Alpha X Alpha [Tomarry]

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  Tom observó atentamente el porte altivo de su amante. Era un alfa, de alguna forma volvió a serlo. No podía decir que no era sexy, porque mentiría, pero en ese momento lo único que quería era hacerlo suyo y que fuera, nuevamente, delta..

  Harry sonrió abiertamente al dictador, solo eso bastó para detener los egoístas pensamientos de éste. Era la noche de su niño, se dijo, la acción la tendía después. El de cabellos azabaches llevaba puesto una túnica color verde oliva con detalles plateados que le sentaba realmente bien.

- Muy slytherin, Harry. Te ves hermoso.- halagó. El adolescente volvió a sonreír, soltando fermonas de felicidad y nerviosismo. Era la noche decisiva. No podía arruinarlo.

- Tú también te ves muy sexy, Tom.- respondió mordiéndose el labio inferior.

- No me tientes, cariño, o la reunión se cancelará y tendrás que complacerme por toda una noche.- gruñó.

- Suena tentador, pero prefiero dejarlo para otra noche.- bromeó Harry.

  Una vez los dos estuvieron preparados, salieron de la habitación, encontrándose con un muy nervioso muchachito. Sus cabellos castaños y redonda cara hicieron que Harry lo identificara de inmediato. Neville. ¿Qué hacía ahí? La mirada de Tom se endureció, pronto se percató de que el mocoso intentaba escapar. Ya lo castigaría luego, ahora su prioridad era el alfa que se encontraba al lado de él, sintiéndole amablemente al omega.

- Desaparece de mi vista.- soltó en tono cortante. Harry conocía ese tono de voz y aquella mirada fría en Tom, al igual que la tristeza pasmada en el rostro del menor. El alfa tensó la mandíbula. Sí. Claro que las conocía.

  Le pegó un codazo a su amante y se acerco al chico.

- ¿Por qué no vienes con nosotros?- preguntó aparentemente divertido, pero solo él lo sabía. Quería que el chico escapara.

  Neville, sin embargo, observó temeroso al dictador antes de pronunciar un "Pero..." muy bajo.

» Él está de acuerdo conmigo ¿No es así, Tom?- el hombre tensó la mandíbula, pero asintió. El omega sonrió tímidamente y caminó detrás de ellos.- Hay que ver como tienes a tus amantes, Tom, el niño te tiene profundo terror.- Voldemort observó a Harry escandalizado, pero este seguía sonriendo como si nada.

- No, no es así... Yo no...- balbuceó en un intento de refutar lo dicho.- No estoy con él desde que te conocí, Harry, debes creerme.- esa frase consiguió poner de mal humor al chico, quien apretó los labios.

- No me enoja que tengas otros amantes, lo que no soporto es que me mientas.

- ¡No lo estoy haciendo!- exclamó, sobresaltando a Neville.

- Tú... Ah. Está bien, Tom. Hablaremos de esto en la habitación.- suspiró. ¿Por qué debía utilizar incluso las mismas mentiras? El Lord no pudo responder, pues habían llegado al salón, en el cual habían miles de mortífagos.- ¿Quieres algo para tomar, Tom?- preguntó amablemente.

- Tráeme vino, la cosecha de 1901.- respondió. El alfa asintió con una gran sonrisa y se dirigió al chico de mejillas regordetas.

- ¿Vienes conmigo, Neville?- el nombrado lo miró extrañado.

- ¿Cómo es que sabes mi nombre?- la conversación hizo que Tom se sintiera pesado. Si Harry sabía el nombre de su ¿concubina? Aunque este no se lo dijera, significaba que sabía de sus amantes hace bastante tiempo. Ahora comprendía por qué Potter dudaba cada vez que le expresaba sus sentimientos.

- Me hablaron de ti anteriormente, estaba ansioso de conocerte.- explicó Harry rápidamente.

  Se alejaron rápidamente del lugar y fueron a la barra. El alfa pidió la bebida para su pareja y, mientras buscaban la cosecha, se dirigió a su acompañante.