XV

3.8K 349 25
                                    

(L)

¿Alguna vez sintieron celos de alguien al que ni siquiera conocías, y por alguien que no era absolutamente nada tuyo?

Era absurdo, y tan impropio de mí.

Bianca.

Ese nombre me había quedado rondando por la cabeza.

¿Quién era ella y porqué la habían encontrado junto con Nico?

El me había contado parte de su historia como semidios, y me había sentido un poco más cerca de él.

Pero estaba esa chica, y ni siquiera sabía quién era. O porque me estaba martirizando con eso.

Parecía una estúpida niñata.

Nico había estado a punto de decírmelo, pero apareció esa araña y Annabeth se asustó y arruinó la charla.

No culpaba a Annabeth, jamás lo haría. Era de esperar su miedo por los arácnidos.

Cai en uno de esos sueños profundos, de los que es difícil de despertarte.

No me había dado cuenta de lo cansada que estaba.

No había podido dormir bien la noche anterior, y hoy habíamos sobrevolado el país encontrándonos con un semidiós que debería de estar muerto.

Lamentablemente, la pesadilla volvió.

No sabía si llamarla "pesadilla" estaba bien. Si, el paisaje era sombrío, pero esa voz no me asustaba.

Estaba de nuevo en el claro del bosque. La luna brillaba tal y como la otra vez.
La misma lechuza que me había mirado advirtiendome de algo, llegó volando y se posó en el mismo árbol.

-¿Por qué no me hiciste caso?

La voz. También era la misma.

Sonaba como si estuvieran hablando por un amplificador viejo. Pero aún así era dulce y tranquila.

Me llené de valor para responderle.

- ¿Quién eres? ¿Y porque te apareces en mis sueños? Que es lo que quieres.

Unos arbustos a mí derecha se removieron.

- No puedes saberlo- dijo con un tono triste- Si lo supieras...no estaríamos a salvo ninguna de las dos.

-¿Por qué me atormentas? ¿De quién corremos peligro? Aunque sea muéstrate.

- No puedo hacerlo Lilia. Por favor entiéndeme. Estoy aquí por dos cosas.

Mi padre siempre me enseñó a no confiar en personas desconocidas, y más en personas a las que no podía ver.

Pero ella parecía que en serio quería ayudarme y sonaba tan desesperada.

Maldigo mi buen corazón.

-Habla entonces.

El viento volvió a agitarse y los árboles se movían en una danza desesperada.

-¡Ella sabe que estoy aquí!- otros arbustos se removieron a mi izquierda. La lechuza se fue volando, las nubes taparon la luna...y de vuelta la oscuridad.-Lilia, cuídate de la manzana,¡ y no dejes que Nico vuelva a ser el de antes! El rencor es malo para el ¡Salvalo!

Mi sueño se puso patas arriba.

De repente estaba en el bosque. Pero no era el mismo bosque.

Los árboles eran más altos, no había luna pero si estrellas. Podía ver las constelaciones, hasta una que parecía una cazadora con su arco y flechas.

No muy lejos de mi había una persona y ¿un fantasma?

Era un hombre, pero su cuerpo parecía casi transparente y emitía un débil brillo morado.

La persona estaba arrodillada frente a un pozo, no parecía pasar de los once años y su cabello estaba despeinado y largo hasta el final de la cara.

Estaba de espaldas a mi por lo que no podía verle su rostro.

Me escondí rápidamente detrás de un árbol por si me veían. No quería tener problemas.

- Amo, ¿está seguro que con esas...cosas podrá llamarla?- decía el fantasma con un toque de temor en su voz.

Me preguntaba que ser tan malvado o terrible podía hacer que un fantasma le temiera.

- Cállate Minos- dijo el chico- Claro que estoy seguro...ella vendrá hoy.

El fantasma, Minos, hizo una mueca de disgusto, pero rápidamente la cambio a una sonrisa forzada.

- Si, amo. Pero recuerde las palabras al pie de la letra y la melodía.

- Todo está controlado Minos, ahora aléjate así pueda verla- decía el chico entre dientes, controlandose para no perder la cordura.

El fantasma hizo una reverencia torpe y se alejó unos cuantos centímetros.

El chico desenvolvió unas hamburguesas de McDonald's y las tiró al pozo, lo mismo hizo con unas Coca-Cola y vertió el contenido.

Juntó sus manos, como en una plegaria y empezó a cantar.

Tenía una voz dulce y melodiosa, pero el cántico era tétrico y melancólico.

A medida que iba aumentando su voz, el bosque se removía. Unas cuantas ardillitas salieron de su escondite en los árboles y fueron corriendo a buscar un lugar seguro.

- Mi amo- le dijo el fantasma con prisa- N..no está funcionando. Debe detenerse antes de que...

El fantasma no terminó la frase. El chico se había desmayado.

Mi impulso me decía que debía ir a ayudarlo. Y cuando estaba a punto de salir de detrás del árbol.

-Lilia

Me desperté un tanto aturdida.

La cara de Will Solace estaba al frente mío.

- Lo siento- dijo apenado- No pretendia asustarte ¿pesadillas?

Me costó un poco volver a la realidad.

Estaba aún consternada por todo lo que había visto.

Los recuerdos de los sueños llegaron a mí como un deja-vu y me hicieron removerme con inquietud.

La misma voz que había escuchado el día anterior me avisaba que debía cuidarme de una manzana y ayudar a Nico a no tener rencor.

Eso era muy extraño.

Y luego esa visión del bosque...No estaba segura de quienes eran esas dos personas y porque estaban haciendo eso. Pero el niño parecía muy pequeño y turbado, y me partía el corazón.

- No, no...está todo bien- dije- Gracias Will.

Me sonrió tranquilizador.

- Por cierto, dentro de cinco minutos llegamos a Gila Claw, te recomiendo que prepares todo.

Le di las gracias nuevamente y me puse a recoger mi manta de dormir.

Miré a Nico que estaba haciendo lo mismo en el otro extremo del vagón.

Estaba de espaldas.

Y me resultó tan parecido a mi sueño.

Los Reyes del Inframundo ━♛ (ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora