14. Founder's day.

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—¡Ciara,date prisa!.

—¡Dije que ya voy!—le grité por el teléfono—¡Me llevé toda la estúpida mañana tratando de ponerme un desastroso vestido de época! 

—Me dijiste que no podías ponértelo—Elena me contestó del otro lado de la linea.

—Y así fue—dije bajándome del taxi, le pague y camine al pórtico de Elena—. Ya llegué, abreme la puerta.

—Está abierta—dijo y colgó.

Acomodé el escandaloso bulto en una mano para poder abrir la puerta de Elena, cerré y subí rápidamente a su habitación, agradecí no ver a mi padre en su casa.

—Hola Jenna—saludé mientras aventaba el vestido de color gris y detalles dorados.

—Hola Ciara—me sonrió al ver como me lanzaba a la cama de Elena—. No sabia que estarías en la carroza.

—Caroline se lo pidió y ella no se negó— escuchaba la diversión en su voz.

—Como si alguien pudiera negarse a Caroline—dije y con pesar me paré a su lado—. Mi cabello parece como el de esas muñecas de cerámica que dan miedo.

Habia peinado mi cabello con caireles muy apretados, a pesar de que había tratado de verlos naturales, no me gustaban, me gustaba más al natural. Mi maquillaje era discreto, debido a que Stefan me había dado una enorme conferencia acerca de como eran las mujeres en 1800, todo mientras buscaba el vestido en su ático.

—Te ves hermosa—Elena trató de animarme—. Ve por tu vestido te ayudaremos a ponértelo.

Con ayuda de ambas logré colocarme el escandaloso vestido, era muy pesado e incomodo de llevar, Jenna rió cuando solté varios improperios al momento de ajustarme el corset.

—Ay, este vestido duele—Elena se quejó, su vestido era de una extraña mezcla entre amarillo maiz y marrón claro, con un lazo verde en la cintura.

—Dimelo a mi—me quejé mientras me sostenía de la pared, era difícil respirar con el corset—. Comienzo a odiarlo más de lo que debería.

—Aguántense, bebés—Jenna nos dijo, mientras terminaba de darle un ultimo arreglo al vestido de Elena.

[...]

En la escuela todos comenzaban a prepararse para el desfile, tenían diversos trajes y uniformes.

Mis pasos eran difíciles con la falda abultada, me separé de Elena para buscar a Christian, quien seria mi acompañante en esto. Él era realmente dulce y tierno, compartíamos muchas cosas en común y nos habíamos hecho amigos después de la fiesta.

—Aquí estás—dije cuando lo encontré en una banca—, te he estado buscando.

—Pues me has encontrado—me miró com una a hermosa sonrisa, se paró y me hizo una reverencia—. Señorita Saltzman.

—Señor Fell—sonreí para después reí—. Esto es estúpido.

—Lo es, pero luces hermosa con ese vestido—un leve sonrojo marcó su mejilla.

—Yo la ayude a escogerlo—una voz dijo detrás de mi, me giré para verlo.

—Claro que no—negué divertida, él solo se la pasó haciendo comentarios en doble sentido. Rodó los ojos—. Solo te burlabas.

—Christian Fell—se presentó, tendiéndole una mano.

—Damon Salvatore—él no acepto la mano, y me tomó de la cintura—. Si me permites.

—Ahora vuelvo—me disculpé mientras Damon me arrastraba—¡Damon, basta!.

—John es el padre de Elena—él soltó de golpe cuando nos detuvimos.

Oscuridad [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora