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12/08/2045

El reloj de la casa sonó de golpe, haciendo que abriera los ojos al instante, haciéndome sentir alegre de repente y ser quien propague alegría a los más pequeños.

—¡Buenos días a todos!—despertaba a los demás pequeños de la gran habitación.—¡Es hora de levantarse e ir a desayunar!

Todos se despertaban y gracias a mí ellos se levantaban motivados, unos se ataban sus zapatos mientras que otros más pequeños requerían de mi ayuda o la de mi mejor amiga Gilda para atárselos a ellos.

—Buen día, Emma.—dijo la niña de gafas redondas, sonriendo tímidamente.

—Buen día.—respondí con alegría y entusiasmo.

Acompañé a la peliverde hacia el comedor, donde a lo lejos veía a Norman y a Ray servir los platos en el comedor con el desayuno servido, ambos me miraron y me acerqué a ellos para abrazarles.

—¡Buenos días, chicos!

—Buenos días, Emma.—dijeron ambos chicos al corresponder mi abrazo, me aparté de ambos para también ayudarles a servir el desayuno. Al ver a mamá pasar por el pasillo y me encontré con ella para abrazarla.

—Buenos días, mi querida Emma.—dijo mamá mientras sentía el toque de sus manos acariciando sutilmente mi cabeza, con dulzura y amor.

—¡Buenos días Mamá, ya está el desayuno servido!

—Bien hecho, mi niña.

~

—Gracias por la comida.—fue lo que dijimos todos en el comedor al unísono.

Mientras comíamos de nuestros platillos hogareños, no dejaba de pensar en que pronto sería mi cumpleaños, el cumplir los once años me hacía sentir mayor y con más responsabilidades, Ray y Norman ya los cumplieron y aunque sean los mismos de siempre, sé que su mente se ha tornado más calmada y analítica.

—Oye, Emma.—una voz amable y serena me sacó de mis pensamientos, volteé a mirarlo al saber de quién se trataba.

—¿Sí, Norman?

—¿Qué quieres hacer hoy?

—¡A lo mejor y podríamos pedirle a mamá que nos preste los acrílicos para pintar!—la idea en mi mente me parecía divertido, pero una cosa era segura. No había donde pintar.

—¿Y sobre qué lo pintaríamos?

—Quizás mamá nos dé chance de pintar una pared que da la vista hacia el patio trasero.

—¿Crees que nos deje?—esta vez se presenció la voz dulce y algo decaída de Gilda a mis espaldas. Yo asentí con entusiasmo.

—Es probable.—me paré frente a Ray, quién justo quedaba frente a mí. Este miró mi movimiento y volteó a mirarme.—Ray.

—¿Qué?

—Necesito que convenzas a mamá.

—¿Y por qué debo de hacerlo yo?

—Porque eres bueno persuadiendo. Por favor, Ray.

El pelinegro se calló y siguió comiendo de su desayuno, al no convencerme con el gesto, rodeé toda la mesa hasta llegar detrás de Ray, lo tomé de los hombros cuando este estaba a punto de retirarse con el plato vacío.

—¡Por favor, por favor, por favor!—repetía sin cesar mientras agitaba a Ray de frente hacia atrás, éste se apartó de mí cuando ya era bastante molesta.

Libertad ||| «RAY x EMMA FANFIC» ||| {YNN} *WATTY'S 2019*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora