Libertad ||| «RAY x EMMA FANFIC» ||| {YNN} *WATTY'S 2019*

4

—¿Porqué Don debe de ponerme el castigo?—preguntó Ray con una expresión molesta en su rostro.

—Porque él puede.—reí ante su comentario.—Además de que él está a cargo del juego hoy.

—¡Pero si sabes que Don ordenará que haga una estupidez!—se quejó nuevamente, esta vez la pelinaranja le tomó del hombro para relajarlo.

O eso quiero pensar.

—Vamos Ray, es sólo un juego.—le dijo Emma cuando éste había volteado a verla.—No creo que llegue a pasar algo malo.

~

Cuando los tres llegamos al patio, estaban Don y Gilda acompañados de Anna, Phil y unos cuantos niños más. Eran el público para que presenciaran el "castigo" de Ray.

—¿Ya, Norman?—asentí seguro, ahora Don había volteado a ver al pelinegro.—¿Listo, Ray?

—Sólo dilo, y ya.—dijo este cruzando los brazos. Don se llevó una mano al mentón para hacer parecer más pensativo.

—Dale un beso a Anna.—todos quedaron sorprendidos con la petición del moreno, al principio Ray se sonrojó levemente, pero este se le pasó al ver a Anna, quien se hallaba toda roja del rostro.

Creo que la mayoría sabía que Anna tenía sentimientos por Ray, más este no se daba cuenta o parecía darle igual.

¿O es que está interesado en otra persona?

Voltee a ver a Emma por instinto mío, adoraba apreciar sus muecas divertidas, pero esta vez no la vi así, ella miraba a Ray con algo de tensión, forzaba un poco el entrecejo y parecía estar disgustada.

—¿Emma?—Me acerqué a ella y la tomé del hombro.—¿Está todo bien?

Al cabo de unos segundos, ella volteó a verme.

—¡Ah, s-sí todo esta bien.—río nerviosamente.—Es sólo que me pareció muy precipitado que Don le retara eso.

—Es Don.—repliqué.—Él sabía que a Anna le gusta Ray.

—¿Anna gusta de Ray?—preguntó la pelinaranja con un gesto de...¿preocupación?—¿Desde cuándo?

—Realmente no lo sé, ¿tú no lo sabías?

—No tenía idea.—se echó a reír de repente, sonreí ante ello ya que eso es lo que me encanta de ella, su adorable risa.

Me hace tan feliz.

—Está bien, lo haré.—habían pasado unos minutos para que Ray diera esa respuesta, todos creyeron que este saldría corriendo y evitaría el reto.

Ray se iba acercando poco a poco a la niña de trenzas rubias, sus ojos azules se agrandaban cuando veía al pelinegro de más cerca. El mayor aproximaba su rostro al de la rubia cuando de repente oí un inaudible "que no lo haga" de...

—¿Eh?—dije volteando a ver la portadora de la dulce voz, había sido Emma.

De repente, se escucho un "muak", al mirar, notamos que fue sólo un beso en la frente. Todos reprocharon creyendo que era un beso en los labios.

—¡Eso no es un beso!—replicó Don. Ray volteó a mirarle divertido.

—Claro que lo es.—respondió Ray, mientras dejaba a una Anna atontada por la tensión entre el pelinegro y ella.—Además, no especificaste dónde debía dárselo.

—¡Rayos!—se quejó el chico alto.—¡A la otra seré más específico!

—¡Niños!— la voz de mamá se escuchaba desde el marco de la puerta.—Vengan a comer.