Cambiando al Villano

Capítulo 20: ¡Corre!

Pov ___
No tenía intención de regresar, en este momento Tom no estaba bien, no serviría de nada explicarle, ya que de todos modos no va a hacer ninguna diferencia, no escucharia, y es que aunque lo consideraba por el tiempo que convivimos juntos, las veces que me aceptó y se esforzó por ser realmente amable conmigo; todo lo bueno comenzaba a desmoronarse sin que pudiese si quiera detenerlo.

Su actitud es complicada para mí, incluso si me considera su única amiga, no puedo aceptar que me quiera controlar a su antojo, tengo personas a las que quiero y voy a proteger a toda costa.

(...)

Había perdido mucho tiempo en esa discusión, no me relaje como era mi plan inicial, y ahora mi estrés estaba por los aires ¿Y si Tom le hace algo a Felix por mi culpa? No dije nada malo, pero ante los ojos de Tom fue todo lo contrario, aún así, no tiene justificación su actitud, ¿acaso cree que soy un objeto de su propiedad? Sería lo más ridículo, soy un espíritu libre y nadie me va a controlar.

Impartí mis tutorías, noté que había más alumnos, por lo que me alegró demasiado. Eso solo significa que mis ingresos crecen y los regalos para los niños del orfanato serán mejores.

Al terminar me encaminé a ver a Dumbledore, pero fui detenida abruptamente por alguien que conocía muy bien...

Walburga - al parecer, te encanta llamar la atención ¿No crees que ya es suficiente? Ningún Slytherin va a ir a tus clases ridículas y carentes de un verdadero maestro, diles a tus alumnos que dejen de invitar a nuestros miembros antes de que yo me encargue personalmente de ti.

___- yo no controlo lo que mis pupilos dicen o no fuera de mis asesorías Black, además, son libres de decir que mis clases son malas y abandonar, ya que es opcional, y una regla básica es que siempre se tendrán respeto, por lo que no permito que hables así de ellos. No tienen nada que ver, respeto tus creencias, solo te pido que respetes a mis pupilos, me da igual que hables de mi, pero no de ellos, las relaciones son en base a eso.

Walburga - no tengo razón para respetar a unos mocosos sangre sucia. - ante eso yo sonreí.

___- si llegó a tus oídos, o a oídos de cualquier Slytherin ¿No es claro que varios de los alumnos también son sangre pura? A menos que quieras admitir que hay traidores a la sangre en Slytherin, donde se adora la pureza de la sangre.

Ella se puso roja de la ira, después de todo, mi tono era de burla, pero si es cierto que muchos de ellos quieren ser diferentes, aún si ella lo niega, suelen reprimir ese sentimiento por miedo al que dirán, tanto los miembros de su casa como sus propias familias.

Me parece lo más ridículo del mundo, pero es una realidad, no importa donde, siempre van a haber personas de mente cerrada. Siempre hay prejuicios y miedo al qué dirán; me fui de ese lugar dejando a Walburga furiosa.

Justamente en eso se centró mi plática con Dumbledore, el quería saber mi opinión, y yo le expresé eso, al fin y al cabo, los muggles se parecían mucho a los magos, más de lo que ellos quisieran admitir...

Eso hizo a Dumbledore sonreír, siempre que nos reuníamos tomábamos té y unos cuantos dulces o bocadillos. Nuestras pláticas varían respecto al humor de uno o de otro, Dumbledore opinaba con libertad estando a gusto sabiendo que yo entendía sus pensamientos y compartía muchas opiniones con él.

Dumbledore - en efecto creo que llevas razón en lo que dices, aún si los magos piensan que son superiores por ser lo que son, se parecen más de lo que desearían admitir.

___- por otro lado, no creo que deban subestimar al se humano, que carece de magia, son más fuertes de lo que creen, y su mayor fortaleza es su imaginación, sus sueños los hacen ser fuertes y admirables. Carecen de magia, pero muchos de ellos en diferentes partes del mundo, sus mentes trabajan y ponen todo su ser en crear algo o transmitir su sentir, desde los músicos con bases diferentes, los inventores, bailarines, cantantes, maestros, todos, tienen una voz que quieren transmitir, quieren mejorar, quieren hacer felices a los demás, quieren hacerlos reflexionar, hacer de sus vidas algo mejor, hacerlos felices.