Prólogo

33K 1.9K 777
                                    

  Cuando Dumbledore supo que Harry Potter se encontraba en un orfanato casi tuvo un infarto. El niño en ese momento tendría la edad de once años, por lo que era momento de darle su carta a Hogwarts y explicarle algunas cosas. Pensaba enviar a Hagrid para esa tarea, pero al ver donde vivía supo que no era algo que tomar a la ligera, por lo que él fue personalmente a darle la noticia.
  Entró al orfanato donde se encontraba al que sería el salvador del mundo mágico, teniendo que hablar primero con la matrona del lugar.

- No me sorprende que vinieran por Harry, él es un niño brillante, aunque no creo que quiera ir a su colegio, él ya tiene toda su vida planeada.- Albus miró con un poco de desdén a la mujer ¿Qué no aceptaría estar en Hogwars? Solo un idiota lo haría.

- ¿Qué tal es... Su comportamiento?- preguntó algo temeroso.

- ¡Oh! ¡Harry es un ángel! Es bueno con todos los niños, nos ayuda con las tareas. También ayuda a los demás con sus tareas. Aunque nunca se acerca a los chicos de su edad o mayores.- el hombre asintió, ahora calmado.

- ¿Podría ir a ver a Potter?- preguntó cortésmente. La mujer asintió y apuntó donde debería ir.

[•••]

- Escucheme, señor... Dumbledore. No me interesa estar en su academia de magia o lo que sea, lo lamento pero tendré que declinar.

- ¿Te estás escuchando? Es una escuela de magia, e incluso eres alguien importante en el mundo mágico. Serás popular.- Harry bufó.

- ¿A qué costo? ¿Morir para salvar a personas que no me importan y que nunca vi en mi puta vida? Soy solamente un niño y esperas que mate a un mago tenebroso o lo que sea. Dijiste que eras el mago más poderoso del mundo mágico ¿No? Hazlo tú.- Albus abrió grandemente los ojos y negó con la cabeza.

- P-pero la profecía.- Potter sonrió burlón para luego repetir con voz ridícula las palabras del beta.

- ¡P-pero la profecía! ¿Profecía? ¡Una puta mierda! Te la puedes arreglar tú, yo no pienso sacrificarme.- Dumbledore estaba desesperado, pero no le quedó otra que dar la vuelta para salir de la habitación, pero la voz de Harry lo hizo detenerse.- ¡Espera!- el mayor volteó esperanzado, observando al alfa con ojos brillantes.- Vuelve mi armario a la normalidad, también las cosas que habían dentro. ¿De verdad no se te ocurrió una mejor demostración que quemar mi armario? Supuse que los magos eran inteligentes. Para la próxima, aproxímate a ellos con algo más sutil, no prendiendo fuego los muebles de su casa.- el beta asintió deprimido.

- La matrona dijo que eras un ángel ¿Por qué no lo eres conmigo?- el alfa fingió pensar por un momento.

- Porque tú eres el mago que me dejó en casa de unos tíos que me maltrataban y dejaron a su sobrino pudriéndose en un orfanato. También soy bueno con ellas porque si me importan, a diferencia de ti, pues me cuidaron desde que tuve cinco años. Ahora vete.- dijo con una sonrisa amable.

[•••]

  Cuando Harry entró en el secundario nadie lo respetaba. ¡Ni siquiera los omegas! Comenzaron a rumorear cosas, entre ellas que era un omega que se hormonizaba para ser alfa ¿Existía siquiera esa mierda? Ignoró todo eso y se concentró en estudiar. Cuando los cuchicheos pasaron a ser acoso, fue cuando quiso darle un alto a todo, sin embargo, el resultado no fue lo que esperaba.

- ¡Mirate! ¿Te quieres defender?- había dicho William, un alfa de alto rango.- ¡Eres tan pequeño para ser un alfa! Tan falso... Eres una vergüenza para nuestro género. Te lo demostraré con una simple acción.- seguido de eso, acercó su cabeza al cuello del alfa menor, y sacando sus dientes, lo marcó.

William. Lo. Puto. Marcó.

- ¿ACASO ERES UN IMBÉCIL?- gritó con furia. Empujó al mayor.

- Solo afrimé que eres un delta.- sonrió débilmente al ver la marca en el cuello del menor.

  Cuando un alfa es marcado por otro de su mismo género, el lobo de dicha persona se avergüenza tanto al verse doblegado su orgullo que se esconde en lo más profundo de su portador, reduciéndolo a un simple beta. El lobo queda dormido y no despierta, ni siquiera en sus épocas de celo. Usualmente los deltas son humillados, ese era el destino de Harry Potter, huérfano, con una beca y 14 años de edad.
  Se negaba a ser el objeto de burla de los malditos niños ricos. La marca no duraría más de una semana (no se hizo durante el coito, por lo que no es permanente), pero eso no quitaba el hecho de que perdió a su lobo. Se sintió débil, sus ojos picaban y la cabeza le dolía. Odiaba a ese maldito imbécil, se había salido de control ante la ira. El cuerpo de William levitó por un momento, llegando hasta el techo de su habitación, para luego caerse repentinamente. Si no fuera porque Potter se recuperó, el alfa probablemente ya no estaría vivo, pero consiguió hacerlo levitar nuevamente unos centímetros antes de caer, luego lo soltó.

- Vete a la mierda.- escupió antes de salir de la habitación.

  Lo que el, ahora, delta no sabía, es que su magia fue rastreada por cierto mago tenebroso con una gran obsesión por él. El error de salvar a su verdugo lo pagaría con creces.
































Ok! Aquí está el prólogo, hoy no tengo ganas de narrar (por eso me vino genial "Cartas de amor" :v) pero lo prometido es deuda.

Para empezar es una trama bastante... Rara. Nunca vi una novela/manga/manhua/manhwa/webcómic/loquesea omegaverse donde la pareja principal sean dos alfas MASCULINOS, si donde el prota creía que era alfa pero terminaba siendo omega (cofcof EAEUI cofcof), o donde el prota cree que es beta pero termina siendo omega porque se restrasó su hormonizacion (no recuerdo el nombre este momento, luego lo pongo, ese webcómic está muy lindo), etc. Así que intenté hacer algo nuevo(?) en realidad, no tengo la más remota idea de si existe algo así.

Por cierto, esta novela se la dedico a sky309089 que le gusta mucho el tomarry (así te quería agarrar, puerca) v: te dedico mi primer fic tomarry no se que más decir, pronto subo cap nuevo (espero).










Acá me tenté, perdón
















No me culpen por la tardanza, me da paja narrar. Por eso publiqué 14 capítulos de Cartas de Amor (por cierto, es un título bastante engañoso), ya que prácticamente no tenía que narrar nada. No me culpen a mí: culpen a la flojera.

Los amo :v

Alpha X Alpha [Tomarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora