Tú Me Encontraste |Carl Grimes| TWD

Capitulo 11: Buscándote

He dedicado los últimos 2 días en buscar una pista, rastro, una señal de que alguien haya sobrevivido, que no fuese la única que salió viva de la prisión, esa esperanza se mantenía encendida en mi interior.

Con firmeza caminaba en el bosque, había pasado por un bar, y encontrado un caminante muerto hace poco, y un rastro de pisadas, que sin embargo no llevaban a ningún sitio.

Había comenzado a olvidarme de mi, de comer, comía solo cuando recordaba hacerlo, bebía agua cuando recordaba, no sentía deseos de hacerlo, solo lo hacía por mí bien.

Las palabras de Carl resonaban en mi mente.

"Cuándo sea el momento, entenderás, que no importa a que distancia estemos, siempre serás mi familia, siempre lo seremos".

Disparos resonaron, al parecer era un vecindario cercano, tal vez sean ellos, algo me alentaba a ir, tenía una esperanza, caminé por la calle, ocultándose detrás del cercado.

No era lo que esperaba, una casa, con 6 hombres que estaban saliendo, se veían apurados, tal vez perseguían a alguien, pobre de quien sea, no querría meterme con ellos.

Caminé en sentido a una de las casas, pensaba pasar la noche allí, así que debía vaciarla, miré por el pasillo, y golpeé la pared con la pistola, nada, que acaso ningún caminante estaba aquí.

Cerré la puerta colocando el sofá delante, y eché un vistazo a la cocina, y a las otras habitación que se encontraba en la planta inferior.

Subí las escaleras, apuntando con mi pistola en una mano, y en la otra el cuchillo dispuesto a apuñalar lo que apareciera, había un cuarto, una chica, era la única hija al parecer, coloqué una repisa bloqueando la puerta.

Busqué en la estantería, tenía varios libros, así que escogí el que tenía una portada más linda, y lo tomé, regresé a la cama, y me puse a leerlo, realmente no estaba prestando atención a lo que narraba, simplemente era una distracción.

Flashback

Caminaba como de costumbre, casi arrastrando los pies, supongo que era obvio que me faltaban las ganas de estar al sol, era como si no estuviera prestando atención, caminaba por inercia.

La rotura de algunas ramas detrás de mi hizo que volteara, y mi mano paró en la empuñadura de mi pistola, sabía que alguien me seguía, pero aún así no estaba haciendo nada, había notado la presencia de esa o esas personas hace varios minutos, tal vez esperaba que acabarán conmigo, tal vez así terminaria mi sufrimiento.

- Deja de seguirme, no quiero hacerte daño- dije elevando la voz.

Mientras volteaba sentí que se rompieron más ramas a la vez, no era solo una persona, si quisieran hacerme algo ya no estaría viva, pero ¿Por qué no me mataban?

- No te acerques- susurró alguien detrás, hablaba con alguien más.

- Ariadna, no- gritó en forma de susurro.

- No queremos hacerte daño- dijo una voz femenina a mis espaldas.

Voltee lentamente, encontrándomela con una mirada temerosa, pero a la vez valiente.

- ¿Por que no me mataron cuando pudieron?- fue lo único que salió de mi boca, esa pregunta rondaba en mi mente, ellos podrían haber aprovechado mi debilidad, pero no lo hicieron.

Ella sonrió dulcemente, y miro al suelo unos segundos, tal vez pensando que decir, mientras dos chicos detrás de ella venían avanzando lentamente.

- Creo que no hay necesidad de matar a alguien que no te ha causado daño, aunque eso signifique arriesgarse a morir- dijo.

De alguna forma me alegró el corazón, últimamente todo había dejado de importarme, sin embargo, pude ver un pequeño rayo de esperanza, tal vez encontrar un grupo, por más pequeño que fuera, podría cambiarlo todo.

- Prometo no hacerles daño- sonreí cansadamente- por más que parezca una asesina en serie.

- Mi nombre es Ariadna- dijo acercándose, no entendía que le daba tanta confianza en qué no la atacaría, ella extendió su mano, y yo la tomé.

- Soy Blake, es muy lindo tu nombre- sonreí nuevamente.

- Gracias- devolvió la sonrisa- ellos son Bruno y Liam- señaló a ambos chicos, quienes ahora se acercaban sin preocupaciones.

- ¿Por que dejaste que nos dejaste acercarnos?- cuestionó el chico, por lo que tenía entendido era Bruno.

- He perdido las esperanzas de encontrar algo que valga la pena- dije tratando de no parecer una loca suicida.

- Ahora ya lo has encontrado, eres una de nosotros- dijo el otro chico, Liam.

Les sonreí amablemente, creo que desde ese día, mis esperanzas volvieron a resurgir.

Fin Flashback

El sol salió, iluminando mi rostro, y haciendo que despertara, mi búsqueda debía continuar, no podía perder a esta familia, no como perdí a Liam, no como a Ariadna, ni a Bruno.

Quité la repisa, y dispuse a salir de la casa, para empezar a caminar por la calle, caminaba como si el mundo no estuviese así, como si todo fuera como antes.

Mi caminata fue a parar a el bosque como siempre, la calle finalizaba ahí, así que me adentré de nuevo en el, y comencé a tararear la canción Life is a Highway.

Una sucesión de disparos comenzó a sonar a un kilómetro, vi las posibilidades nuevamente, así que empecé a correr, a toda velocidad, antes de que los disparos desaparecieran, sin dejar rastros, sin saber a dónde ir.

Mi mochila se sacudía de un lado a otro, tanto que mi cantimplora se cayó al suelo, al percatarme de esto, paré en seco dispuesta a volver por ella.

En ese momento, una sensación se hizo presente, todo mi cuerpo se tensó y comencé a sentir un dolor mientras era despegada por unos segundos de el suelo, rodé por encima de algo y luego tomé contacto con el suelo, golpeándome la cabeza contra el suelo.

Mi ser se comenzó a desvanecer, sentía mis extremidades sin fuerza, mis ojos cerrados, a penas si alcance a ver un auto negro, y dos hombres bajando, comenzando a correr hacia mi.

Mis ojos se cerraron, y mi dolor cesó, dejé de sentir.

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Emi Díaz