7. A Few Good Men

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Las cosas pueden cambiar de un día a otro, las cosas nunca se mantienen del mismo modo y lo puedes perder todo en menos de un segundo. Sheila Bennet murió la noche del hechizo, ella dio su vida solo para sacar a los Salvatores y posiblemente a mi.

Habian sido días ocupados. Caroline me convenció de apoyar a Bonnie en su duelo mientras la morena evitaba a Elena, no era que no yo quisiera estar con ella, si no todo lo contrario pero sentía culpa por la muerte de su abuela, aunque esta fuera causada por el capricho de alguien.

El funeral fue como cualquier otro, un padre hablando sobre el camino eterno del señor, familiares llorando y yo recordando el funeral de mi madre, donde nunca hubo cuerpo que enterrar. Ahora estaba rumbo al Grill con mi padre, al parecer Jenna lo había convencido de ayudar para algún evento donde se subastarían parejas para los fondos del día de los fundadores, y por alguna razón yo había terminado en sus planes.

—Estás muy callada—la voz de mi padre me asusto—, y muy distraída.

—No puedes esperar a que hable si llevas días evitándome—miré el cielo en sus ojos.

—Lo sé y no ha sido la actitud más madura que pude tomar.

—¿Quién ha dicho eso?—pregunté sarcástica y él suspiró cansado.

—Te amo Ciara, pero no puedes esperar que este de acuerdo con las decisiones que tomas.

—Lo sé, pero espero que al menos las respetes—admití—. No sé que me llevó a ser indulgente con ellos, pero estaré bien papá, puedo estar de lado de ellos, pero si me pidieran dar la vida por ti o por ellos, siempre seras tú. Eres la única familia que tengo.

Estacionó frente al Grill y me abrazó, mientras se alejaba besaba mi frente y solo eso bastó para limar todas las asperezas, no estaremos del mismo lado, pero siempre seremos solo él y yo contra el mundo.

—Estoy saliendo con Jenna—soltó de golpe cuando baje del auto.

—Oh, vaya, bueno eso es...—dudé en contestar. Aunque no era mala persona,  me iba a costar aceptar la posibilidad de valor en mi familia—. Es fabuloso, ella es asombrosa.

—Lo es—contestó con orgullo y nos acercamos a ella que nos esperaba con una lona.

—Hola ciara, es bueno verte de nuevo—me saludó.

—Hola Jenna—la salude de vuelta, para mí sorpresa me sentía  incomoda— y bien ¿Para que nos llamaste?

—Solo para arreglar algunas cosas, pero empecemos con este cartel—nos dijo y tomamos la cuerda y atamos las puntas superiores del cartel—¿Alaric?

—¿Si?—dijo mientras nos subíamos a unos bancos e intentábamos atarlo a la pared del Grill.

—¿Que te párese participar en la subasta?—Jenna le preguntó y yo reí—¿Tú que opinas Ciara?

—Que pagaría todos mis ahorros por ver eso—miré a mi padre con burla, mi celular sonó y le di la cuerda a Jenna. Me aleje para contestar—¿Qué pasa, Elena?

—¿Estás ocupada?—su voz se escuchaba extraña—Necesito hablar algo contigo.

—Estaba ayudando a Jenna y a mi padre en algo, pero puedo verte si es importante.

—Genial, te espero en mi casa—colgó dejando una extraña sensación en mi estómago.

Cuando me giré vi a Jenna y a mi padre compartir un beso, me acerque cuando ellos se separaron.

—Era Elena, quiere verme—les informe y Jenna me miró incomoda—¿Puedo tomar el auto?

—Claro—mi padre me entrego sus llaves.

Oscuridad [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora