Tú Me Encontraste |Carl Grimes| TWD

Capitulo 13: ¿Que hiciste?

— Hay un autobús, Gabriel dijo que podíamos usarlo, creo que puedo repararlo en uno o dos dias— dijo Abraham.

Mi padre asintió, y se volvió hacia Gabriel.

— ¿De dónde sacaste toda esa comida?— le preguntó.

— La colecta anual, la hice antes de que comenzara todo esto— se explicó— fui afortunado, cuando se acabó vacíe las tiendas de por aquí, todas, excepto una.

— ¿Que te lo impidió?— lo cuestioné.

— Está infestada de caminantes, debe haber unos doce o mas.

— Creo que podemos lidiar con eso— dijo mi papá— bien, vayamos por esa comida, tu vendrás con nosotros— señaló a Gabriel.

Gabriel pareció no estar de acuerdo, pero no creo que quisiera reprocharle a mi padre, parecía un hombre temeroso, y mi padre no tenía un aspecto necesariamente agradable.

Todos comenzaron a prepararse, Tyreese, Abraham, Judith, Eugene y yo nos quedaríamos, no haríamos más que estorbar.

— Carl— me llamo papá.

— ¿Que sucede?— le pregunté.

— Iremos a buscar provisiones, me llevaré a Gabriel, por que no confío en el, tu cuida de Judith.

Mi mirada le expresaba tranquilidad, la realidad es que confiaba en Gabriel, no parecía una amenaza, y mucho menos si no cargaba con armas, parecía totalmente inocente.

— ¿Por que confías en él?— me preguntó.

— Por que creo, que no todos pueden ser malos.

Rió, palmeó mi hombro y luego de marchó, entendía su postura, si algo nos pasará, se sentiría culpable, por que el se descuidó.

(...)

Estoy muy aburrido, no hay mucho que hacer aquí, estuve ayudando a Abraham, que está reparando el autobús, pero la curiosidad me invadió, así que me fui a explorar más sobre esta iglesia.

Encontré unas marcas muy extrañas, y algo escrito en la pared, con un cuchillo.

"Arderán por esto"

Que quiso decir, por que lo hicieron, que es lo que hizo Gabriel, nadie amenaza contra una iglesia a menos que haga algo malo.

— ¡Hey! Tyreese me dijo que estabas aquí, ¿Que estás haciendo?

— Mira esto— le señalé las marcas- son profundas, como si alguien hubiera querido entrar, y...eso no es todo- camine hacia donde estaba escrito aquello que leí hace un rato.

Mi padre lo vió y pasó su mano sobre la marca, como si estuviese analizándolo.

— Algo oculta, está bien, vamos a comer algo, ¿si?

(...)

Todo eran risas, chistes, y más risas, la alegría había inundado esta iglesia, todo era alegría, para todos, menos para mí, desde que dejamos la prisión eh esperado volver a ver a Blake, mi esperanza estaba centrada en Terminus, encontrarla allí era la única opción.

Pero al no verla, solo me entraban dos opciones en la cabeza, tal vez había muerto en la prisión, o tal vez los de Terminus la habían asesinado, Tyreese fue el último en verla, y ni siquiera el podía darme una respuesta.

"La última vez que la vi, dijo que los buscaría a ustedes"

Tyreese no había podido decirme nada más que eso, y mi corazón había sido inundado de tristeza, ella era la persona que me había hecho querer volver a ser alegre, ella había significado el sol en este mundo oscuro.

— Hey, ponte alegre, estamos disfrutando de el momento, deja los malos pensamientos— dijo Michonne poniéndose a mi lado.

— Tienes razón, pero no puedo dejar de pensar en ella, debe estar ahí afuera, sola— dije, pero sin mucho ánimo.

— Lo siento Carl, la encontraremos, confía en mi— dijo poniendo su mano en mi hombro.

Me paré y fui en busca de Judith, para poder tener al menos un poco de distracción, me senté alado de mi padre, el me vio y sonrió.

— Quiero proponer un brindis— anunció Abraham alzando su copa de vino— por todos ustedes, sobrevivientes, por que se han ganado ese título— paró por un segundo para pensar— por eso, quiero que nos acompañen, a Washington, Eugene fabricará la cura, y todo volverá a la normalidad.

Judith balbuceó, y mi padre la miró, luego sonrió para decir.

— ¿Que?¿Tú irás?, bien, si ella va yo también— sonrió y todos comenzaron a reír.

El ambiente volvió a ser me mismo, todo risas y alegría, papá me dejó a Judith, y se fue a sentar alado de Gabriel para decirle algo, yo en cambio me paré y caminé hasta el despacho de Gabriel, nos había dejado poner una cuna improvisada para Judith, así que la recosté, estaba casi dormida.

Me quedé viéndole, tan tranquila, inocente durmiendo, sin nada de qué preocuparse, o mejor dicho no sabía que debía preocuparse, ella solo estaba ahí, como si nada hubiera pasado, me hacía volver a la vida normal, cotidiana.

De pronto se oyó la puerta principal abrirse de golpe, y unos pasos apresurados, descontrolados, alguien estaba furioso.

Salí de el despacho para encontrarme a Sasha en posición amenazante hacia Gabriel, mirándolo con rabia, colocando su mano en la empuñadura de el cuchillo.

— ¿Donde está Bob?— le gritó y casi se abalanzó sobre el.

Esta vez fue mi padre, quién tomo a Sasha, e hizo que retrocediera, tomando el su lugar, sujetó el cuello de la camisa de Gabriel.

— ¿Que fue lo que hiciste?— le preguntó, comenzaba a salirse de control— ¿Arderán por esto?, ¡que es lo que has hecho!— exclamó al tiempo que Gabriel se soltaba de el agarre y comenzaba a llorar.

— Cerré la puerta— sus lágrimas corrieron al tiempo que el las secaba con la palma de su mano— siempre cierro la puerta de noche...cuando todo comenzó, la gente venía aquí, a buscar refugio— explicaba con dificultad— un día, era temprano, aún estaba cerrada la puerta, oí gente intentando entrar, suplicaban por ayuda, hasta que los caminantes los callaron, mujeres, hombre, niños, todos muertos por mi culpa...

— ¡Hey!— exclamó Maggie mientras giraba su cabeza para mirarnos sobre su hombro— hay alguien afuera, tirado en el suelo.

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Emi Díaz