo en el restaurante es part-time, y con eso y lo que gana alquilando su antigua casa ve la forma de subsistir. El lugar donde está viviendo actualmente es pequeño y humilde, pero muy acogedor.

Por lo que me contó Piper mientras nos dirigíamos a su trabajo, su mamá estuvo viviendo con ellas durante todos estos años, hasta hace algunos meses. Carol tuvo que comenzar a trabajar para mantenerlas, mientras Piper se dedicaba a cuidar a Emma. Pero hace un tiempo su mamá conoció a alguien, y a Piper le pareció muy egoísta de su parte seguir atando a su mamá de esa forma. Ya había dedicado casi toda su vida a criarla a ella, y tenía todo el derecho del mundo a rehacer su vida con alguien más. Es por eso que al Emma entrar a la escuela Piper aprovechó para comenzar a trabajar y así dejar que su mamá viva su historia de amor. De todas formas los sábados o cuando es necesario, le ayuda cuidando a la pequeña.

Escucharla sólo me llenaba de orgullo, ya que se estaba dedicando enteramente a su hija. El amor que tenía por Emma era infinito, y no me sorprendía en lo absoluto, esa pequeña le robaría el corazón a cualquiera.

- Pasaré por ti cuando salgas para acompañarte a recoger a Emma - le dije mientras estacionaba frente al restaurante. Me miró con algo de duda, pero sabía que no cambiaría de opinión así que solo aceptó.

- Está bien Al - dijo con una media sonrisa.

Bajé del auto y fui a abrirle la puerta. Le extendí la mano para ayudarla a bajar. Era muy gratificante poder tener estos detalles con ella. Quería darle todo lo que se merecía, y que ahora por fin estaba en mis posibilidades. Ella y Emma se merecían todos los detalles del mundo, y yo me encargaría de llenarlas de ellos.

- Llegamos preciosa - le dije abrazándola por la cintura.

- Gracias por todo Al... por buscarme, por entenderme, por quererme, por querer a mi hija, por engreírnos tanto... por absolutamente todo - dijo rodeando mi cuello con sus brazos - no tienes idea de lo feliz que me haces. Pensé que había perdido tu amor al desaparecer así de tu vida - terminó de decir agachando la mirada.

- Absolutamente nada ni nadie podrá jamás hacer que mi amor por ti desaparezca Pipes - le dije acariciando su mejilla - No te puedo decir que no intenté olvidarte en algún momento, pero fue inútil... tú siempre serás el único amor de mi vida. Y no pienso volver a dejarte ir nunca - terminé de decir mientras terminaba con la distancia que nos separaba.

La besé con todo el amor de mundo, evaluando mis propias palabras. Y era cierto, no soportaría volver a perderla jamás. La necesitaba en mi vida, las necesitaba en mi vida, sólo con ellas me sentía plena nuevamente.

- Te amo - dijo al cortar el beso, y dejó algunos besitos más en mis labios haciéndome sonreír como boba - Ya tengo que entrar, nos vemos más tarde - dijo dejándome un último beso para luego irse a trabajar.

Fui a hacer hora en un centro comercial, y aproveché para comprar algunos juguetes y ropitas para Emma. Sólo imaginar su carita cuando lo viera ya me estaba derritiendo por dentro.

Cuando ya faltaba poco para que Piper saliera fui a estacionarme cerca del restaurante, y me quedé sentada en el auto esperándola. Cuando salió no estaba sola, la tipa del día anterior estaba con ella, y se quedaron conversando en la puerta. Piper no había visto mi auto, y por lo tanto no me había visto a mí.

Debo confesar que me enfureció verlas conversando. No estaban haciendo nada malo, pero mi temor a perder otra vez a Piper era tan grande que no podía evitar sentirme celosa. Bajé del auto aún sin que ninguna me viera, y cuando se abrazaron para despedirse me acerqué. Quería que esa tipa quite sus manos de encima de Piper inmediatamente.

- ¿Interrumpo? - pregunté y se separaron para voltear a mirarme.

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¡Les dejo un nuevo capítulo!

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-Vonny-