El nombre filosofía fue inventado por Pitágoras. El dijo "No conozco ningún arte, sino que soy filosofo". Los filósofos son simples espectadores para observar hombres y cosas. Libres del deseo de la gloria y del enriquecimiento, esos "amantes de la sabiduría", contemplan desinteresados del mundo. El amor a la sabiduría que es el significado etimológico de la filosofía, es por conseguir el conocimiento desinteresado de las cosas más altas y sublimes: causas y sustancias, la divinidad, los astros y el orden perfecto del mundo. El filósofo no es el hombre "prudente", sino el "sabio" que están por encima de los intereses de los mortales comunes.
La filosofía es en ese sentido una actividad aristocrática, reservada a unos pocos privilegiados que están libres de las preocupaciones del mundo y actividades que te haces feliz, pero no proporciona nada para hacer, nada para proyectar. Es una mirada divina dirigida sobre el mundo, capta lo que hay en el necesario y por ser así, no puede transformar o adaptar al mundo a los deseos o las necesidades humanas.
La filosofía orienta la elección de los hombres; pero en el sentido de la realización de la vida contemplativa. Según Aristóteles, sebe tener como fin la contemplación.
Sócrates hizo descender la filosofía del cielo, la transfirió a las ciudades, la introdujo en las casas, la hizo interesante por la vida y las costumbres, por el bien y el mal. Platón la considero sustancialmente como el único instrumento eficaz para realizar una comunidad humana justa y pacífica.
En la República, propuso inconcebibles sanciones contra los filósofos. Y antes de Sócrates y Platón, los Siete Sabios, se consideraban los que comenzaron la reflexión filosófica, fueron consejeros de la ciudad y condensaron su sabiduría en adagios breves y agudos: "Conócete a ti mismo", "No desees lo imposible", "La mesura es óptima".
La filosofía se dirige a considerar al hombre y su experiencia en el mundo. Se trata más de "prudencia" que de "sabiduría". No es una visión divina a la cual pueden acceder unos pocos privilegiados sino una guía en las elecciones que el hombre debe hacer en el mundo.
La contemplación no se opone más a la acción como una forma superior y privilegiada de vida frente a una vida inferior. La filosofía no pretende ser un sistema puro de conocimientos, se limita a aconsejar al hombre en su provecho. Filosofía contemplativa y filosofía activa podrían ser los nombres con que se designan esas dos vidas que hoy como ayer constituyen las alternativas fundamentales de la búsqueda filosófica.
La primera de estas vías considera que la realidad, tal esta perfectamente ordenada, es racional. La segunda vía considera que la realidad no tiene ni un orden ni racionalidad si el hombre no se esfuerza por conferirla y que es este esfuerzo la tarea propia de la filosofía.
La filosofía activa, sostiene que tiene que insertarse en los asuntos del mundo, debatir los problemas, mostrar las posibles soluciones y ayudar, el filósofo no puede ser "el espectador desinteresado del mundo". Cuanto más rica y compleja se vuelva la sociedad, tanto mas sea advertida la necesidad de una filosofía activa.
La "prudencia" de los antiguos es todavía la disponibilidad de una guía en las elecciones que esperan al hombre en el mundo.