Libertad ||| «RAY x EMMA FANFIC» ||| {YNN} *WATTY'S 2019*

3

—Fingí.—le respondí burlón mientras hacía una mueca de reproche.

—¡No se vale, Ray!

—Todo se puede.—dije cuando me levanté y le tendí mi mano a Emma para que se levantara.

¿Qué esperas? Tómala.

La pelinaranja dudó un instante pero al fin y al cabo no podía quedarse molesta conmigo por un juego, así que la tomó y le propicié apoyo y se levantó.

—Oye Ray.—habló detrás mío.

—¿Sí, Emma?

~

—¿Un regalo para Emma?—me había preguntado Mamá, me imaginaba que ella ya sabría mis emociones.

—Sí.—respondí seriamente.—Algo pequeño, tampoco quiero que se note que lo conseguí de un lugar que no sea de aquí.

—Ya veo.—dijo la mujer ojivioleta.—¿Cómo qué te gustaría darle?

Dudé un poco, realmente no sabría qué cosa prefería o anhelaba por tener, y si le preguntara ahora seguramente pensaría que se lo daría en su cumpleaños.

Demasiado obvio, Ray.

Pasé una mano mía por mi cuello, para que por la clavícula sintiera el tacto de las pequeñas rocas, aparté mi mano cuando una idea pasó por mi mente.

—Un collar.

—¿Un collar?—preguntó mamá.

—Uno que sea algo parecido a este.—le mostré el collar que Emma me había hecho, mamá se echó a reír levemente, haciéndome sentir tenso y mi rostro se pusiera algo caliente.—¿Qué te causa tanta gracia?

—No es nada.—dijo deteniendo su risa.—No te aseguro que lo vaya a conseguir, pero trataré.

—Gracias.—dije abriendo la puerta de la cocina para finalmente irme a dormir.—Buenas noches.

~

—¿Ray?—la voz de Norman me sacó de mis recuerdos.—¿Está todo bien?—le miré como siempre y negué con la cabeza.

—No es nada.

—¿Seguro?

—Claro.—tonifiqué el tono de voz debido a que la insistencia del chico peliblanco me molestaba un poco.

Ya había pasado un rato desde que estábamos jugando con las pinturas, y después de habernos manchado los tres, mamá nos llamó la atención y nuevamente nos prohibió usarlas. Emma se había metido al baño a lavarse la cara y quitarse toda la pintura, mientras yo estaba con Norman en frente del baño, esperando a que Emma terminara para que uno de los dos siguiera.

"—Me he divertido mucho, gracias a ti".

Esas palabras que me dirigió Emma después de mancharla de pintura no pude evitar sentir un cosquilleo en mi estómago, como si se hubiese inflado algo dentro de mí y me hacía sentir como si flotase en el aire.

Qué tontería.

Cuando la mocosa de bellos orbes verdes salió de ahí, se dirigió hacia mí y posó su mano sobre mi hombro.

—Sigues.—dijo para después quitar su mano de mi y se dirigió con Norman a platicar de algo mientras yo me encaminaba al lavabo, dejando a esos dos detrás mío.

Encendí la llave de agua y el líquido frío se hizo presente en mis manos, la frotaba primero para luego pasar el agua por mi rostro, tallando y rascando un poco la pintura adherida en mi piel.