Capítulo 7: Un Pay De Piña

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Pov ___
Las vacaciones llegaron en un parpadeo, había juntado suficiente para comprar todo lo que necesitaba y así sobrevivir esas vacaciones.

Esa misma temporada de vacaciones me di el tiempo de convivir con los demás niños del orfanato, Sunny siempre a mi lado, le contaba distintos cuentos y le cantaba solo a ella, muchas de esas ocasiones Tom entraba al cuarto para oírme cantar, pero no lo admitía, siempre se excusaba diciendo que no había otra cosa que hacer o que estaba cansado, pero no me molestaba que no fuera sincero.

En una salida de Martha para comprar las cosas que necesitaría para la cena, decidí ir con ella, quien no muy convencida, terminó llevándome.

Le conté en el camino el por qué de mi interés y algo sorprendida accedió. Compramos muchas cosas, incluso compre los ingredientes necesarios para hacer cereal.

Me encargue de proporcionar lo necesario para la semana, Martha puso del dinero de la cena, complacida por mi interés en cambiar el menú.

Martha estos días parecía estar más contenta, los niños del orfanato decían que ella había cambiado tras mi llegada, mi interés en ayudar en todo lo que estuviera mi alcance, las historias de amistad y amor que le contaba mientras la ayudaba la hacían reír, mis chistes y mi energía la habían cambiado y ahora trataba a todos con más delicadeza...

Ahora que me daba cuenta, es cierto que ella sonríe más a menudo y llega a reír con más frecuencia, muy rara vez se le veía un poco tensa y esas veces eran cuando la señora Cole me regañaba por hacer mucho ruido o correr por todos lados cuando hacía ejercicio con la intención de no perder mi condición física. Después de todo, no sólo por tener magia significa que descuide mi cuerpo.

Al llegar les hicimos una cena digna de ser comida, también hice un pay de piña lo suficientemente grande para todos, mientras Martha se distraía con lo demás, compré leche y café, el café lo hice rebajado para que pudiesen dormir sin problema y les agregue un poco de leche para que tuviera más sabor, Martha me agradeció esa curiosa idea.

Cuando se sirvió la cena me tomé la libertad de meter el pay al horno, todos estaban encantados con la cena, y se divertían platicando, Sunny le había perdido el miedo a Tom y se sentaba en su mesa, aunque ella realmente le decía varias cosas, él no le hacía caso en absoluto, sólo la dejaba hablar.

Al principio si causó impacto eso, ya que alguien además de mi se acercaba a él, pero después se acostumbraron a dicho suceso, ya que parecía que ella hablaba sola. Muchas veces le decía que se dignara por lo menos a dar señal de que la escuchaba, pero el siempre contestaba lo mismo, "no tengo interés en hablarle a esa mocosa, si quiere hablar, que lo haga, ya te hago mucho favor con no asustarla para que se aleje de nosotros, además, no veo que le moleste, solo le gusta hablar y sacar todo lo que piensa”.

Cuando pasó el tiempo suficiente, me levante de mi asiento llamando la atención de todos y haciendo surgir una llama de disgusto en la mirada de la vieja gruñona.

Entré a la cocina y saqué satisfecha del horno mi obra de arte, no me había quedado nada mal, y olía exquisito.

Todos habían terminado y estaban por retirarse, por lo que salí con el pay muy feliz.

___- chicos, todavía quiero que prueben esto, si no es molestia, claro está. - todos miraron con admiración el pay y se sentaron de inmediato en sus lugares, Tom solo me miró un tanto indiferente y disgustado. - Señora Cole, Martha, ¿me harían el honor de cortar el pay?

Cambiando al VillanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora