Libertad ||| «RAY x EMMA FANFIC» ||| {YNN} *WATTY'S 2019*

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22/08/2045

El sonido del reloj hizo que me despertara del sueño en el que me había adentrado, soñaba que al fin montaba sobre una jirafa de color café con manchas amarillas.

Cuando me levanté, me di cuenta de que no había nadie en la habitación.

—¿Gilda?—llamé a mi mejor amiga, al no tener respuesta decidí que debería ver si todos ya se hallaban abajo.

Cuando quise bajar de la cama, una puerta se abrió lentamente, era mamá sosteniendo una pequeña tarta con una vela encendida clavada en el postre, sonreí al percatarme que precisamente hoy era mi cumpleaños, me alegré que todos estuviesen ahí, sonriéndome. Pero después me di cuenta de que faltaba una pieza, una persona, faltaba Ray.

¿Dónde estás?

—¡Feliz cumpleaños, Emma!—dijeron todos al unísono.

—Ahora, pide un deseo.—dijo mamá poniendo la tarta frente a mí, al ver la vela encendida, me puse a pensar en que, amaba tanto a mi familia, realmente no podría desear algo más.

O puede que sí.

Soplé al tener mi deseo dentro de mi mente, todos aplaudieron y los niños más pequeños subían a mi cama y me abrazaban.

—¿Qué pediste, Emma?—preguntó Phil al estar sobre mi regazo, tan solo reí y acariciaba su cabeza.

—No puedo decirlo, si lo hago, no se cumplirá.—me excusé. Éste también río conmigo y me abrazó por la cintura.

—Dejemos a Emma arreglarse, vayamos al patio a jugar a las traes.—dijo Norman con una voz muy animada, cuando los niños y mamá se retiraron, Norman estuvo un rato más conmigo y me abrazó, dándome un beso en la mejilla y salió sin nada más que decir.

A medida que crecíamos, Norman me ha dado tanto afecto que lo he considerado como uno de mis mejores amigos, mi consejero y mi compañero de aventuras, a comparación de Ray, él es más expresivo y jugaba junto a mí.

Ray es muy serio, pero también ha mostrado su cariño y preocupación hacia mí, sólo que últimamente ha estado muy extraño.

¿Será por que le pegó la pubertad?

Quién sabe.

Antes de que acabara de comer mi tarta, dos golpes en la puerta se escucharon.

—Pasa.—dije amablemente. Sin importar quien fuese.

Mis ojos se abrieron cuando me di cuenta de que ahí estaba, la pieza que faltaba ver en el mejor día de mi vida.

—Buenos días, Emma.—dijo Ray algo serio, sosteniendo con ambas manos una bandeja en donde tenía un plato con el desayuno y una taza del que no sabría que tendría dentro.

—Hola Ray.—sonreí, por más triste que me había sentido ayer por la manera en la que me trató y por no haber hablado con él desde ese instante, quise mostrar que estaba bien, y sabría como hacerle saber eso.

—Te traje el desayuno.—dijo entregándome la bandeja.—Espero y te guste.

Al tomar la bandeja, me di cuenta de que eran waffles con toques de miel encima y en la taza era chocolate caliente, me alegré que Ray se fijara en mis gustos preferidos.