Prólogo

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Perdonar a otros es muy fácil. Perdonarse a uno mismo, es imposible. La redención puede venir de las manos menos esperadas, incluso, de aquellas que no pertenecen a la persona a la que le fallaste.

El perdón tiene muchas caras y ese fue mi caso. Encontré el perdón en los lugares menos pensados, y sin embargo, me negué a él.

Mi culpa era gigantesca. Mi error, garrafal. Entonces, ¿Existía disculpa posible para mi? ¿Encontraría la redención en su corazón?

Mi dulce amor, te he arrastrado a un destino mucho peor que la muerte ¿Por qué decidiste permanecer a mi lado?

Mi dulce amor, te he arrastrado a un destino mucho peor que la muerte ¿Por qué decidiste permanecer a mi lado?

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Booktrailer cortesía de la editorial @thriller_crew ¡Muchas gracias!

Deber y TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora