Capítulo 1: Aparición

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EDITADO

Pov Keila
¿Qué hago? ah si, supongo que empezamos con una presentación aburrida de mis datos generales, Keila Alessandra Salvatore, 19 años, me encanta leer, ver series, amo al personaje de Hermione Granger y por lo tanto es correcto, soy una fanática de Harry Potter y todo lo que tenga que ver con su universo, claro está.

Tengo cierta afición a los magos tenebroso, por que me interesa su historia, y el como llegaron a pensar como lo hacen, por eso veo series de asesinos seriales, pero aún así amo las historias con magia, eso que te saca de la realidad y te abre un "mundo de posibilidades". Me gustaría saber más de sus historias (villanos de los libros), muchas veces dejo que mi imaginación vuele, pues aunque parecen despiadados y sobre todo unos psicópatas insensibles, sé muy bien, que algo los tuvo que haber marcado, aunque claro, hay unos que no tienen tanto trasfondo; claro un día cualquiera para otros sucedió el nacimiento del lado oscuro en la vida de ellos, o más bien, lo abrazaron. Por eso creo que la elección al final siempre va a ser de uno...

Bueno, específicamente hoy era un día especial, ya que he cumplido con mi gran ambición, hoy llegarán mis varitas. Encargué tres, acabando con todo mi dinero en el proceso, pero con esto completo mi colección de artículos de Harry Potter, ya que llegara la varita de saúco, la de Hermione y la de Harry; me puse especialmente estricta cuando las busqué, ya que quería que realmente fueran muy auténticas, perfectas.

Después de una larga búsqueda, esfuerzo, sangre y lágrimas, las encontré a un buen precio, y eran justo como las describían, me había dedicado a revisar cada foto muy minuciosamente, por lo que estaba muy satisfecha con decir que si eran replicas super exactas de las que usaron los originales. Cuando estas llegaron, me convertí en la persona más feliz del mundo, se sentía muy bien tenerlas entre mis manos, me sentía incluso inusualmente completa, por lo que la forma correcta de celebrar, era con un maratón de Harry Potter.

Pronto cayó la noche, y yo como de costumbre al tener mis varitas nuevas, pero específicamente las que más deseaba, las abracé mientras dormía, era un sueño hecho realidad, no creía que éste día llegaría tan pronto, pero ahora que estaban en mis manos, era un regalo de Merlín para mí, incluso era mi bendición de parte de todos los dioses de todas las mitología, y claro que les estaría agradecida el resto de mi existencia por este logro. 

Me he vuelto alguien más independiente, ya que mis padres siempre viajan y mi hermana dejó la casa hace poco más de un año. Ahora estoy sola, y no me malinterpreten, no me quejo, soy una persona que cree firmemente que puede ser autosuficiente, solo que es evidente que siento un vacío. Me encanta cocinar así que eso nunca ha sido un problema, planchar es mi gran enemigo, sobre todo cuando es una de esas prendas que se arrugan con facilidad, más que no saber planchar, siento que es una perdida de tiempo, por eso prefiero prendas que no lo requieran.

Miré el techo pensando en todo lo que he pasado... Mi gran historia a la cual no se le puede decir vida, pues no fue el inicio de nada. Todo terminó sin siquiera haber empezado. Una vida monótona, mis grandes aventuras se limitaban a lo que leía. Mi rutina era simple, cocinar, lavar, estudiar, correr, bañarme, trabajo los fines de semana para un ingreso extra, y ya, no hay romance, aventura, magia, misterios, no hay fiestas, ni salidas con amigos, no hay cumpleaños especiales y los obsequios más acertados a mis gustos son los que me doy yo misma. 

Me había dejado dominar por ese lado introvertido, no quería entrar a ese "mundo real" en que que una vez estuve, porque me decepcioné de lo que realmente llegué a ver ¿por qué no quiero volver? no quiero perder mi esperanza en la gente, no quiero exteriorizar ese pensamiento y que lo pisoteen de nuevo, soy amable con las personas, pero soy una persona que si dejas de ver es simplemente olvidable. Y no porque carezca de personalidad, pues creo que internamente soy alocada y divertida... 

Cambiando al VillanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora