Capítulo treinta y uno.

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»Todo estará bien«


Aun no me muevo, estoy paralizada, no sé qué hacer. Allan me dijo que corriera, que huyera, pero en este momento mis piernas no quieren moverse, yo no quiero irme, no si él no está.

El cuerpo de Allan está frente a mí, inmóvil, y yo no he parado de llorar, él pudo hacerme daño durante éste tiempo, pero fue un gran amigo, el que me hacía reír, él siempre estaba junto a mí y hasta su último momento de vida lo uso para ayudarme a escapar.

―Morgan, tenemos que irnos. ―dice Hannah junto a mí, sobando mi espalda en señal de apoyo.

―No puedo dejarlo... ―respondí en medio de un sollozo.

―Ya se ha ido Morgan, tenemos que irnos. ―la miré y ella se veía suplicante y apresurada.

Es hora de irnos. Pero no quiero irme, siento que al irme me desprendo más de aquel chico que un día quise mucho.

Negué, lloré y finalmente con una sonrisa nostálgica dije hacía ese cuerpo sin una pizca de vida― Es momento de dejarte ir.

Me levanté lentamente aun con lágrimas en los ojos y caminé con Hannah hasta la entrada de la habitación secándome algunas lágrimas que se derramaron, eché un último vistazo, y aun rota en miles de fragmentos salí completamente de la habitación. Sabía que tenía que dejarlo ir, pero no sabía que dolía tanto.

Cuando íbamos a la mitad del camino hacia la puerta trasera, oímos el ruido de la puerta principal abrirse, así que corrimos silenciosamente, «Derek ha llegado», era lo único que pasaba por mi mente.

Atravesamos rápidamente el patio trasero hasta llegar al portón donde estaban las chicas.

―Morgan, ¿A dónde vamos ahora? ―me preguntó Lindsay en un susurro cuando llegué junto a ellas.

―Hay que abrir este portón y huir, tengo mi teléfono, pediré ayuda. ―dije y le extendí la llave a Hannah para que abriera el portón.

Encendí mi teléfono y no tenía señal telefónica, « ¡¿Pero qué mierda?!» Hannah por fin abrió el portón y salimos, al salir entendí por qué no hay señal telefónica, ¡Estamos en medio de la nada!, solo se veían árboles altos y pequeños arbustos, sin dejar atrás el pasto largo y abundante.

― ¿Cómo hallaremos ayuda? ―preguntó ahora Roxy.

―No lo sé, pero tenemos que alejarnos de aquí, creo que Derek ya llegó. ―todas me miraron asustadas y desorientadas, definitivo, no sabemos qué hacer.

Hannah se alejó del portón rápidamente y tenía una mirada asustada, llena de terror, pánico puro, no entendía el por qué hasta que escuché esa voz.

― ¿Dónde están perras? ―la voz burlona de Derek resonó por todo el patio y las chicas se alarmaron.

― ¡Corran! ―les grité y empezaron a correr junto conmigo hacia el bosque.

― ¡No huyan!, ¡Igual las atraparé! ―resonó nuevamente su voz y ahora sonaba enfurecida.

Corrimos como nunca habíamos corrido, estábamos llenas de pánico. Nos adentramos más en el bosque, pero había perdido de vista a Lindsay y Roxy, « ¡¿Dónde mierda están ahora?!» Miré por todos lados en busca de ellas y no las encontré, el pánico empezó a recorrerme al pensar que quizás Derek las encontró y viene por mí, me escondí detrás de un árbol, sentándome con las rodillas pegadas al pecho, sintiendo el corazón desbocado. Tomé mi teléfono y traté de encontrar señal cuando en eso se oyó un disparo.

Next to me (Completa✔) #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora