XII

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(L)

Nunca había viajado en avión.

No era un lujo que nos podíamos dar con mi papá.

Teníamos una pequeña floreria a unas cuadras de mi casa.

Ganábamos lo suficiente para poder comer, pagar las cuentas y comprarnos una que otra prenda.

Nos teníamos el uno al otro, mis abuelos habían muerto cuando mi padre era pequeño y no tenía hermanos. Se había quedado a cuidado de su tía pero ella murió cuando el cumplió dieciocho años.

Desde entonces encontró el amor por las plantas y las flores.

Supongo que de ahí que Perséfone se fijara en él.

Para nosotros, la primavera era sagrada. Nuestra estación favorita del año. Los pájaros cantaban y hacían sus niditos, los polluelos aprendían a volar, las flores tomaban sus colores más brillantes y los árboles se erguían majestuosos con sus frondosas copas de verdes vivos y sus frutos dulces y jugosos.

Siempre me había parecido extraño, Oregón no era un lugar demasiado cálido que digamos.

Hacia calor, si, pero la mayoría de las temperaturas no superaban los diecisiete grados y en invierno llegaban a bajo cero.

Aún así, las flores de mi padre jamás se marchitaban o perdían sus colores, crecían cactus, madreselvas, hasta un pequeño baobab en el jardín trasero.

Me acostumbré a eso, crecí en la pequeña floreria de mi padre creando ramos y coronas de flores.

Mis favoritas siempre fueron las rosas. Todos mis cumpleaños mi padre dejaba una rosa en mi ventana.

Lo extrañaba mucho. E ir a San Francisco me hacía sentir tan melancolíca, estabamos muy cerca de Oregón.

Pero, lamentablemente debía concentrarme.

- ¿Dormiste bien?

Annabeth estaba al lado mío tecleando en su computadora.

Me aterraba lo mucho que nos parecíamos. Las dos éramos rubias, casi la mima forma de cara y nariz.
Los ojos nos diferenciaban, los de Annabeth eran de un gris turbulento, como una tormenta. Los mío en cambio eran verde oliva.

Las dos teníamos la remera naranja del campamento, y llevábamos una chaqueta por el frío del aire acondicionado del avión.

Si no hubiera sido reconocida por Perséfone, estaría más que segura que Annabeth y yo éramos hermanas, hijas de Atenea.

Pero yo no era tan inteligente como ella.

- Si, gracias.

Alcé la vista y me fijé en el asientos de adelante donde Rachel y Will estaban dormidos.

Este sería un buen momento para preguntar.

- ¿Annabeth?

- Mmh- dijo sin levantar la vista de la computadora.

- Quería preguntarte- me aclare la garganta, que vergonzoso- Poseidón vendría a ser tío de Atenea ¿verdad?

Volvió su vista hacia mi

-Algo así- me dijo- ¿Por qué lo preguntas?

- Entonces...esto...¿cómo es posible que tú y Percy...?ya sabes

Estaba más roja que una manzana y de seguro mis orejas estaban echando humo.

Annabeth lanzó una carcajada

- Como es que Percy y yo estamos juntos- terminó por mi- La familia divina de tu padre no cuenta, los dioses no tienen ADN. Puedes salir con quien quieras excepto, claro está, que sea de tu mismo padre divino. Un ejemplo: yo no podría salir con Malcolm ya que es mi hermano, hijo de Atenea pero si puedo salir con Percy ya que es hijo de Poseídon.

- Gracias ya entendí

Lo rojo aún no se me iba. Que apenada estaba.

- Lo preguntas por alguien en especial- Annabeth alzó sus dos cejas pícaramente.

Y mi cara estaba a punto de explotar.

Logré emitir un chillido que se podría interpretar como un "si" o como un "no" sin ningún problema.

En realidad no sabía porque lo preguntaba.

Al principio creí que era por simple curiosidad, pero no podia mentirme a mi misma.

Lo llevaba pensando desde que me encontré a Nico en el bosque y caminamos hasta la fogata.

Mi corazón latía rápido cuando el estaba cerca y me había sorprendido mirándolo cuando él no se percataba.

Me había atormentado pensando que el y yo seríamos algún tipo de hermanastros, ya que nuestros padres estaban casados, y que Annabeth me haya dicho ésto había causado una tranquilidad extraña en mi.

El aeroparque de San Francisco se alzaba a pocos metros más abajo de nosotros.

No sabíamos donde Nico y Percy nos encontrarían, esperaba que estuvieran bien.

No llevábamos equipaje, así que estuvimos fuera del aeropuerto en un santiamén.

-¿Dónde los buscamos?- pregunto Rachel.

Su melena roja estaba recogida en un moño maltrecho y llevaba sus titpicos shorts manchados en pintura.

Cuando la vi en la fogata echando humo verde, la reconocí de inmediato. Era hija del señor Dare, empresario famoso y millonario. Pero ella no se parecía en nada a su padre, hasta podrían confundirla con una típica colegiala que aspiraba a ir a la escuela de Bellas Artes. Tambien era agradable cuando no echaba profecías por su boca.

- Propongo que nos quedemos aquí- dijo Will- Espero que sean inteligentes y vengan a buscarnos.

No había terminado de decir la frase cuando dos sombras se asomaron por un callejón cercano.

- Chist, vengan- dijo Percy.

Miré hacia todos lados por si los perseguía y se estaban escondidos de algo o alguien.

- ¿Cuando llegaron?- les pregunto Annabeth.

- Larga historia, que ahora no va al caso- dijo Nico.

- Tenemos información- dijo Percy con los ojos brillando.

Nos contaron que llegaron hace cinco horas y habían tenido el tiempo necesario para chantajear a unas pequeñas arpías.

- Nos dijeron que los canadienses están más contentos de los normal.

-¿Canadienses?- pregunté confundida.

- Cíclopes, del norte- me explico Nico- La cosa es que, lo que sea que esté pasando, los cíclopes están involucrados...

¡Crash!

Quedamos helados.

Algo se había caído al final del callejón...pero apenas se divisaba algo estaba muy oscuro ya que eran las nueve de la noche.

-Q..que fue eso

- Shh- Will nos hizo una seña con los labios para que nos mantengamos callados y quietos- Tomen unos palos, rápido.

Agarré el primer pedazo de madera que encontré cerca del basurero y lo sotuve frente mío preparada para atacar...o defenderme.

¿Cómo lo haría? Ni idea, que los dioses me acompañen.

En hilera, pegado al callejón nos fuimos acercando hacia el final.

Nos paramos en seco al notar que algo se removía entre unas bolsas de basura, algo grande, gigante.

- Uno- contorno Will temblando- dos....y tres.

-¡Ahhhhhhhhh!

Los Reyes del Inframundo ━♛ (ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora