(N)
¿Que hacía Lilia ahí arriba junto a mi?
Ni idea.
Las personas tienden a alejarse de mí, pero por alguna razón no quería que Lilia lo hiciera.
Había perdido a demasiadas personas en mi vida: mi madre, Bianca, Percy...
Esos sentimientos que había sentido por ese pescado me habían llevado al borde de la locura. Pero desde que Lilia llegó al campamento, se estaban aclarando.
Esa chica de ojos verdes podían calmar cualquier duda o problema que tenía. Y me daba ánimos a seguir y poder impedir una guerra para estar con ella.
¿Por qué?
Ni idea.
- Y que sigue.
Lilia entorno sus ojos.
- ¿Con qué?- preguntó
- La moneda- señalé- que haremos con ella. Para quien es.
Lilia negó con la cabeza.
- No lo sé- dijo en tono frustado.
Me preocupaba, no quería decirlo en voz alta pero, en serio me preocupaba.
Ella era nueva, inexperta a la que habían arrojado a una misión de vida o muerte, con peligros reales y monstruos que odiaban a los dioses y sus hijos.
-¿Qué soñaste?- pregunté.
Ya sabía la respuesta, esa voz había interrumpido sus sueños desde su primera noche en el campamento.
Lilia se puso tensa y comenzó a juguetear con sus manos.
- La voz- dijo y añadió- de nuevo. No para de advertirme cosas y hablarme sin sentido.
Se calló de golpe y me miró inquieta.
Con los años había aprendido a interpretar expresiones faciales, ayuda mucho en el campo de batalla, puedes ver quién está de tu lado y quién quiere matarte.
Lilia escondía algo y no lo quería decir, pero lo pasé por alto. No quería que lo pase mucho más mal de lo que ya lo hacía.
- Que te dijo esta vez.- pregunté al final.
- Solo me reveló cómo proteger la moneda. Y también como negociarla.
-¿Y cómo?- pregunté con interés.
Si esa voz le había revelado eso a Lilia, nuestra misión podria tener éxito y devolverle el fuego a Hestia.
Quería hacerlo, sobre todo porque Hestia se lo merecía. Ella no hacía daño a nadie y sin embargo siempre le tomaban el pelo.
Eso me enfurecía mucho.
Lilia frunció los labios.
- Prefiero mantenerlo en secreto- dijo- hasta que llegue el momento.
No entendía porque quería hacer eso, pero decidí no insistir.
Pero si era algo peligroso, intervendría en el acto. No dejaré que se ponga en peligro ella sola. Éramos un equipo, después de todo.
- Está bien- dijo en tono cauteloso- Pero, cualquier cosa peligrosa, avisanos ¿si?
Intentaba usar el plural lo más que podía. No me atrevería a decir "avísame" y arriesgarme a que piense que me importa. Tenía una imagen que mantener.
-Entendido- dijo ella.
Nos quedamos en silencio unos minutos, cada uno mirando a un lado contrario.
Era agradable, no era de esos silencios incómodos de los cuales podrias cortar la tensión con unas tijeras.
No pude evitar mirarla.
Su perfil, su pequeña y chistosa nariz, sus largas pestañas, su cabello rubio que caía como una cascada, sus labios rosados.
Sus labios.
En ese instante me dieron ganas de probarlos
¿Sabrían a rosas? ¿Miel?
-¿Que miras tanto?- preguntó riéndose.
Me sonrojé hasta las orejas por mis pensamientos.
- No te miraba a tí- dije intentado retomar mi compostura.
- Jamás mencioné si me estabas mirando a mi- dijo con picardía y sus mejillas rosadas.
Me puse nervioso.
Nunca había tenido estos tipos de conversación.
Me hice el despreocupado y me levanté.
- Deberíamos ir a dormir- dijo poniendo una mano detrás de mí cuello- Son días largos, no sabemos cuándo volveremos a descansar.
Lilia me imitó.
- Si, claro. Tienes razón.
Y así en silencio bajamos.
Al llegar al pasillo cada uno se paró frente a la puerta de la habitación que le correspondía.
Sin saber que hacer, si despedirme de ella o simple entrar, tomé el pestillo y quedé con mis ojos fijos en la madera.
-Buenas noches, Nico.
Su voz me sorprendió.
La miré nuevamente. Algo removiendose en mi estómago. ¿Podría ser que...?
No, no. Solo me siento así porque ella es amable conmigo. Porque es dulce, y tierna.
Y...me recuerda tanto a Bianca.
Solo siento cariño fraternal, simple amistad.
No debo confundir eso.
Pero tampoco debo mentirme.
- Buenas noches Lilia.
Me sonrió cálidamente, y eso me llenó el alma.
Entré a la habitación y me recosté.
Los ronquidos de Will se hacían presente, pero no les llevé importancia.Su sonrisa estaba en mi cabeza, y en ese momento me di cuenta de que estaba mal.
Terriblemente mal por esa hija de Perséfone.
![](https://img.wattpad.com/cover/175485357-288-k891607.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Los Reyes del Inframundo ━♛ (ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ)
Teen Fiction(𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐜𝐞𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧) 𝐍𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐈 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋𝐎 ha estado pasando sus días en el Campamento Mestizo, tendrá que ir a buscar a una nueva semidiosa, que tal vez ponga todos sus sentidos alerta y su mundo de sombras patas arriba...