XVI

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(L)

- Bienvenidos a Gila Claw, Arizona.

Cuando salgamos del tren, inmediatamente fuimos a escondernos detrás de unas cajas.

Nadie había desembarcado ahí, salvo nosotros y los bloques de henos.

Bueno, tampoco era que esperaba que alguien fuera a vacacionar ahí.

Era absolutamente todo desierto.

Una pequeña tienda, parecidas a esas típicas de las películas de vaqueros en el lejano oeste, se alzaba sola en medio de toda la arena.

Algunos cactus decoraban la entrada.

- Que tal si vamos por algo de desayunar- dijo Percy- me muero de hambre.

Nadie se negó.

Encontramos muchas mesas vacías, pero optamos por una cerca de la ventana.

Una camarera se nos acercó.

- Clientes, que sorpresa- No pasaría más de los veinte años. Y era muy hermosa, finos cabellos color cobre le caían en tirabuzones bien formados. Su sonrisa era calida y tenía los labios pintados de color carmesí (pero, si me preguntan, ese era su color natural).- Que desayunaran.

Pedí un jugo de naranja y un sándwich de pollo.

Quería comer algo que me diera fuerzas para luchar contra lo que sea que tenga el fuego de la diosa Hestia.

- Perfecto- nos dijo cuando ya tenía todo anotado- Su comida saldrá en unos minutos.
Se despidió de nosotros y fue hacia la cocina.

Volvió casi enseguida con todo nuestros pedidos.

Intenté que mi cara fuera neutral, pero estaba sorprendida.

- Que disfruten- se fue guiñandonos un ojo.

No esperamos más y comenzamos a atacar.

No había notado lo hambrienta que estaba, anoche solo había ingerido una barrita de cereal energizante a la noche.

- Bien- dijo Percy con la boca de llena de su sándwich azul (la camarera ni había estado sorprendida cuando él le pidió que tintara el pan con colorante azul) - Belerofonte dijo que aquí nos esperaban. Pero no hay nada ni nadie importante. Ni siquiera peligros.

- Como estás tan seguro- le respondió Annabeth.

Percy se encogió de hombros y se limpio la boca antes de contestar.

- Estuve aquí antes, hace cuatro años.- seguido de eso nos señaló unas montañas que se extendían hacia nuestra derecha- ¿Ven eso de ahí?- asentimos- Es la chatarrería de los dioses, Hefesto es el dueño.

- Wow, en serio- dijo Will- Parecen una cadena de montañas.

- La niebla hace su magia.

- ¿Necesitan algo más?¿De beber? ¿Para comer?

La camarera había vuelto.

La verdad es que me parecía un tanto extraña. Tenía algo en su mirada que te hacía pensar que no era del todo normal...o más directa, mortal.

- No, muchas gracias - dije intentando sonar lo más educada posible, pero la verdad es que estaba preocupada.

¿Y si era un monstruo? O peor...

La joven no se movió de ahí, se quedó sonriendonos y eso me hizo poner más nerviosa.

- ¿Que hacen unos jovencitos como ustedes en medio del desierto?

- Estamos en una... expedición- contestó Annabeth.

Estaba segura que con su inteligencia había captado que esa mujer no era alguien en la que deberíamos fiarnos de primera.

- ¡Que bien!, siempre me han gustado los héroe jóvenes e intrépidos

Un segundito ¿Héroes?

- ¿Quién es usted?- dijo sin rodeos el maleducado de Nico.

La joven nos miró con picardía.

- Soy Hebe, diosa de la juventud.

Si, bueno...tenía sentido. La mujer si parecía una diosa.

- Que hace usted aquí, en Gila Craw- preguntó Percy frunciendo el seño.

No lo culpo por desconfiar, que un dios se te presente a veces significaba que iba a ayudarte...o iba a matarte.

- Oh, Arizona. Siempre quise visitar el mundo mortal. Conocer a niños y adolescentes y ayudarlos a cuidar su piel y a que no tengan acné...

- Pues, por aquí no pasa mucha gente- le dijo Annabeth.

- Exacto, por eso me sorprendió verlos, ustedes pequeñines son unos semidioses. Me mandaron a que los espere...

Me puse en guardia.

-¿Quién?

Hebe debió notar mi nerviosismo porque abrió sus ojos en sorpresa y a continuación tomó mi mano.

- Oh, no es lo que ustedes creen, no vine a matarlos. Quiero ayudarlos.

Su tacto era tan suave que me transmitió una ola de buenos sentimientos y paz.

- Me mandó una muy buena amiga de Nico- dijo atrayendo una silla a la mesa y sentándose- Accedí a ayudarle porque ella también es amiga mía. Y me pareció una total falta de respeto que le hayan robado lo más preciado que tiene. Y si no lo recuperamos dentro de siete días entonces...supongo que ya saben lo que pasa sin algo que mantenga unido a los dioses. Guerra, muertes, caos...

- Lo sabemos- le dijo Annabeth- Entonces, a usted se refería Belerofonte cuando nos dijo que debíamos venir hacia aquí.

- Si, solo ustedes valientes podrán salvarnos a todos nuevamente- Hebe se retorció la manos- Es un tanto complicado decir estás palabras a una diosa, pero sin los héroes nosotros no somos nada. Mi padre Zeus me dio el trabajo de copera en el Olimpo, servía a los dioses mayores su néctar y su ambrosía. Luego por un error pequeñisimo mi padre me despidió. Hércules llegó y pidió mi mano y se la dieron. Sin el yo hubiera sido inútil en el palacio.

Recordaba esa historia.

Mi padre, aparte de la jardineria, era un vivo amante sobre la mitología griega.

Todas las noches antes de dormir, nos sentábamos en el sillón de la sala a contar antiguas aventuras sobre los dioses y sus hijos.

Todavía no me creo estar viviendo una de esas aventuras, y haber conocido a dos de los dioses del Olimpo.

Hebe había sido algo así como la mesera de los dioses, servía a sus padres y hermanos en las juntas importantes.
Un día de esos Hebe resbaló y se cayó junto con todas las copas.
Zeus se sintió avergonzado de ella y la despidió.

Luego Hércules fue asesinado por su esposa Deyanira y alcanzó la inmortalidad.
Se casó con Hebe y esta se convirtió en la diosa de la juventud, con el poder de rejuvenecer a ancianos así como envejecer a niños.

- Entonces, mis héroes- dijo Hebe- Deberán viajar hacia Las Vegas, allí encontrarán la última pista. Los esperan muchos peligros y deberán mantenerse juntos pase lo que pase. Pueden descansar aquí está noche, pero tendrán que ir hasta la chatarrería de los dioses para encontrar una moneda que los ayudará a negociar.

- ¿A quien debemos darle esa moneda?

- Lo descubrirán cuando llegue el momento. Hasta eso, disfruten su estancia en el restaurante de la juventud

Los Reyes del Inframundo ━♛ (ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora