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11/08/2045

Hoy es un día caluroso de verano, la temporada comenzó hace unas semanas y el calor es insoportable, al menos para mí. Por ello, pasaba fuera de la gran casa en la que residíamos mis "hermanos" y yo.

Debido a los intensos rayos del sol, me sentaba debajo del mismo árbol, debido a que éste era lo bastante grande y con muchas hojas para opacar los rayos ultravioleta del astro amarillento. Leía uno de los tantos libros que habían en el orfanato, mi meta era precisamente terminar de leerlos todos antes de que cumpliera los doce años.

—¡Ray!—los gritos de la niña de cabellos anaranjados interrumpieron mi lectura, había gritado a lo lejos mientras cargaba al pequeño Phil en sus hombros.—¡Ven a jugar con nosotros!

—Paso.—dije elevando mi voz, teniendo como respuesta un reproche de la ojiverde.

—¡Por favor! Nunca juegas conmigo.

—No hace falta.—respondí de forma seca.—De todos modos yo me voy a cansar muy rápido y no será tan divertido.

—¡Ray!—se quejó infantilmente la pelinaranja. Finalmente suspiré al ver su expresión un poco decaída y terminé en acceder al juego, provocando que Emma sonriera de oreja a oreja y de acercó a mí dejando de lado a Phil.—¡Ven, vamos a decirle a Norman que te integre en el juego!—dijo cuando ésta tomó mi mano apresuradamente, la aparté de inmediato por el escalofríos que recorrió por mi espalda y provocó un retumbe en mi pecho, Emma me miró preocupada.—¿Ray?

—Me diste un toque.—me excusé, mintiendo para evitar exponer mi verdadera emoción de ese instante.—Te sigo.

¿Qué habrá sido eso?

Ni idea. Esta reacción la tenía desde hace unos cuantos meses. Cuando cumplí mis once años, Emma se había esmerado mucho para hacerme un collar de piedrecitas negras, ese gesto nunca lo había visto en ella, ni me lo imaginaba. Y a partir de ahí cuando estaba con ella mi corazón se aceleraba, sentía leves escalofríos recorrer por mi espalda si ella me abrazaba por atrás.

Es una sensación muy extraña, pero espero que no sea lo que creo.

~

Cuando llegamos a donde estaba Norman, aquel chico de cabello gris blanquecino estaba sonriente mientras tenía a los niños pequeños de ahí, entre ellas estaba Conny, yo soy el único que sabía que ella se iría en unos meses.

A su cruel parada final.

—¿Ya saben como jugar al "Lobo lobito"?—preguntó Norman teniendo como respuesta un "sí" hecho a coro por parte de todos los niños, incluida Emma.—Bien, entonces comencemos a decidir por quién es es lobo.

De pronto, las miradas de todos los niños se clavaron en mí, enarqué una ceja ante esto.

—¿Enserio?—respondí incrédulo a su elección, no le convenía porque (no es por presumir) podría atraparlos en un santiamén.

—Todos lo han decidido. Serás el lobo.—dijo un Norman alegre, mientras de reojo miraba a Emma, haciendo notar un leve rubor en sus mejillas.

¿En qué estarás pensando, cerebrito?

—Bien, empecemos.— dije mientras me alejaba del circulo que habían hecho los niños al tomarse de las manos.

Libertad ||| «RAY x EMMA FANFIC» ||| {YNN} *WATTY'S 2019*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora