15. The Return

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La noche era fría y tranquila, una leve brisa me hizo abrazarme, ajuste más mi suéter y caminé por las solitarias calles. Nada tenia sentido, no recordaba haber salido y mucho menos el como llegue a la calle de Elena.

Caminé confundida hasta la casa de los Gilbert, cuando llegué frente a esta, dos personas llamaron mi atención. Damon y Elena, sonreí al verlo, aunque la cercanía de ambos la borro de inmediato.

—¡Lena!—llamé pero me ignoró—¡Damon!

Era como si ambos no me escucharan, como si yo no existiera. Me acerqué lentamente, mi corazón martillaba como si supiera lo que pasaría.

—...Y quiero darte las gracias, por eso—escuché a Damon decirle, estaba a un metro de ellos.

—De nada—fue lo único que ella dijo. Damon la miró y beso suavemente su mejilla.

Quería pensar que todo era un sueño, que había quedado dormida después de llegar a casa, pero todo se sentía real, como si fuera un recuerdo. Damon se alejó de ella y ambos se miraron, sus ojos se dirigieron a sus labios.

—¿Damon?—susurre al ver como se acercaba hasta unir sus labios con los de ella.

Me sentí estúpida cuando un sentimiento opresor envolvió mi corazón, pero aun más estúpida al ver que Elena no lo rechazó, al contrario, lo acercó más. Me sentía traicionada, a pesar de no tener por qué.

Damon y yo no éramos nada.

Abrí los ojos lentamente, el sentimiento seguía a pesar de no ser real, o eso creía. Un desesperante y constante pitido se escuchaba a mi lado, lentamente fui enfocando el lugar.

Estaba en una cama poco cómoda, al igual que el tubo en mi garganta que me provenía de aire, estaba en un hospital.

Comencé a sentir miedo y un sentimiento de ahogamiento se alojó en mi pecho a causa del tubo de oxigeno, quería quitarlo pero hacerlo probablemente dolería. La máquina de signos vitales se alteró con mis latidos.

—¿Ciara?—mi padre me abrazó con los ojos llorosos y le gritó a una enfermera—Gracias a dios estás bien.

Los recuerdos llegaron lentamente a mi mientras tocaba la I.V en mi muñeca. Me recosté tratando de procesar todo lo sucedido y mi sueño, me negaba a caer en los juegos de mi sub consiente.

La enfermera llegó y me miró sorprendida. Llamó al médico y sus reacciones fueron las mismas, no entendía la razón, solo decían que era un milagro. Me revisaron y quitaron el tubo para cambiarlo por una mascarilla. Se marcharon luego de asegurarse que estaba bien.

—¿Cómo está, Care?—mi voz fue pastosa y ronca.

—Está en cirugía—susurró con suavidad—. Tuvo un derrame.

—¿Estará bien?—mi preocupación despidió el sabor amargo del beso de Damon y Elena.

—No lo saben.

—Tengo que verla—traté de pararme, Caroline se había convertido en una persona importante para mi.

—Lo haras cuando salga de cirugía—me recostó y me miró preocupado—. Ciara tuviste un colapso cardiorrespiratorio, tus pulmones colapsaron, estában llenos de humo y tuviste una embolia.

—¿Qué?—lo miré sorprendida, yo me sentía bien.

—Ibas a morir—su voz se rompió—. Los médicos no te dieron más de esta noche, ellos... dijeron que tú...

Sus ojos se inundaron y yo lo atraje en busca de un consuelo mutuo. Yo iba a morir.

—¿Cómo..?—llevé mi mano a mis labios en busca de un rastro de sangre—¿Ellos...?

Oscuridad [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora