Capitulo 25: ¿Eres idiota?

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— Tengan cuidado— dijo Maggie mirando a Glenn, estaba preocupada obviamente.

— Tengan cuidado con Nicholas, es muy cobarde, capas de abandonar a todos por salvarse— le susurré a Glenn.

El día que tuvimos problemas, la primera vez que había salido por provisiones, el grupo de caminantes nos atacó y Nicholas intento irse, pero lo detuve, tomando su brazo con mucha agresividad, me enojaba que nos abandonara.

Antes de subir a la camioneta Glenn guiñó un ojo, y después se marcharon, dejándonos ver a Gabriel frente a nosotros, que con su mano hizo un gesto de saludo, y luego se adentró en el garage.

— ¿Que harás hoy?— preguntó Deanna, quien al voltearme sopló mi rostro.

— Estaré con Carl— dije riendo, no comprendí su acción— ¿Necesitas algo?

— No, solo creí que podrías ayudarnos con los planos— está vez miró a Maggie quien sonreía.

— Nos vemos luego— me despedí sonriendo, para volver a casa.

Carl venía caminando hacia mi, con una mochila colgada y otra en la mano.

— ¿Vamos?— dijo entregandomela.

— Por atrás de casa.

Antes de llegar al muro comencé a sacar unos pequeños peldaños de metal, similares a los que ví que usaba Enid, la primera en trepar fuí yo.

Alguien carraspeó a nuestras espaldas, lo que hizo que voltearamos, encontrándonos con Ron cruzado de brazos.

— ¿Que creen que hacen?— arequeó una ceja.

— A ti que te parece— le resté importancia, y seguí subiendo.

— Le diré a Deanna lo que están haciendo— eso según creo fue una especie de, ¿Amenaza?

— Dile, no nos interesa— dijo Carl comenzando a subir.

— Estarán en problemas, los dos— siguió.

— Ron, ya basta, solo vete, por favor— dije, no quiero pelear con Ron, me cae medianamente bien, pero cuando quiere molestar a alguien, lo hace sin titubear.

Salté al otro lado, y detrás de mi salió Carl, y corrimos hacia el bosque, antes de que algún vigía nos viera, y luego caminamos a un paso más tranquilo.

Habían pasado algunos días desde que no salía de Alexandria, desde que el grupo llegó para ser más exacta, estar afuera me transmitía cierta inseguridad, pero al mismo tiempo era liberación, no mal entiendan, si me gusta estar en la comunidad, pero ahí fuera, era el mundo real, para revivir lo que amenazaba con matarnos cada día.

Nos detuvimos en un tronco caído, ahora recuerdo que habíamos planeado seguir a Enid, pero al parecer hoy no salió, o tal vez saldrá más tarde, Carl se había encargado de vigilar la zona por la cual salimos.

(...)

Llevábamos más de dos horas aquí, supusimos que aún no han notado nuestra falta de presencia, ya que Alexandria es muy grande, podríamos estar en cualquier parte.

Carl estaba sentado con un cómic en su mano, mientras yo jugaba con mi cuchillo, había intentado leer un cómic, pero no era lo mío, prefería los libros de historias de amor, o algo así.

— Oye— quería hablar, preguntarle por qué me besó y se marchó, como si hubiese estado mal.

— Hmm— hizo un sonido con su boca, dándome a entender que me escuchaba, estaba buscando algo en su mochila.

— Sobre lo que sucedió ayer— me rasqué la nuca, no me sentía cómoda hablando de eso, pero era necesario.

— Por cierto, quería hablar contigo sobre eso— dijo sin mirarme.

De cierta forma me invadió algo de alegría, tal vez me diría algo bueno, no se por que me emocionaba tanto, solo fue un beso, pero aún así.

— ¿Por qué lo hiciste?— pregunté, pero no con tono triste, ni siquiera reprochando algo.

— Fue un impulso, no quise hacerlo, solo sucedió— auch, eso sí dolió, no puedo creer que tuve esperanza de que le hubiera gustado como a mí, si, me gustó, pero creí que tal vez era por qué el sentía ganas de hacerlo.

— Podrías habermelo dicho antes, ¿No crees?— arqueé una ceja, mientras mi tono denotaba algo de enojo.

— ¿Puedes olvidarlo?— eso sí me dolió, esa fue la gota que rebasó el vaso, que le hace creer que puede besarme y luego decir que lo hizo por impulso, solo por qué si.

— ¿Por que lo hiciste entonces?— no iba a llorar, no lo haría por el— ¿es que eres idiota?, o no piensas en los sentimientos de los demás— grite en su cara, tomé mi mochila y me fuí de allí, caminando rápido, el enojo me carcomía.

Carl Grimes era un idiota, solo que no me di cuenta antes, no sentí pasos detrás de mi, y no quería voltear, pero tenía esperanzas de que al menos viniera a buscarme, o me siguiera, pero no, veo que me equivoqué.

Con los barrotes subí nuevamente por el muro, pero quitando los que ya había usado, si Carl quería entrar, que lo hiciera por la puerta, tal vez así tuviera problemas por salir sin permiso.

Entré a casa y subí las escaleras, quitándole atención a los que estaban en el sofá, que de seguro se quedaron mirándome, cerré la puerta de mi habitación de un portazo, y arrojé mi mochila a alguna parte de la habitación.

Jamás creí que Carl fuera así, aún rondaba en mi cabeza lo que le había oído decir aquella vez que me habían herido, en la celda de la prisión, el me había dicho que yo le gustaba, que me quería, creyó que no le oí, pero, ¿Tan rápido se había olvidado de eso?

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Emi Díaz

Tú Me Encontraste |Carl Grimes| TWDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora