"Mi padre me vio por el retrovisor, notó mi mirada, y sonrió.
— ¿Te divertiste, pequeña?— preguntó mirando hacia el frente.
— Si— le sonreí— gracias por este gran día papá.
— Lo que sea para mí princesa.
Hoy cumplo once años, y mi padre planeo un gran día, en el parque luego de ir a Divertilandia claro está, me regaló un nuevo iPod qué esperaba desde hace algunos meses.
Cambié de canción, y subí el volumen, debíamos llegar a casa en unos 10 minutos, realmente había disfrutado este día, pero estaba cansada, comencé a sentir algo por fuera de los auriculares.
Sirenas, ambulancias y patrulleros, supuse que era un accidente, algo así, le reste importancia, después comencé a escuchar más sirenas, y algunos gritos.
Me quite los auriculares, y comencé a mirar por la ventana.
— ¿Que sucede?— pregunté ya poniéndome nerviosa.
— Nada cariño, tal vez sea un incendio, no te preocupes.
Los gritos no cesaban, hasta que alguien se atravesó en medio del camino, provocando que mi padre girará el volante bruscamente, y consecuencia de eso volcara el auto.
(...)
Un dolor agudo invadió mi cabeza, mientras un pitido resonaba en mis oídos, lleve mi mano a donde se hacía presente el dolor, y luego la mire, manchada de sangre, comencé a sentir un golpeteo en la ventana de el auto.
Intenté moverme, no pude, y seguido a esto sentí una puntada en la cabeza, mi vista no lograba enfocar, frote mis ojos repetidas veces, hasta que pude ver.
Mi padre estaba en el asiento delantero, mis ojos se aguaron, podía estar desmayado, o peor, muerto, me acerque mientras continuaba escuchando el golpeteo en la ventana.
Toque su cuello, intentando sentí su pulso, un toque de alegría invadió mi corazón, ya que pude sentí unos latidos débiles.
— Papá, papá despierta, te necesito— lo moví.
Pude ver cómo poco a poco abría sus ojos, con un rostro confundido, se repente se quejó, no entendí de que, hasta que se señaló la pierna.
La imagen era muy difícil de ver, la palanca de cambios, estaba incrustada en su pierna, y cada que movía un poco su pierna derramaba sangre.
— Tranquilo, no lo mires— desvíe su mirada a otro lado.
— Mierda, que es eso— se asustó mi padre.
Mire a la ventana, y se hacía presente la causa de el golpeteo, unas manos intentaban romper el cristal insistentemente, sin lograrlo, pero dejándola llena de sangre, me acerque más para ver quién lo hacía.
Retrocedí, cuando de la nada apareció una persona con la cara destrozada, llena de sangre, parecía sacada de una película de terror.
— ¿Que es eso?— pregunté agitada.
— No se que sea, pero nada humano.
— Vamos, tenemos que salir de aquí— insistí volviendo a mirar su pierna, pensando en como sacarla de allí.
— Blake— hablo mi padre, pero lo ignoré— debes irte.
Lo mire, desafiante, o tal vez enfurecida, ¿Como se atrevía a mencionar la posibilidad de que lo abandone?, volví la mirada a la pierna.
— Blake, escúchame— tomo mi rostro entre sus manos— debes irte, no puedo ir contigo, no lo resistire, y aún resistiendo lo me desangraré si lo intento.
— No papá, debemos intentar— comencé a llorar— no me abandones, no ahora, cuándo más te necesito.
— Lo siento cariño, no hay otra alternativa— el vidrio de atrás comenzaba a astillarse, esa cosa estaba tratando de romperlo, y lo estaba logrando— quiero que me escuches, hace algunos días, hablaron de un virus, no le di importancia, creí que era mentira, ahora me arrepiento.
— ¿Que estás diciendo?— lo mire a los ojos.
— Quiero que te vayas, Blake, vete lejos, y sobrevive, este será un viaje que no te podré acompañar, y lo siento— miró a la ventana trasera— revisa debajo de el asiento, debe haber un arma.
Rebusque hasta encontrarla, y me quede unos segundos contemplándola, una pistola, color plateado con la empuñadura negra.
— Quiero que me dispares, directo en la cabeza, y luego te vayas, conserva el arma, creo que te será útil— comenzó a llorar— solo hazlo, no quiero que tengas miedo jamás.
Con la pistola, apunté en su cabeza, llorando y viendo sus ojos, concentrados en cada movimiento que yo hacía.
— Se buena chica, y encuentra una familia— lloraba a mares— Te amo Blake.
— Te amo papá— disparé.
El sonido de la bala me aturdió, estuve varios segundos sin poder oír nada, totalmente desorientada.
Cuando pude reincorporarme, sentí que el vidrio se rompió, salí apresuradamente por la otra puerta, y me paré, intenté correr, pero en cambio caí, lastimando me las rodillas.
Me levanté nuevamente, y pude ver como una de esas cosas se acercaba, apunte con la pistola a su pecho, y disparé, pero nada, seguia avanzando, disparé otra vez, y nuevamente no sucedió nada, el último disparo que efectué, fue a parar a su cabeza, derrotandolo.
"En la cabeza" pensé.
Aún llorando me sumergí en el bosque, corriendo, y evitando ser alcanzada por esas cosas".
Abrí mis ojos, y Carl se encontraba viéndome.
— ¿Estás bien?— se animó a preguntar.
— Si— respondí, secando algunas lágrimas que estaban en mis mejillas.
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Emi Díaz
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Tú Me Encontraste |Carl Grimes| TWD
Science Fiction~Primera Temporada~ "Te elegiré hoy y siempre", Blake querrá sobrevivir, y hará lo necesario. "¿Cuántas sangre será necesaria para saciar la sed de este mundo maldito? ¿Por que he de acumular tanta sangre en mis manos, que ni aun lavando las se quit...